La vuelta de la "vieja Europa"

lunes, 4 de abril de 2005 · 01:00
México, D F, 4 de abril (apro)- A dos años de que la comunidad mundial se fracturara debido a la decisión unilateral de Washington de invadir Irak, la “vieja Europa” –como la calificara el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por no apoyarla– está de vuelta prácticamente en todos los puntos de conflicto del escenario internacional; tanto, que hasta la segunda administración del presidente George W Bush consideró prudente acercarse a ella y restañar heridas Por esas paradojas de la política, justamente ahora que salió el “blando” Colin Powell y entró la “dura” Condoleezza Rice al Departamento de Estado, la Casa Blanca consideró que había llegado “la hora de la diplomacia” Y, con esta agenda, a fines de febrero su inquilino se lanzó a una gira de “reconciliación”, que incluyó a las dos organizaciones insoslayables para la toma de decisiones estratégicas en el mundo occidental: la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) En términos de imagen, no se puede negar que el viaje fue todo un éxito Prácticamente no hubo fotografía donde Bush no apareciera sonriendo, abrazando y hasta tomando de las manos a Jacques Chirac, Gerhard Schröder o Vladimir Putin, tres de los líderes mundiales que más frontalmente se opusieron a la invasión de Irak y con quienes, aparte, mantiene divergencias en muchos otros campos Todos hablaron, además, de dejar atrás los agravios pasados y empezar “una nueva era” Y hasta ahí Si se ve un poco más allá de las declaraciones y las imágenes, los acuerdos concretos fueron mínimos Y es que la visión que Bush y Rice tienen del trabajo “diplomático” también es muy estrecha Tanto ella en su gira preliminar como luego su jefe en la oficial, fueron más bien a dictar su muy particular visión de las cosas, a regañar, a exigir y, en ocasiones, hasta a amenazar a todos aquellos que no se ajustaran a esta línea Y eso no se puede llamar diplomacia, sobre todo frente a los europeos que la conocen y la practican muy bien Así las cosas, ni siquiera en los temas coyunturales de las reuniones --bi y multilaterales hubo resultados relevantes En el caso de Irak, eje de la discordia, pese a las exitosas elecciones celebradas Washington apenas obtuvo de la OTAN un compromiso para entrenar a fuerzas de seguridad iraquíes que, en tiempo, número y monto, es verdaderamente insignificante; y, varios de los países, ni siquiera están dispuestos a hacerlo en el terreno, sino que desplazarán a los efectivos a otros sitios De involucrarse militarmente, ni hablar En el reabierto asunto de Irán, la concordancia se quedó meramente en el plano declarativo Sí, todos estuvieron de acuerdo en que no es conveniente que Teherán disponga de material nuclear con viabilidad bélica, pero no se diseñó una estrategia común Lo mismo ocurrió, básicamente, con Corea del Norte y con el presunto apoyo de Siria al terrorismo Sobre el levantamiento del embargo de armas a China volvió a haber una nota discordante entre París y Washington; y alemanes y franceses se mantuvieron inamovibles en su negativa de que la OTAN se convierta en un foro político, como desearían británicos y estadunidenses Finalmente, con Rusia, el “reencuentro” apenas superó la civilidad política Bush se pasó todo el viaje, hasta en su casa, criticando a Putin por el giro antidemocrático que está tomando su gobierno Y aunque Moscú requiere de las inversiones estadunidenses tanto como de las europeas, el dirigente del Kremlin no se detuvo en responder que la democracia rusa era sólo de los rusos, así como su agenda con países tales como Irán, Irak, Siria o Corea del Norte, que, ocurre, están directamente en sus fronteras Pero si, como supuso, con su legitimidad ratificada en las urnas el pasado noviembre Bush no logró en sus reuniones directas con los mandatarios europeos obtener las respuestas que esperaba, más interesante todavía es lo que ha ocurrido paralelamente o después de ellas en materia de correlación de fuerzas entre Estados Unidos y la UE en la política internacional En el caso de Irán, por ejemplo, hace meses ya que tres miembros de la UE (Alemania, Francia y Gran Bretaña) habían iniciado negociaciones con el régimen de Teherán, ofreciendo dar apoyo económico y tecnológico a cambio de que suspendiera su programa nuclear Estados Unidos, por su parte, aunque durante la gira europea aseguró que no tenía planes militares “inmediatos” para la nación persa, preconizó la presión vía la amenaza de llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU Inclusive fuentes periodísticas revelaron que Washington ya estaría llevando a cabo vuelos de reconocimiento sobre puntos estratégicos Después de varias escaramuzas verbales, en que todas las partes involucradas sostuvieron sus posiciones más duras, el 11 de marzo la secretaria Rice relajó la presión estadunidense, al anunciar que Washington estaba dispuesto a no obstaculizar más el ingreso de Irán