México, D F, 3 de abril (apro)- Esta columna estuvo a punto de reseñar la más reciente película de Luis Estrada, Un mundo maravilloso, estelarizada por Damián Alcázar Sin embargo, descubrí que no era necesario desperdiciar espacio en una cinta tan mala como esa (nada comparable a la Ley de Herodes), por lo que decidí hablar de otro mundo maravilloso: Los productores de Susan Stroman, original de Mel Brooks, escrita y producida por él
Los productores es una comedia inteligente, con chistes políticamente incorrectos y agudos, y con personajes bien delineados, aunque, hay que decirlo, por momentos pierde un poco el "punch", como si los personajes se desconectaran con la audiencia, por lo que la cinta puede sentirse larga, pero eso es lo de menos
La trama es la siguiente: un productor fracasado, Max Byalistoc (Nathan Lane), cuyos inversionistas son octogenarias damas neoyorquinas, se enamora de la brillante idea de su contador Leo Bloom (un sujeto obsesivo, con ataques de histeria, interpretado por Matthew Broderick): es más sencillo ganar dinero con un fracaso que con una obra exitosa
Los ojos de Byalistoc se iluminan Y, entonces, entre los dos se dan a la tarea de conseguir a los hombres clave para el fracaso: el peor director de todos los tiempos, un escritor neonazi y a su obra Springtime for Hitler, y a una inexperta y pueblerina, pero despampanante bailarina y cantante sueca, Ulla (Uma Thurman) Sin embargo, el fracaso no será tan sencillo
Los productores es una cinta sobre el éxito y la aceptación, cuyo simulador virtual es el circuito Broadway: ambos desean fama y dinero, lo que les abrirá las puertas a un mundo maravilloso Por supuesto, aprenderán que los bienes que persiguen no lo son todo, lo que redunda en un final emotivo, no dulce, gracias al tono cómico
Por su puesto, en este "inter", reímos y nos reconocemos con las incoherencias, absurdos y vicios de los protagonistas, así como con las excentricidades de su elenco
En resumen, Los productoreses una delicia