"Desaparecido" por su propio ejercito
Desde hace más de una década, María Guadalupe Guzmán Romo, madre de Miguel Orlando Muñoz, se ha enfrentado a una poderosa institución del Estado mexicano: el Ejército Miguel, un teniente de las Fuerzas Armadas, desapareció en un cuartel de Ciudad Juárez, Chihuahua, y su familia cree firmemente que el alto mando castrense tiene mucho que explicar sobre el asunto
SAN FRANCISCO, CAL- Exiliada a causa de las amenazas que ha sufrido, la familia del teniente Miguel Orlando Muñoz Guzmán dice estar segura de que el Ejército Mexicano es responsable de la "desaparición forzada" del militar, ocurrida hace 13 años en el 26 Batallón de Infantería adscrito a la V Zona Militar con sede en Chihuahua
Más aún, con base en diversas pruebas, asegura que el culpable es el general Luis Montiel López, miembro de la Brigada Blanca y procesado por su participación en la guerra sucia
La historia inició el 8 de mayo de 1993 Ese día, Muñoz Guzmán se comunicó con su madre: "Güera -le dijo en tono cariñoso-, estoy muy contento porque mañana me voy a México para hacer los exámenes de ingreso a la Escuela Superior de Guerra Te llamaré pasado mañana para felicitarte por el Día de las Madres", cuenta María Guadalupe Guzmán Romo
A doña Lupita, la madre del militar, se le quiebra la voz al recordar: "Todavía estoy esperando esa llamada; 13 años después, sigo esperando ¡Quiero que el Ejército Mexicano me devuelva a mi hijo como se lo entregué! Tengo fe de que mi hijo esté vivo Esa es la esperanza en Dios, que me mantiene viva Y como en las llamadas anónimas que recibí me dijeron que lo tenían en una prisión militar, pensamos que puede estar en el Campo Militar Número Uno ¿Cómo comprobarlo? ¿Quién entra a las prisiones militares? Nadie"
Doña Lupita ha buscado a su hijo incansablemente Su tenacidad la ha llevado a interceptar en actos públicos a los tres últimos presidentes mexicanos: "A los tres los he visto a los ojos para entregarles el expediente de mi hijo y pedirles lo mismo: 'Regrésenme a mi hijo' Pero nada El que menos nos ha hecho caso es el presidente Vicente Fox Yo me pregunto si él no tiene sentimientos de padre Lo único que le pido es que se ponga en mi lugar ¡Que piense qué haría si desaparecieran a su Vicentillo!"
La desaparición del militar consta en la averiguación previa SC/139/93 en la quinta agencia del Ministerio Público Militar Luego en una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos con la clave CNDH/121/93, posteriormente en Ciudad Juárez se abrió el caso CHI/S03994000 y después se establecieron los procesos SC/003/98-E y SC/005/99-E
El hecho fue denunciado inmediatamente ante la Secretaría de la Defensa Nacional y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua Finalmente, ante la falta de respuesta de la justicia mexicana, la familia presentó el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos en marzo de 1999 El organismo acaba de dictaminar de manera contradictoria que "no existe desaparición forzada", aunque sanciona al gobierno mexicano porque considera que se violaron "los derechos al juicio justo y a la protección judicial" La comisión se reunirá esta semana para decidir los pasos a seguir
"Es un absurdo -dice indignada María Guadalupe Muñoz Guzmán, hermana del militar- Fueron siete largos años de proceso Al inicio del informe reconocen que hay una desaparición forzada, reconocen las irregularidades del caso, reconocen que hay militares involucrados dentro de la desaparición, pero después se retractan Creo que es por intereses políticos y diplomáticos No quisieron hacer bien su trabajo Y no es justo, porque llevamos 13 años luchando Para nosotros es muy doloroso el paso de los días Queremos rescatar a mi hermano con vida y el tiempo pasa inexorablemente Necesitamos ayuda de un organismo exterior"
Para Guadalupe Muñoz, este "dictamen ambiguo" es producto de las estrategias diplomáticas del gobierno mexicano para paralizar los juicios sobre la guerra sucia: "Si hubiera un dictamen favorable a la desaparición de mi hermano, significaría un parámetro para que se resuelvan judicialmente los otros casos de la guerra sucia Un dictamen contra México sería el reconocimiento de que el Ejército sí ha cometido violaciones de derechos humanos Hasta el momento, el Ejército Mexicano ha sido protegido dentro y fuera de México Y sigue intocado y seguirá siéndolo mientras el gobierno de Vicente Fox permita que los casos de la guerra sucia sigan impunes"
Los narcomilitares
Desde la desaparición del teniente Muñoz Guzmán, el destino de su familia cambió radicalmente Primero, dejó su pueblo natal San Julián, Jalisco, para trasladarse a la capital mexicana
Miguel Muñoz García, padre del militar, viajó de Jalisco hasta Ciudad Juárez, el 16 de mayo de 1993, para averiguar en el cuartel el paradero de su hijo, ya que la versión oficial del Ejército era que el joven oficial había desertado falsificando un documento, versión que su padre rechazó
