violación

Neurólogo condenado en EU por violación contra pacientes, Cruciani, fue hallado muerto en la cárcel

Ricardo Cruciani debía enfrentar la audiencia de sentencia, que hubiera podido ser de prisión perpetua, por 12 cargos de agresión sexual depredadora, abuso sexual, violación y otros delitos, en contra de sus pacientes.
miércoles, 17 de agosto de 2022 · 11:14

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El neurólogo Ricardo Cruciani, de 68 años, quien fue condenado en Estados Unidos por 12 cargos de agresión sexual depredadora, abuso sexual, violación y otros delitos, en contra de sus pacientes, fue encontrado muerto sentado en el sector de duchas de la unidad penitenciaria con una sábana alrededor del cuello, en el centro Eric M. Taylor, del complejo carcelario en la isla de Rikers, en Nueva York.

De acuerdo con La Nación, el fallecido debía enfrentar la audiencia de sentencia, que hubiera podido ser de prisión perpetua, el 14 de septiembre.

De acuerdo con información publicada por The New York Times, Cruciani murió la madrugada del lunes, una hora después de que fuera atendido por el personal carcelario que lo encontró en el centro Eric M. Taylor, del enorme complejo carcelario de Rikers. 

Indicó que se abrirá una investigación para determinar si el complejo correccional neoyorkino incumplió la orden dictada por la Corte de Manhattan para que pusieran al médico en vigilancia preventiva de suicidio, inmediatamente después de que fuera condenado, hace menos de un mes.

La muerte de Cruciani cuando estaba en custodia encendió alarmas por la presunta responsabilidad del personal carcelario.

En un comunicado citado por The New York Times, el comisionado del Departamento Correccional de Nueva York, Louis A. Molina, dijo que estaba “profundamente triste al enterarse del fallecimiento de esta persona bajo custodia.

Llevaremos a cabo una revisión interna preliminar para determinar las circunstancias que rodearon su muerte. Nuestros pensamientos y oraciones están con sus seres queridos”.

El abogado del neurólogo argentino, Frederick L. Sosinsky, sostuvo en un comunicado que los representantes legales y los familiares de Cruciani “están conmocionados y entristecidos más allá de lo imaginable después de haberse enterado de su muerte violenta mientras estaba bajo custodia de la ciudad” de Nueva York.

Sosinsky, un reconocido abogado penalista neoyorkino, señaló que, tras la decisión del jurado contra su cliente, había solicitado al Tribunal que se extremara la vigilancia sobre Cruciani durante su estancia en la prisión. 

El juez había ordenado al Departamento Correccional del Estado de Nueva York que colocara al neurólogo “bajo custodia protectora y bajo vigilancia de suicidio” con supervisión durante todo el día, incluso mientras usaba el baño en el pabellón general del centro de detención Eric M. Taylor, de Rikers.

“Ninguna de estas condiciones, que sepamos, se cumplió nunca”, sostuvo Sosinky, que pidió a la Corte de Manhattan que se investiguen las circunstancias de la muerte de Cruciani y si se incumplió la orden judicial de vigilancia de suicidio.

Según los registros, Cruciani ingresó en el sector de duchas del centro Eric M. Taylor a las 4.23 del lunes, y fue encontrado inconsciente a las 5.35 por uno de los guardias que revisaba la zona de alojamiento de detenidos. No se sabe si ese protocolo efectivamente se cumplió, dijeron fuentes del caso.

El caso

La Nación señaló que los hechos atribuidos a Cruciani habrían ocurrido entre 2002 y 2014, cuando prestó servicio en el prestigioso hospital Monte Sinai Beth Israel, de Nueva York.

Ahí, como encargado del área de cuidados paliativos, era responsable de administrar tratamiento a pacientes con dolor crónico o debilitante causado por trastornos neurológicos.

Seis mujeres que habían sido sus pacientes lo denunciaron ante la fiscalía del distrito de Manhattan por haberlas besado, manoseado o mantener relaciones sexuales no consentidas.

Hace dos semanas, un jurado lo declaró culpable de 12 cargos de agresión sexual depredadora, abuso sexual, violación y otros delitos.

En febrero de 2018, el médico fue arrestado por orden de un tribunal de Nueva York, aunque recuperó la libertad luego de responder a una fianza de un millón de dólares.

Para entonces ya gozaba de una libertad condicional luego de haber sido sometido a proceso en el estado de Pensilvania, luego de que siete mujeres lo acusaran de haberlas tocado y besado sin su consentimiento. La mayoría de esos casos ocurrieron en 2013.

Tras haberse declarado culpable en esa causa, el acuerdo con los fiscales de Filadelfia decretó la pérdida de su licencia profesional y quedó registrado como “agresor sexual”.

Las autoridades creen que, en un periodo de 12 años, al menos 17 mujeres lo denunciaron por conducta sexual inapropiada en Pensilvania, Nueva York y Nueva Jersey.

Según informó The New York Times, “durante su juicio en la Corte Suprema del Estado de Nueva York, los fiscales dijeron que Cruciani, quien una vez tuvo una reputación como un médico agradable y brillante con un don particular para tratar el dolor crónico, había participado en un patrón de comportamiento desagradable con varias mujeres que trató.

“Al principio, Cruciani abrazaba a sus pacientes con demasiada fuerza o pasaba los dedos por sus cabellos, dijeron los fiscales. Eventualmente, su comportamiento se intensificaría y manoseaba a las mujeres sin permiso, y las obligaba a tener relaciones sexuales o realizar otros actos sexuales. En las demandas, algunas mujeres lo acusaron de tener medicamentos para el dolor recetados en exceso que las dejaron dependientes de él”, indicó.

Hillary Tullin, una expaciente de Cruciani que afirmó haber sido agredida sexualmente por el médico en varias ocasiones, sostuvo en una entrevista que, aunque “sentía lástima por sus hijos”, también sentía pena “por todas las víctimas que nunca tendrán la oportunidad de confrontarlo”.

“Finalmente, se dio cuenta de que no había salida. Los miembros del jurado creyeron lo que dijimos. Era real: iba a ir a la cárcel de por vida”, afirmó Tullin.

Cruciani fue arrestado por primera vez en Pensilvania en 2017, aunque allí logró un acuerdo que le exigió entregar su licencia médica, a cambio de eludir la cárcel. En 2018 fue acusado por otros cargos de agresión sexual en Manhattan.

La pandemia del coronavirus retrasó el inicio del juicio, que finalmente comenzó en junio pasado. A fines de julio, Cruciani fue condenado y enviado a Rikers para esperar la sentencia, pero se suicidó.

 

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