Los absurdos del deseo

lunes, 12 de octubre de 2009 · 01:00
Almadia
  
Juan Villoro es un escritor que le gusta abordar diferentes géneros literarios y buscar diversas fórmulas narrativas, lo que muestra en la vasta obra que ha dado a conocer, como en sus libros para niños Las golosinas secretas (1985) y El profesor Ziper y la fabulosa guitarra eléctrica (1992), las colecciones de cuentos La noche navegable (1990) y Los culpables (2007), las novelas Materia dispuesta(1997) y El testigo (2004) y las crónicas Tiempo transcurrido (1996) y Dios es redondo (2006), entre otros Ahora da a conocer una novela breve titulada Llamadas de Ámsterdam (Ed Almadía Oaxaca, 2009 80 pp)
 
La novela cuenta la relación amorosa entre Nuria y Juan Jesús Luego de un breve noviazgo deciden vivir juntos Entonces él obtiene una beca para estudiar pintura en Ámsterdam La pareja decide aceptar pero antes de partir, al padre de Nuria se le detecta una enfermedad terminal, por lo que suspenden la partida El cuidado del enfermo y sus respectivos trabajos los separan paulatinamente hasta el divorcio Años después Juan Jesús consigue el teléfono de Nuria que vive en la calle de Ámsterdam, llama y establecen una relación telefónica, en dónde el finge estar en la ciudad holandesa y ella simula creerlo Así entre remembranzas y diálogos se dan cuentan de la permanencia de sus pretensiones
 
En Llamadas de Ámsterdam Villoro explora los absurdos del deseo Los sujetos ansían al ser amado y buscan establecer una relación Cuando la alcanzan la realidad termina con las fantasías, que los amantes han hecho sobre cada uno, y acerca de la forma de compartir En particular ocurre el desencanto porque quiénes se quieren idealizan al sujeto amado atribuyéndole facultades y caracteres que no tiene, y en la vida diaria responde de manera no esperada Es entonces que surge la desilusión que lleva a la ruptura, por el impulso de encontrar al ser ideal y la situación perfecta
 
No obstante, el tiempo y el conocimiento de otros muestran la esencia del amado abandonado y los amantes intentan recuperarse, pero caen en el mismo error de idealizar por lo que vuelve la decepción y el dolor Así lo escribe Villoro: "El fantasma de Nuria se sobreponía a la figura? El problema sólo podía agravarse con el tiempo; Juan Jesús evocaba a una mujer que sólo en parte existió con él, la perfeccionaba en su imaginación para hacerse el mayor daño posible"
 
Llamadas de Ámsterdam es una buena novela a secas, sin la amplitud narrativa e imaginativa que Villoro ha mostrado en otros trabajos literarios

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