Tras muchas idas y venidas, el 29 de septiembre de 1997, sabiéndose a las puertas de la muerte, Miguel Muñoz puso por escrito, a manera de última voluntad, todo lo que había averiguado y que, hasta ese momento, mantenía en secreto para proteger a su familia: "Mi hijo se dio cuenta de que el general Luis Montiel López, comandante de la V Zona Militar, y el teniente coronel Pedro Gutiérrez López, son narcomilitares y que reciben de manera regular y en varias ocasiones durante el mes fuertes cantidades en dólares por parte de narcotraficantes y conocidos de la zona a cambio de su protección y libre tránsito"
"Mi marido murió de tristeza buscando a su hijo Le dio un infarto No soportó el dolor tan grande de tenerlo desaparecido -dice doña Lupita- Ahora ya no me interesa que se haga justicia, porque ya sé que en México no existe Sé que a esos criminales los tienen protegidos Yo nomás quiero que me devuelvan a mi hijo"
Tras la muerte de don Miguel, las amenazas empezaron a llegar vía telefónica: "Recibimos tantas llamadas anónimas Me decían que no estuviera involucrando al Ejército 'porque se me iba a voltear la tortilla', o que tenían muy bien vigilado a mi hijo, que más nos valía callarnos Una vez, me gritaron: 'Si quiere ver otra vez a su tenientito de banqueta, no hable mal del Ejército'"
-¿Reconoció la voz del que llamaba?
-Sí, después nos dimos cuenta que era el comandante Pedro Gutiérrez López Nunca lo encontraba, hasta que un día me contestó el teléfono Entonces supe que era la misma voz de las amenazas Es un criminal ¿Por qué lo tienen allí? ¿Por qué lo protegen?
Los llamados de distintos organismos de derechos humanos para encontrar al teniente han sido recurrentes, pero hasta la fecha no hay una respuesta oficial
Ante la difusión internacional que tuvo el caso, los responsables de la desaparición del teniente reaccionaron En octubre de 2000 pretendieron secuestrar a doña Lupita y a su hija, justamente días antes de viajar a Washington para asistir a las audiencias en relación con la denuncia presentada ante la CIDH Ambas fueron interceptadas a plena luz del día en la colonia Roma del Distrito Federal por unos desconocidos que intentaron sacarlas a la fuerza del auto En ese momento, la policía local pasaba por el lugar y detuvo a los sospechosos, quienes, luego de identificarse, fueron puestos en libertad
Debido a esta situación, la familia se exilió en Estados Unidos para continuar de cerca el proceso en la CIDH: "Desde que mi hijo desapareció, no he tenido un día de paz o de tranquilidad Vivo a diario con esta tortura Desesperada Esto que sufro no se lo deseo a nadie, ni a los que me arrebataron a mi hijo Lo que vivo no se compara ni con la muerte", dice doña Lupita
Historia truculenta
Los detalles sobre la desaparición de Miguel Orlando Muñoz Guzmán siempre conducen al Ejército En 1983, a la edad de 15 años, ingresó en el Colegio Militar de la Ciudad de México En 1987, obtuvo el grado de subteniente y fue enviado al 16 Batallón de Infantería en Nuevo Laredo, Tamaulipas A los 21 años ascendió a teniente y asistió al curso Fuerza Tarea Marte X
"Mi hermano llevó una conducta intachable durante los cuatro años que estuvo en Tamaulipas, y luego durante los nueve meses en Chihuahua Él es honesto, siempre trabajó con honor en el cumplimiento de sus deberes Siempre lo vi con mucho respeto hacia el uniforme, portándolo con gallardía", dice su hermano Martín Eloy
-¿Le comentó alguna vez que tuviera temor por su vida?
-Era muy cuidadoso para hacer comentarios relacionados con su trabajo Pero en los nueve meses que duró en Ciudad Juárez, lo noté confundido y decepcionado por lo que él veía de sus compañeros y superiores, sobre todo por cómo se estaban manejando cuestiones sobre el narcotráfico que están fuera de la ética militar Eso provocó su desilusión Quería ir a la Escuela Superior de Guerra, para cerrar la etapa de Ciudad Juárez
En el expediente judicial queda constancia de la rectitud de Muñoz Guzmán: "Tenía el reconocimiento de sus superiores y compañeros Nunca tuvo amonestaciones ni sanciones Su expediente militar es excelente"
Doña Lupita recuerda una conversación con Miguel Orlando : "Un día le dije: 'Hijo, ten mucho cuidado con el narcotráfico' Él me contestó: 'No se preocupe, madre, nomás no metiéndose con ellos El peor enemigo es el mismo verde (Ejército)'"
Los cinco hermanos del teniente han continuado la búsqueda Incluso, Martín Eloy acompañó a su padre en las pesquisas: "Fuimos a hablar con las autoridades militares de la zona, luego con el FBI y con la procuraduría"
Aprovechándose de las circunstancias, el abogado militar retirado Gabino Abad Virgen Peña les aseguró que encontraría al teniente sano y salvo en una prisión militar, pero sólo los estafó: "Nos decía que el procurador era su compadre, que luego de encontrar a Miguel nos íbamos a ir todos de fiesta Nos sacó 18 millones de pesos ¿Cómo es posible que el Ejército tenga estos elementos?"
