Guadalajara, Jal , 23 de julio (apro)- Desde que el multimillonario estadunidense y presunto pederasta Thomas Frank White Norman, puso a Puerto Vallarta en el mapa internacional de la prostitución infantil a fines de la década pasada y principios de la actual, en este centro turístico proliferan las organizaciones; y hasta agencias de viajes que la promueven y hoteles que la propician El problema mayor se presenta en temporadas altas, como ésta que va de junio a agosto; y durante los meses de marzo y abril La investigadora del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, Patricia Medina Covarrubias, realizó una investigación al respecto y ha concluido que algunas agencias de viajes internacionales ofrecen a los turistas paquetes "todo incluido" en los que, además de hospedaje, alimentación y bebidas, no falta la droga y el sexo con menores de ambos sexos, sin importar tendencias o preferencias La académica afirma que "está en aumento el número de hombres que prefieren a los niños, más que a las niñas para tener sexo Los turistas vienen de sus países hastiados de su sistema de vida y buscan vivir nuevas experiencias" Desde hace varios años, sobre todo a partir del 2000, varios padres de familia encabezados por María Nicolasa García Reynoso, comisionada local en Puerto Vallarta del Frente Mexicano pro Derechos Humanos, venían denunciando el alarmante crecimiento de la prostitución infantil en ese lugar sin que nadie los escuchara Meses después pusieron nombre y apellido de los posibles responsables de tales hechos y ocurrió lo mismo: no hubo efecto alguno En marzo de 2002, Proceso publicó que Thomas F White Norman, principal accionista de la corporación financiera Merrill Lynch, formaría parte de una red internacional de pornografía y prostitución infantil con sede en San Francisco, California Se citaron casos concretos de denuncias penales en su contra y se revelaron nombres de víctimas, domicilios y fechas de su actuar Tiempo después, se dictó orden de aprehensión en su contra y luego fue detenido en Tailandia, donde todavía permanece Ahora, Patricia Medina y varios investigadores más del mencionado centro universitario que tiene su sede en Vallarta, han documentado que la red de prostitución internacional no tiene límites y que la información sobre esta clase de explotación de menores se difunde por todos los medios a nivel mundial, además de en ese negocio están involucradas algunas agencias de viajes y hoteles, aunque se niegan a dar nombres La especialista dice que esta "industria" trabaja en un especie de "corredor del Pacifico" que va desde Canadá y Estados Unidos hasta Sudamérica para ofrecer esta clase de "paraísos"; además, en ciudades como Tijuana, Acapulco, Tapachula, Cancún y Puerto Vallarta "Los principales clientes son hombres y mujeres de Estados Unidos y Canadá ", insiste Son "servicios" que se ofrecen a una especie de elite y a un precio bastante elevado, refiere la investigadora del Departamento de Estudios Socioeconómicos del citado centro Según la misma Patricia Medina, esta clase de empresas es operada por cadenas internacionales que ofrecen la actividad sexual a quienes tienen mucho dinero, donde los niños y niñas de entre once y 17 años son una mercancía desechable, pues mientras les sirven para la prostitución y la pornografía, los tienen en casas donde los mismos pederastas los "cuidan", luego los echan a la calle Señala, incluso que este mercado de la prostitución infantil es tan redituable o más que el mismo narcotráfico; su valor económico ronda los siete mil millones de dólares anualmente, lo que da idea de la magnitud del negocio, donde menores de la calle, como en el caso mexicano, son las víctimas De acuerdo con los estudios realizados por el Centro Universitario de Puerto Vallarta, los menores son sometidos a una explotación sexual extenuante, sin horarios y sin paga; sólo alimentación, cobijo y, sin bien les va, videojuegos y algunos otras distracciones, nada más Dice, finalmente, que si bien es cierto que muchos de esos niños fueron reclutados o secuestrados en la calle, también existen casos en que algunos padres de familia, en extrema pobreza, los han "comercializado" o simplemente vendido a sus hijos y que se trata de niños maltratados y que en buena parte proceden de familias desintegradas