* Se han incrementado la población con bajos ingresos por el neoliberalismo, dice México, D F, 28 de abril (apro)- La economista Ifigenia Martínez dijo hoy que “en México se han acentuado las diferencias sociales e incrementado el número de familias y personas con bajos ingresos, lo que es un rasgo distintivo del neoliberalismo, modelo aplicado para América Latina” Al dictar la ponencia “Proyecto nacional y neoliberalismo”, en el marco de las actividades del 30 aniversario de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Martínez afirmó que “las cifras y estudios sobre las necesidades de la población en la región son aterradores” El Banco Mundial aseguró que es en Latinoamérica donde más creció este problema, “lo que se debe a un nuevo colonialismo que incrementa las desigualdades”, añadió “No obstante, hay capas de la población que han aprovechado el auge del sector exportador; es decir, la vinculación económica con el ámbito externo les ha generado utilidades”, indicó Martínez, exdirectora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, explicó: “El neoliberalismo supuso el cambio radical de la forma de ejecutar las políticas económicas, y transformó la función del Estado en esta materia Antes era promotor; es decir, a pesar de sus múltiples rasgos de autoritarismo, fomentaba el desarrollo para incrementar la base productiva del país y satisfacer las necesidades de los mexicanos “Esto se sustituyó por un modelo donde el gobierno es contraído, limitado y reducido, lo que ocasionó grandes problemas porque se dedicó a buscar la estabilidad con un nulo incremento de los precios”, abundó En su opinión, “hay consenso sobre la necesidad de promover el desarrollo: debemos crecer para generar empleos y conseguir fondos para impulsar el bienestar social” Sin embargo, agregó, mientras hay asentimiento en torno a la reforma jurídica del Estado y el tránsito hacia la democracia, hay diferencias sustantivas en materia de política económica, y quizá la más trascendente sea la de su papel en la administración Afirmó: “El neoliberalismo en boga sostiene que en un entorno internacional debe prevalecer el libre juego del mercado, sobre todo en la esfera del comercio, servicios, movimientos de capital y tipo de cambio, y que en aras de la estabilidad, el gobierno no debe realizar actividades productivas y limitar su papel a la regulación y vigilancia “Esa concepción choca con la historia de nuestro país de 1934 a 1982, y en esa contradicción con la realidad radica el fracaso de éste modelo”, señaló