El pez

jueves, 27 de abril de 2006 · 01:00
México, D F, 26 de abril (apro)- Dice el viejo refrán que "el pez por su propia boca muere" y esto es lo que, al parecer, le está ocurriendo al candidato de la coalición "Por el bien de todos", Andrés Manuel López Obrador El "Peje", como se le conoce al tabasqueño, iba muy bien en las encuestas hasta que cometió el error de abusar de su florido lenguaje y gritarle al presidente Vicente Fox "¡Cállate, chachalaca!" en protesta por el marcado apoyo del Ejecutivo federal al candidato del PAN, Felipe Calderón A partir de esta expresión López Obrador comenzó a cambiar en la percepción ciudadana y en tan solo un mes perdió hasta seis puntos en las encuestas poniéndose un empate técnico con Calderón El "Peje" habló de más y sus propias palabras le costaron muchos votos que ya había cautivado --aproximadamente cerca de 2 millones 400 mil--, si tomamos en cuenta que cada punto en las encuestas equivale a 400 mil votos López Obrador se mostró intolerante y autoritario con esta expresión, algo de su personalidad de la que mucho se había hablado pero que hasta entonces no se había expresado claramente Si el presidente Vicente Fox no tenía planeado sacar este rasgo distintivo de la personalidad del tabasqueño, tuvo la buena suerte de provocarlo al insistir en su campaña de apoyo indirecto a Felipe Calderón Más que tenaz, López Obrador siguió machacando diariamente con su campaña histriónica en contra de la "Chachalaca mayor", pensando, quizá, que no le afectaría en las preferencias electorales Al advertir los efectos negativos de esta expresión autoritaria, algunos miembros de su equipo le aconsejaron evitar su uso, pero las sugerencias no fueron atendidas por el tabasqueño hasta que era demasiado tarde, cuando el daño ya estaba hecho Andrés Manuel ratificó ante la mayoría de la población la idea que se tenía de su incapacidad de escuchar y atender los consejos Y esta debilidad fue muy bien explotada por el equipo de estrategas de Felipe Calderón que, además, de compararlo con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se dedicaron a difundir el autoritarismo inmanente del candidato presidencial del PRD "Es un peligro para México", le dijeron y el tabasqueño guardó silencio Frente a esta campaña negativa López Obrador no hizo nada, confiado en que no tendría éxito y que tenía el triunfo en sus manos, dejó correr el tiempo Error que sus contrincantes aprovecharon Hoy, después del debate López Obrador ha desdeñado nuevamente las encuestas que muestran una baja importante en las preferencias ciudadanas; y también el trabajo de los estrategas nacionales y extranjeros que los otros partidos han contratado "Ja, ja, ja", espetó en tono burlón en el Auditorio Nacional en la ceremonia de toma de protesta de los candidatos del PRD Con esta posición negó una realidad adversa y, al mismo tiempo, trató de desacreditar el trabajo profesional de asesores y encuestadores que se dedican a diseñar mensajes y campañas las 24 horas del día Y en lugar de poner a un equipo de expertos a preparar una respuesta en el mismo nivel y dimensión, le apostó a repetir la estrategia que le funcionó para inhibir el efecto político del desafuero, es decir, la movilización social, sin tomar en cuenta que una campaña electoral es distinta a un acto de poder como fue el frustrado juicio que se le entabló en la Cámara de Diputados López Obrador, candidato y al mismo tiempo estratega de su propia campaña, confía en que "el pueblo" será lo suficientemente activo y participativo para salir a las calles y plazas a defenderlo Mientras que, del otro lado, desde el PAN, ya estudian una nueva etapa de la campaña negativa en contra del perredista A dos meses de que concluya la campaña presidencial los errores que cometan los candidatos cobrarán una importancia mayor, pues el tiempo de rectificación se reduce considerablemente Eso lo saben los estrategas de campaña que han medido los impactos de los errores en otras competencias electorales Pero Andrés Manuel simplemente lo intuye

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