20 mil hectáreas de botín

domingo, 29 de octubre de 2006 · 01:00
En Puerto Peñasco, Sonora, donde se cuenta que hace tiempo algunas personas encontraron oro en las montañas cercanas, concurre ahora una nueva generación de gambusinos que han decidido explotar el oro turístico e inmobiliario que ha puesto a su alcance el llamado "Cancún del sexenio foxista", expone Proceso en su edición de este domingo 29 de octubre Se trata, entre otros ?de acuerdo con la población de pescadores que han sido despojados de sus formas tradicionales de vida--, de políticos y hombres de negocios como Hank, Bours, Beltrones, Chávez Morán y Palacios (a quienes podría sumarse Montiel), quienes, con el apoyo de los gobiernos federal y estatal, han ido desplazando a los lugareños mediante la construcción de hoteles, condominios de lujo, campos de golf y marinas a lo largo de 20 mil hectáreas y 150 kilómetros de litorales del Golfo de California Sobre estos terrenos del desierto de Sonora, que eran ejidales y que albergan la reserva ecológica El Pinacate ?rica en flora y fauna, como las águilas marinas, en peligro de extinción?, están siendo destruidos cientos de hectáreas de esteros formados en miles de años y en los cuales se reproducían almejas, ostiones, camarones, caguamas y otras especies marinas El enorme negocio inmobiliario del municipio de Puerto Peñasco inclusive ha trascendido la frontera y, aparte de los empresarios y políticos mexicanos, ha estado atrayendo inversionistas estadunidenses que ya empiezan a dominar el mercado Pero lo que para los gambusinos es una gran oportunidad, para los pobladores constituye una tragedia, porque la construcción de los hoteles de lujo ha eliminado su única forma de vida, la pesca y, con bardas y alambrados de púas, les han cerrado el acceso a lo que antes eran sus playas Y no sólo eso, sino que los habitantes de Puerto Peñasco están siendo lanzados hacia los cinturones de miseria de la ciudad, donde sus casas de cartón ?construidas a las orillas del canal de desagüe? carecen de luz, agua y drenaje, al igual que las de miles de trabajadores migrantes del sur del país que son contratados temporalmente como albañiles por las grandes constructoras Eufemísticamente este lugar se llama Nuevo Peñasco, destaca Proceso en un reportaje que aparece en su número 1565

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