Focos rojos en el PRD

jueves, 7 de julio de 2005 · 01:00
México, D F, 6 de julio (apro)- Dos acontecimientos ocurridos en los últimos días tendrían que ser considerados por el PRD como "focos rojos" en la estrategia que está tejiendo rumbo a las elecciones del 2006 De una parte está la derrota en el Estado de México, y de la otra, los efectos de la virtual salida de Cuauhtémoc Cárdenas del partido El perredismo que está con Andrés Manuel López Obrador ha resentido estos dos impactos en los momentos en que el jefe de Gobierno del Distrito Federal se ubica en la cresta de todas las encuestas El primer golpe, la derrota en el Estado de México, afecta gravemente a la corriente lopezobradorista porque Yeidckol Polevnski fue la candidata a la que apoyó directamente el jefe de gobierno, no solo con recursos, sino políticamente Esta decisión provocó el enojo del perredismo en el Estado de México que, de inmediato, reaccionó provocando un vacío en la integración del equipo de campaña de la empresaria De hecho, desde el principio de la elección mexiquense, el PRD dio muestras de que no ha superado los viejos vicios que le han impedido fortalecerse institucionalmente a través de una estructura electoral completamente independiente de las corrientes y tribus que lo conforman Lo ocurrido en esa entidad resulta ser muy significativo para el PRD por varias razones: la primera es que salieron a relucir los efectos contraproducentes del voluntarismo e intolerancia de López Obrador, quien a pesar de la animadversión que ocasionó la imposición de la candidatura de Yeidckol Polevnsky, se mantuvo en su decisión y ocasionó la división interna También son aleccionadores porque la derrota de la empresaria reveló que la fuerza del perredismo y de López Obrador en el Distrito Federal no es lo suficientemente fuerte como para atraer los votos nuevos, que se ubican en el rango de los electores indecisos De la misma manera, resulta claro que los errores cometidos por el PRD y el jefe de Gobierno capitalino fueron aprovechados por sus adversarios que vieron en la pugna interna y en el vacío en el que se movió la candidata perredista, la gran oportunidad para ganar con una gran diferencia los comicios del domingo pasado Algo que podría ocurrir en pleno proceso presidencial del 2006 Es claro que si el PRD quiere ganar las elecciones del 2006 requiere fortalecer su estructura electoral al margen de lo que hagan las "redes ciudadanas" que está creando el equipo de López Obrador Y no sólo fortalecer lo que ya se tiene, sino ampliarlo porque el PRI es el único partido con capacidad para contar con representantes en todos los distritos y en todas las casillas que se instalen en el proceso electoral del año entrante También es evidente que López Obrador tendrá que poner su empeño para cambiar su famosa actitud intolerante y abrir los oídos a quienes lo critican de buena fe En caso contrario, el tabasqueño ocasionará nuevos pleitos entre las corrientes y tribus que forman el partido, y que ya han mostrado una inmadurez política que es reprobada por la ciudadanía Todo esto es necesario porque se vienen, al interior del partido, momentos difíciles por las peleas internas de quienes ya se creen gobernando el país, aun cuando ni siquiera han ganado las elecciones o por las posibles escisiones que podría ocasionar la salida virtual de Cuauhtémoc Cárdenas del PRD Los "focos rojos" deberían estar encendidos en el perredismo y en la llamada "verdadera izquierda", que se ha sentido desplazada por la corriente de López Obrador, porque si no se salvan las pugnas internas, se podría echar a perder la oportunidad histórica de ganar la presidencia en el 2006 Pero por lo que se alcanza a vislumbrar hasta el momento, no existe en el PRD nadie con la perspectiva ni con los deseos de formar alianzas o acuerdos que trasciendan las ambiciones particulares ni los intereses de grupo La carta del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas expresa, más que su legítimo interés por la construcción de una opción de izquierda, el deseo de obstaculizar el proyecto de López Obrador y, en el fondo, la desilusión, el enojo, que le embarga haber sido desplazado en su aspiración por la cuarta candidatura presidencial a través del PRD Si Cárdenas, líder moral y guía del perredismo desde su fundación, no fue capaz de aceptar la necesidad de construir acuerdos de interés general en beneficio de un proyecto de gobierno para el 2006, difícilmente lo podrán hacer los otros miembros de este partido que una vez más vuelve a demostrar que su peor enemigo no está afuera de sus filas, sino al interior

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