Tan seguro está el arrogante presidente de Estados Unidos, George W Bush, de concluir la tarea que dejó pendiente su padre del mismo nombre hace 12 años, que según el secretario de Defensa de ese país, Donald Rumsfeld, “una guerra contra Irak duraría seis días o quizás seis semanas, pero en ningún caso seis meses”
Poco antes de reunirse con uno de los aliados incondicionales de Washington para atacar al régimen de Bagdad, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Rumsfeld insistió en que los esfuerzos diplomáticos para “desarmar” al régimen del mandatario Saddam Hussein han fracasado, a pesar de que su país sí ha fracasado estrepitosamente en demostrar que Irak cuenta con armas de destrucción masiva
Rumsfeld visitó la base aérea estadunidense en Aviano, situada al norte de Italia, en donde advirtió que una inminente guerra contra Irak “no significará el fin de la lucha de Estados Unidos contra el terrorismo”
Entre tanto, en más preparativos de guerra, Washington despachó el viernes otros dos portaaviones a la región del golfo Pérsico, a los que se sumaron la 101 división aerotransportada y una unidad de élite
Los efectivos estadunidenses en la región ya llegan a los 110 mil, de los cuales casi la mitad se han establecido en el emirato árabe de Kuwait 07/02/03