a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y a estudiar la importación de repuestos para su aviación civil, con el fin apoyar los esfuerzos diplomáticos de la UE A cambio, ésta aceptó que si la negociación fracasaba, llevaría el caso a la ONU Teherán acusó a los europeos de traición y rechazó todas las ofertas; pero es evidente que se abrió un compás de distensión Algo similar puede decirse en relación con Siria Hace rato ya que la administración Bush incluye a este país entre los promotores del terrorismo internacional, pero las presiones se incrementaron considerablemente tras el asesinato en febrero del exprimer ministro libanés Rafik Hariri, del que se acusa a elementos prosirios La exigencia de Washington a Damasco es que retire inmediata y totalmente sus tropas de Líbano, conforme a la resolución 1559 de la ONU Acosado desde diversos flancos, el presidente sirio Bashir el Assad emprendió una retirada “gradual”, pero no sin recordar antes que esperaba también la desocupación, por parte de Israel, de los Altos del Golán Si bien en esta coyuntura hubo coincidencia entre estadunidenses y europeos, no es un secreto que estos últimos gustan de tener abiertos canales diplomáticos con las naciones del Medio Oriente De hecho Europa –y destacadamente Francia– ha constituido un permanente contrapeso al apoyo incondicional que Estados Unidos ha dado a los gobiernos de Tel Aviv Así ha sido también con los palestinos, como cuando Chirac abrió las puertas de un hospital parisino al agonizante Yaser Arafat y, más recientemente, cuando en el marco de la Hoja de Ruta, el encargado de la política exterior de la UE, Javier Solana, aseguró a su sucesor, Mahmud Abbas, que estarían con ellos hasta la consumación de un Estado independiente Frente a China, el gigante emergente, cada parte parece tener más definidas sus propias posiciones En Bruselas, muy claramente colisionaron la francesa y la estadunidense sobre un posible levantamiento al embargo de armas que pesa sobre Pekín Detrás hay evidentes intereses comerciales, pero también una diferente forma de aproximación al problema de Corea del Norte, en el que si alguien puede mediar, son precisamente los chinos Washington ha objetado permanentemente violaciones a los derechos humanos, aunque este año, al parecer, decidió equilibrar la balanza: sentó a Cuba, pero no a China, en el banquillo de los acusados de la ONU Y, justamente en el tema de Cuba, hay otra vez grandes divergencias entre los “reconciliados” aliados Si bien ante el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos en 2003 la UE tomó distancia de La Habana, desde principios de este año volvió a levantar las sanciones que pesaban sobre ella y es evidente que se está dando una intensa actividad diplomática entre ambas partes en vísperas de la votación en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU El Comisario Europeo de Desarrollo, Louis Michel, estuvo en la isla y el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, fue recibido por todo lo alto en Madrid Pero si en algo quedó claro que la “vieja Europa” sigue manejando sobre su propia agenda, fue en la reunión que sostuvieron en el Elíseo Chirac y Schröder, ahora acompañados por el presidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, con Vladimir Putin Recién regañado por Bush y con la muerte del líder checheno, Aslan Masjadov, todavía fresca sobre sus espaldas, al dirigente ruso se le hizo saber que “no está solo” A un lado quedaron los temas espinosos como la propia represión en Chechenia, los abusos de poder en Rusia, la intromisión en los asuntos políticos de Ucrania y hasta la venta de combustible a Irán Para la UE es fundamental que Moscú camine a la par de Europa, no importa lo que opine Washington En este resurgimiento activo de la mancuerna Alemania-Francia, sin duda la renovada presencia de España también constituye un reforzamiento de la línea europeista Prácticamente ninguneado en la cumbre de Bruselas por Bush, quien no le perdona el retiro de las tropas españolas de Irak, Rodríguez Zapatero no sólo está jugando un importante papel hacia el interior de la UE, sino también en las relaciones de ésta con otras partes del mundo a partir de sus propios intereses Como ya se mencionó antes, está jugando un papel mediador clave con Cuba, pero por afinidad histórico-cultural, también se ha convertido en un puente entre Europa y América Latina Este papel ya se perfiló durante la última Cumbre Iberoamericana, se amplió con la visita nada menos que de Hugo Chávez a la Moncloa y se ratificó ahora con el viaje de Rodríguez Zapatero a Caracas, donde, además, del presidente venezolano se reunió con el brasileño, Lula da Silva, y con el colombiano, Álvaro Uribe Y no sólo para tratar temas políticos, sino para firmar acuerdos de cooperación muy concretos La “vieja Europa” goza, pues, de cabal salud con la transfusión de esta sangre joven y está, de vuelta, en plena actividad

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