Durante las últimas vacaciones que el teniente pasó con su familia, le confesó a su hermano Martín Eloy que estaba desilusionado del Ejército
Los largos años de proceso -registrado en las Fuerzas Armadas con la clave B-3829199 y con la 460050090003491 en la Secretaría de Gobernación- cambiaron por completo la imagen que la familia tenía del instituto armado: "El Ejército ha sido un perpetrador y violador de los derechos humanos Nos hemos dado cuenta del sufrimiento de los familiares de desaparecidos a manos del Ejército Para nosotros fue terrible saber que fue el propio Ejército el que desapareció a mi hermano Allí nos dimos cuenta de los sentimientos de las demás familias que, aunque sean civiles, estamos unidos por la misma lucha, porque nos une el mismo perpetrador", dice Guadalupe Muñoz Guzmán
Explica que a los narcomilitares no les convenía que su hermano Miguel Orlando se fuera a la Ciudad de México, en mayo de 1993: "Hay investigaciones que determinan que la Brigada Blanca, después de ejercer sus funciones, se vinculó con el narcotráfico mexicano y colombiano, todo para facilitar el libre tránsito de la droga desde Colombia hasta Estados Unidos"
El expediente judicial incluye las pruebas de las contradicciones del Ejército: "Primero ellos pretendieron aparentar que mi hermano había desertado, con la falsificación de la firma Los peritos designados por el propio procurador de Justicia Militar determinaron que era falsa Con base en esto, se empezaron a incluir nuevas líneas de investigación De allí se descubrió que el comandante del batallón, el coronel Pedro Gutiérrez López, estaba involucrado y obviamente otros oficiales de rango superior, como el general Luis Montiel López, actualmente general brigadier"
Añade: "Este general tuvo una entrevista con mi hermano y un testigo escuchó que le dijo: 'Si te metes en chingaderas, te voy a fregar' Se volvieron a reunir la segunda quincena de abril y mi hermano desapareció el 8 de mayo ¿Qué tenía que hacer un comandante de zona con un simple teniente? Es evidente que estaba tocando sus intereses"
Como "comandante de partida", el teniente se enteró de muchas irregularidades: "Supimos que él tuvo conocimiento del involucramiento de estos altos mandos para facilitar el libre tránsito de los narcotraficantes de la zona, es decir, del cártel de Juárez"
Otra de las irregularidades fue la intervención de Edwin Tonatiuh Ruiz Delgado, quien en sus declaraciones incurrió en numerosas contradicciones al intentar proteger al Ejército: "Él declaró que mi hermano salió de las instalaciones del batallón Fue el único que dijo eso, cuando en realidad es mentira, porque hay otras versiones de oficiales que aseguran que mi hermano estuvo dentro del batallón y nunca salió por sí solo"
Con los documentos en mano, Guadalupe Muñoz asegura que no habrá descanso hasta que se investigue correctamente el caso
Uno de los mayores obstáculos que encontró la familia fue la actuación del chileno José Zalaquett, comisionado de la CIDH de la OEA: "Sabemos que este señor siempre obstaculizó el proceso de mi hermano, siguiendo sus intereses personales y protegiendo los intereses políticos de México Es una pena que este tipo de personas se encuentren en organismos internacionales cuya función supuestamente es otorgar a las víctimas la justicia que les es negada en sus países ¿Cómo podemos acceder a la justicia si esta gente obedece a razones de Estado, diplomáticas o políticas, antes que al derecho?"
Guadalupe Muñoz decidió estudiar derecho en Guadalajara y en 1993 promovió el juicio 450 ante el juez primero de Distrito en Materia Penal del estado de Jalisco para gestionar el amparo y protección de la justicia federal a favor de la integridad de su hermano Su ahínco y dedicación ha llevado el caso hasta los organismos internacionales
"Mi hermano está con vida mientras no sepamos lo contrario -dice de manera contundente-; lo tienen por allí oculto ¿Cuántos casos de militares desaparecidos hay? Muchos, lo que pasa es que no son denunciados porque muchas familias se creen las versiones del Ejército o simplemente temen las represalias"