Venezuela

Paraguay investiga como terrorismo y contrabando el caso del Boeing 747 retenido en Argentina

El gobierno de Paraguay investiga como terrorismo y contrabando el caso del Boeing 747 de la aerolínea Emtrasur que fue retenido en Argentina con tripulantes iraníes y venezolanos.
jueves, 23 de junio de 2022 · 19:43

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El gobierno de Paraguay está investigando como terrorismo y contrabando el caso del Boeing 747 Dreamliner de la aerolínea venezolana Emtrasur que fue retenido por las autoridades argentinas en el aeropuerto de Ezeiza con cinco ciudadanos iraníes y 14 venezolanos a bordo.

Emtrasur es la división logística y de transporte de carga de la aerolínea Conviasa, la cual se hizo famosa en México por ser la única compañía aérea extranjera en abrir una ruta hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

La aerolínea fue incluida por el gobierno de Estados Unidos en la lista de empresas sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), por sus vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro.

De acuerdo con las autoridades de Paraguay, entre el 12 y el 15 de mayo, el avión estuvo en el aeropuerto Guaraní de la ciudad de Minga Guasu –a 30 kilómetros de la “Triple Frontera” entre Paraguay, Brasil y Argentina, una famosa zona de contrabando–, con un cargamento de cajas de cigarrillos comercializados por la empresa TABESA, que llevó a Aruba para “entregarlos” a Tabacos USA Inc, una filial de la misma TABESA.

Aquí la historia se vuelve más turbia: según las autoridades paraguayas, TABESA y Tabacos USA Inc pertenecen al expresidente paraguayo Horacio Manuel Cartes Jara y su hermana, Maria Sarah Cartes, por lo que la operación de facturación del cargamento de cigarrillos por 754 mil dólares resultó una simulación.

El cargamento fue recibido en Aruba por la empresa Tabacal Free Zone NV, que pertenece a la familia Mansur, conocida –según las autoridades de Paraguay– por involucrarse en contrabando de cigarrillos, narcotráfico y lavado de dinero.

El avión arribó a Buenos Aires el pasado 6 de junio, proveniente de Querétaro, en México, donde supuestamente había cargado autopartes y piezas automotrices. Dos días más tarde salió rumbo a Montevideo, en Uruguay, pero ese país le negó el acceso a su espacio aéreo, por lo que debió dar la vuelta y aterrizar a Argentina, donde fue retenido.

Ahí la prensa se enteró que la tripulación era integrada por iraníes y venezolanos, y que uno de los tripulantes iraníes era integrante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, un grupo militante que el gobierno estadunidense considera terrorista.

El Boeing 747 fue vendido a Emtrasur en enero pasado por la compañía aérea iraní Mahan Air, también sancionada por la OFAC por sus supuestos vínculos con la Fuerza Queds, un brazo armado de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y en 2011 fue acusada por Washington de transportar cargas militares en aviones civiles.

La retención del avión y las sospechas sobre su tripulación generaron una fuerte molestia en Caracas, donde el gobierno de Nicolás Maduro reclamó a Uruguay por negarle al avión el acceso a su espacio aéreo, que pudo haber “causado una tragedia, vidas humanas y daños a ambas naciones”.

En Argentina, la prensa y el gobierno siguen investigando sobre el avión, la tripulación y Emtrasur, en un caso donde brotan dudas cada día.

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