Dos revoluciones: 1810-1910

miércoles, 20 de noviembre de 2002 · 01:00
1940: La visión roja El año de 1940 es una fecha decisiva en la historia de la Revolución Mexicana Marca el fin de las reformas estructurales y el principio de la era de la consolidación del poder de la burguesía surgida de la revolución Desde 1938 se dejó sentir una presión creciente de la reacción sobre el gobierno de Cárdenas Para las elecciones de 1940, ésta se agrupó alrededor de la candidatura del general Almazán para la presidencia de la República Las elecciones del 7 de julio de ese año fueron accidentadas y violentas Después de anunciado el triunfo del candidato oficial, Manuel Avila Camacho, los partidarios de Almazán amenazaron con levantarse en armas ¿Qué visión tenían los comunistas en general de esa situación? Reproducimos a continuación las partes más salientes de un artículo que puede darnos idea de su posición El escrito es obra de James S Allen, uno de los principales dirigentes del partido comunista de los Estados Unidos durante varias décadas Apareció dos meses después de las elecciones, en Political Affairs, órgano teórico de esa organización que se encontraba en aquellos años en pleno auge Pese a lo ingenuo de algunos de sus enfoques, el artículo no carece de lucidez Las causas del auge de la oposición y los peligros que amenazan a la revolución están esbozados Lo trágico es que estas premoniciones nunca llegaron a transformarse en una política coherente de la izquierda mexicana La Revolución Mexicana -escribe James S Allen- se encuentra en su punto más crucial Presionada por las fuerzas de la reacción internacional, particularmente por el peso del coloso norteamericano, amenazada por dentro por la contrarrevolución armada, México conoce una confrontación de clases decisiva, cuyos resultados afectan a todo el hemisferio Almazán, estimulado por la reacción internacional y tolerado por Roosevelt que le permite conspirar desde territorio norteamericano, es el nexo de todas las fuerzas reaccionarias y obscurantistas que intentan ahora frenar el proceso mexicano Los intereses petroleros expropiados, británicos y norteamericanos, los nazis (alemanes y franceses), los fascistas italianos y los militaristas japoneses, estimulados por los reaccionarios mexicanos, están apostando al campo almazanista En un punto coinciden: frenar los avances democráticos de México e imponer una dictadura reaccionaria en el país, que sirva a los intereses de su grupo o combinación de grupos El propósito de Washington puede ser definido como un intento para obligar a México a una política acorde con su programa de control hemisférico y en relación a éste, Almazán es una carta invaluable En su papel de líder potencial de una rebelión armada, tanto Washington como la reacción interna lo han usado para chantajear el régimen de Cárdenas, obligándolo a importantes concesiones tanto en política nacional como internacional En sus declaraciones desde La Habana y los Estados Unidos, Almazán ha atacado el gobierno de Cárdenas, indicando que él y sus aliados están presionando por una solución, antes de que el Presidente electo Avila Camacho tome posesión el 1o de diciembre Además, ha tomado el siguiente paso hacia la rebelión armada al establecer, desde el 7 de julio, una máquina electoral dual que va desde las urnas hasta un parlamento almazanista que ha declarado ya a uno de sus personeros, presidente provisional de México Utilizando la perspectiva de un posible levantamiento, Washington aumenta su presión sobre Cárdenas y Camacho Mientras Almazán conversa con sus jefes en Texas y agita su espada como jefe de una posible insurrección, los emisarios de Roosevelt en la ciudad de México invocan los horrores de la guerra civil y recomiendan la muerte pacífica de la revolución del pueblo mexicano En otras palabras, a la manera tradicional de la intriga imperialista yanqui, Washington juega ambas cartas, vigilando cuidadosamente el desarrollo de la situación y listo para inclinar su peso decisivo del lado más útil para sus objetivos de control hemisférico Ya bajo la presión del imperialismo norteamericano y la reacción interna, el gobierno de Cárdenas ha sido debilitado por una serie de importantes concesiones que han fortalecido a la contrarrevolución En relación a la situación internacional, esas han tomado la forma de una aceptación reticente pero general por uno de los puntos fundamentales de la política exterior de Washington La reacción almazanista ha penetrado entre los obreros petroleros y ferrocarrileros, usando esas posiciones para desacreditar los logros de Cárdenas y producir una ruptura entre obreros y gobierno La responsabilidad de esa situación debe ser compartida por el presidente Cárdenas y sus seguidores Este ha sido forzado por la situación a cometer el error de proponer una reorganización de la industria del petróleo y los ferrocarriles, pidiendo a los trabajadores que carguen con su costo Los obreros de esas industrias estaban cansados de oír una y otra vez el llamado al sacrificio en nombre de la revolución, mientras que no se tomaba medida real alguna contra la corrupción, el aumento del costo de la vida, el poder de los terratenientes y las empresas extranjeras Cada vez que levantaban sus demandas de aumentos de salarios, se les contestaba con conferencias sobre la necesidad de seguir sacrificándose en aras de una "democracia obrera", que no existe y una "sociedad sin clases" que aparentemente debía incluir a la Anaconda, los intereses del grupo Portes Gil y posiblemente incluso a la Standard Oil Igualmente serio es el atraso en la reforma agraria y el fracaso del gobierno para proporcionar ayuda centralizada a los ejidos existentes y las empresas cooperativas en la agricultura Durante el régimen del presidente Cárdenas el programa de distribución de tierras a los ejidos fue mayor que el de cualquier otro gobierno desde el comienzo de la Revolución Mexicana Pero hacia el final, la tendencia ha sido la de frenar la extensión de la reforma para millones de peones y campesinos con insuficientes tierras y la resistencia a confiscar las haciendas que todavía dominan en una u otra forma, la mitad de las tierras de labor de México Los problemas de los ejidatarios, las condiciones feudales de los peones y el descontento de un número creciente de pequeños y pobres propietarios, ofrecen un campo fértil a la contrarrevolución La política promovida por algunos círculos del PRM de esperar hasta la sucesión "pacífica" del 1o de diciembre es suicida, pero es en este período en el cual se está decidiendo el programa del nuevo gobierno La nueva iniciativa para un renacimiento de la revolución -necesidad suprema de México hoy- sólo puede venir de la lucha de las masas en defensa de treinta años de logros revolucionarios Hasta aquí James H Allen, que demostró tener razón en varios puntos Si bien la reacción no triunfó en toda la línea, a partir del gobierno de Avila Camacho las reformas favorables a obreros y campesinos se hicieron cada vez más escasas y los trabajadores y la izquierda perdieron la iniciativa por cerca de veinte años (Proceso No 0474 / 2 de diciembre de 1985)

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