"Las varitas la paz", 23 años de rock

lunes, 3 de julio de 2006 · 01:00
La Paz, B C, 3 de julio (apro)- Siempre resulta vivificante "anclar" en esta ciudad porteña de la península mexicana que mira al Mar de Cortés, una hermosa bahía declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2003, pero además por ubicarse en su Centro Histórico una perla capital para el mejor rock en el estado desde 1983, gracias al antro Las Varitas Bar & Rock La fundación de Las Varitas La Paz data de 1983, cuando el actor sinaloense Alfonso Vázquez Oliva, alias "Poncho Varitas", consiguió un terrenito en la calle Independencia cercano al malecón y la plazuela de Catedral, convirtiéndolo en discreto foro artístico, muy al estilo de peña folclórica Actualmente, Las Varitas conforma una empresa bien establecida que ofrece empleo a un centenar de personas, con grupos de rock locales en vivo Para Adriana Borges, encargada creativa de la agencia publicitaria Tanxel, su valía es aún mayor: "Nombrar a Las Varitas equivale a mencionar un icono musical para varias generaciones de la Baja California Sur Es toda una joya sonora cien por ciento ecléctica y plural, donde vienen a divertirse todo tipo de personas de cualquier edad, que pueden expresarse libremente y sin prejuicios" El pasado 17 de junio, la banda roquera de Las Varitas La Paz celebró su aniversario 23 con rico fiestón musical de los "chantaros" regiomontanos El Gran Silencio, quienes dos noches atrás habían presentado las rolas de su reciente disco Comunicación Underground también en Las Varitas Cabos de Cabo San Lucas, otro espacio que abrió en diciembre de 2000 Orígenes "Poncho Varitas" cuenta cómo cristalizó su ilusión por crear un foro cultural en La Paz: --Una tarde del año 1983 estábamos ensayando para una obra de teatro en la casa de Leonor Brown, tía de mi colega "El Tuto" Castro y la señora me preguntó: "Oiga usted joven, y usted, ¿en que trabaja?" Yo le respondí: "Vendo ollas en la calle, señora? "Ya estaba viejita y no oía muy bien, así que me dijo: ?¡Ah, vende joyas!?, y yo, ?No, no? ollas de peltre y de aluminio para hacer tamales o lo que se le ofrezca?, y entonces, me comentó, ?¡Ah, es comerciante!?, y yo: "Pues cuando menos, vendedor ambulante sí soy?" Al fin me propuso: "Oiga, yo tengo una palapita por si quiere vender taquitos o aguas de tamarindo y cosas así?", y ya, yo le dije: ?Okey, déjemela ver pues?? "Fuimos ?El Tut? Castro y yo, porque teníamos la loca idea de que podríamos montar obras de teatro ahí en la palapa, pero vimos que era muy complicado, pues se trataba de un patio y no había tanto espacio como el que creíamos debe tener un foro teatral ?El Tuto? no quiso y me dijo: ?Mira ?Poncho?, mejor pon tú una taquería??" "Poncho Varitas" llevaba casi dos años desempleado: "Me dedicaba a hacer instalaciones eléctricas y a vender zapatos en las calles paceñas Sin embargo, no tenía los ingresos adecuados y había muchas carencias en casa Entonces, le sugerí a mi hermano Jehú poner la taquería en esa palapa Tampoco contaba con muchos recursos, por lo que utilizamos lo que había, o sea, el techo de la palapa de por sí muy viejo y sin paredes alrededor Mi hermano decidió darme una porción muy pequeña de su salario quincenal como mecánico en la Secretaría de Obras Públicas y se me ocurrió: ?Bueno, si no tengo dinero para hacer barras de concreto, las voy a hacer de varitas de palo de arco?? "Me puse a formar varitas de palo de arcos amarradas de palo fierro o palo zorrillo, como le llaman aquí en Baja California Sur, un palo muy duro que lo entierran y no se pudre con los años Lo ponían como poste o castillo en las construcciones y así hicimos una barda de puras varitas amarradas También armamos un mini escenario de puras varitas, le dimos la vueltecita cual si fuera un forito; a mí se me hacía muy aburrido vender nada más tacos y quería música en vivo para tener más atractivo, ya que toda mi vida traje la música por dentro Pusimos las mesas de tablón y las patas con palo fierro Y pensamos abrir a mediados de junio de 1983" Este estilo decorativo pegaría después, convirtiéndose en uno de los sellos que influyeron a otras discotecas de La Paz