La quiebra técnica de Bital
Luego de siete años de descalabros financieros, fusiones, adquisiciones y limpias de bancos dentro del sistema bancario, el rescate y saneamiento de la banca en México aún no concluía: Banco Internacional era el gran pendiente del gobierno federal
Bital, el quinto banco más grande dentro del sistema mexicano, con activos que superan los 130 mil millones de pesos, atravesó nuevamente por una grave crisis económica que lo mantuvo prácticamente al borde la quiebra técnica
Las insuficiencias de capital, la tardanza de sus accionistas nacionales para inyectarle recursos frescos con el fin de que siguiera operando y el desistimiento de sus socios extranjeros de hacer una oferta de compra, en particular del español Banco Santander Central Hispano (BSCH), fue lo que puso en alerta a las autoridades financieras
Al cierre del primer trimestre del año, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el índice de capitalización de Bital fue de nueve por ciento sobre sus activos totales en riesgo, muy por debajo de los estándares internacionales, que es de 12 por ciento
Ello significa, de acuerdo con estimaciones preliminares de los analistas y funcionarios del IPAB, que ese banco requería urgentemente recursos frescos por unos 8 mil millones de pesos (800 millones de dólares) como mínimo
Apenas el 31 de julio el consorcio asegurador holandés ING anunció la firma de un acuerdo con los socios de Bital para adquirir el 192 por ciento de las acciones del banco por un monto de 200 millones de dólares No obstante ello, los analistas consideraron que ese monto era insuficiente para la capitalización que requería Bital
Su capital básico (que excluye a los impuestos diferidos) se redujo en más de mil 300 millones de pesos en el último año, equivalente a una reducción de capital de 50 por ciento, con lo que su capital ascendió al cierre de marzo a tres mil millones de pesos
Con mil 379 sucursales en todo el país y cerca de 15 mil trabajadores que manejan poco más de 5 millones 800 mil cuentas, Bital no dejó de recibir subsidios del gobierno federal
El apoyo gubernamental a través de los llamados impuestos diferidos, es decir aquellos que Hacienda les permite postergar en el tiempo con el objeto de que en el presente formen parte de su capital, creció en el último año casi 66 por ciento
Es decir, de acuerdo con los datos de la CNBV al primer trimestre, las operaciones mediante subsidios diferidos se elevaron en mil 640 millones de pesos, para dar un total de 4 mil 119 millones en el periodo de referencia
Las cifras oficiales revelan también que el resultado neto de operación al mes de marzo del 2002 fue de sólo 772 millones de pesos, mientras que los ingresos derivados del pagaré del Fobaproa-IPAB ascendieron a 4147 millones de pesos, lo que significó el 16 por ciento de los ingresos totales de este banco
Sin ellos, Bital hubiera registrado una pérdida de operación del orden de 286 millones de pesos Más aún, ese banco tiene en su poder pagarés de capitalización y saneamiento extendidos por el Fobaproa ?incluyendo los del Banco del Atlántico-- del orden de los 63 mil 200 millones de pesos, que le genera intereses anuales por unos 4 mil 900 millones
Los accionistas de Bital, encabezados por el empresario Luis Berrondo, tenían hasta finales de este año para capitalizar al banco, pero la indecisión de los socios extranjeros y la imposibilidad de los nacionales para meterle dinero, hacían inminente una intervención de las autoridades, afirmó a Proceso Jesús Almazán Barquet, analista bancario de Bursamétrica Magnament, socio en México de la correduría y calificadora de valores Standar & Poor´s
"Las autoridades tendrían que tomar el banco, pues su problema principal es el capital tan pequeño que tiene, y el riesgo de incumplimiento de pago de sus obligaciones es alto", dijo el especialista, cuyas declaraciones fueron desmentidas por la CNBV que el pasado 14 de agosto afirmó que no intervendría Bital
Una alternativa que prevé la Ley de Protección al Ahorro es que el IPAB puede otorgar apoyos transitorios a las instituciones bancarias insolventes
No obstante ello, la tendencia internacional señala que los costos de apoyar bancos en mal estado son mucho más altos que su cierre oportuno, y como ejemplo, dijo por su parte el analista financiero Mario Di Costanzo, están Serfín, Bancrecer, Atlántico y ahora Bital, que en su momento recibió apoyos del Fobaproa por 46 mil millones de pesos
Destacó que el IPAB requiere de la autorización de la CNBV para intervenir cualquier banco y hasta el momento esa autoridad no ha decidido nada al respecto, a pesar de conocer perfectamente la mala situación financiera de Bital, lo cual estaría encareciendo el costo fiscal de su eventual intervención y saneamiento que finalmente nunca se dio