para copiar en sus pistas de baile sobre suelo de aserrín desperdigado, esas mesas y bancas de madera dura en Las Varitas que resiste los contoneos de las chavas danzarinas al compás de rock y quebradita --Batallamos para poner el nombre a la taquería Yo estaba estudiando en la Universidad Autónoma de Baja California Sur y pensaba en nombres rebuscados, excéntricos o de tinte localista, como "El Rincón Guaycura", cosas así Afinando los detalles finales, diez días antes de la inauguración otro de sus hermanos, "Toño", sugirió a "Poncho": --Mira, déjate de pendejadas, ¿para qué buscar tantos nombres? Si está lleno varitas, ¡ponle Las Varitas, buey?! Y así comenzó la aventura: tacos, música y bebidas regalo de los amigos de "Poncho", quien recuerda: "Originalmente yo quería hacer una especie de peña y al principio eso fue, una peña folclórica?" Transformación La taquería Las Varitas se trasformó luego de buscar "Poncho Varitas" apoyos en la Cervecería Pacífico de La Paz, relata: --Estuve como una hora haciendo cola esperando a que el licenciado Rodolfo Madrid Polanco me atendiera allí y cuando por fin me dejaron entrar, le dije: "Oye, me gustaría que me echaras la mano y me prestaras un permiso para mis tacos, pero también quisiera vender cerveza y licor, ambientar mi lugar con música de guitarras y todo" Me preguntó dónde tenía la taquería y platicamos Le comenté que yo venía de Mazatlán Curiosamente él era de un barrio rico de Mazatlán, Las Lomas del Mar, y yo vivía en La Montuosa, uno de los más marginales, casi enfrente "Creo que le caí bien Tuvimos buena vibra, fue a ver la palapa y me apoyó: ?Okey, te voy a prestar el permiso?, y me dejó a consignación toda la cerveza para la reinauguración No me cobró Comencé a vender y así empezó mi relación de amistad con él, hasta la fecha Él me impulsó para ir a Los Cabos en el fin de siglo y me consiguió un crédito importante por parte de la cervecería para abrir Las Varitas allá" Hoy, "Poncho Varitas" es el vendedor más importante de esta bebida de moderación en La Paz, en cuanto a centros nocturnos se refiere En la década de los 80, Las Varitas despegó: "Nos tomábamos las cervezas y mi hermano era muy decente Inclusive, cuando ya no éramos socios iba a Las Varitas a principios de 1984 y siempre pagaba Era muy solidario porque sabía que no había ganancias Cuando contraté a los Hermanos Flores para cantar sentí que llegaba dinero, cosa que he reconocido ante Juan Flores Le digo: ?Cuando asistía tu familia contigo o tu mamá y tus hermanos a Las Varitas es cuando se marcó un salto en sentido cuantitativo y cualitativo, porque tuvimos mayor calidad en música y mejor ingreso "Eso me dio la posibilidad de comprar la primera parte del terreno y ya la segunda, en 1990, fecha en la cual ya había adquirido una visión más sólida como empresario Estuve ahorrando y me acuerdo que fueron 75 mil pesos La segunda parte del terreno me la vendió como en 50 mil pesos" Rememora que existía una palma a la que llamó "la palma con sus días locos?, porque "la llenábamos de rocanrol y canciones de bohemia, de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Guty Cárdenas" Pronto hubo rock: "Desde 1984 hicimos el primer homenaje a John Lennon que seguimos año con año, aunque el rock destacó más a partir de 1986 con lo que era la trova en aquella imitación de las peñas folklóricas, y comenzamos a fusionar el canto nuevo con el rock Luego, el rock en vivo lo empezamos a mezclar con la introducción de música de "disc jockeys" o "diyéis" (DJs), ha sido una evolución para irnos adaptando tanto a los tiempos como a las posibilidades de mantener una empresa" Este fin de semana, pudimos escuchar al grupo de Las Varitas La Paz con músicos compositores e intérpretes que nacieron con el proyecto, como "El pingüino", "El Benny" y "El tarro", o el mesero "El jarocho", todos personajes fieles al concepto de "Poncho Varitas" 23 años después (ver sitio Internet lasvaritascom) Las Varitas ha producido un par de grabaciones; está por concluir el tercer plato láser, y en Los Cabos, su propietario piensa agregar un restaurante aledaño este otoño

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