Chiapas: En busca de la verdad

lunes, 19 de marzo de 2007 · 01:00
Tuxtla Gutiérrez, Chis , 19 de marzo (apro)- El 7 de julio de 1992, Flor María Zapata Ledesma, de 33 años de edad, egresada de la carrera de periodismo y comunicación colectiva de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, de la UNAM, fue asesinada a tiros en Zacatepequez, Guatemala, por los kaibiles del Ejército guatemalteco El de Zapata Ledesma es uno más de los casos que investiga la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Homicidio, Privación Ilegal de la Libertad y Conexos Cometidos contra Periodistas en la década de los 90, creada en diciembre del año pasado por el gobernador Juan Sabines El anuncio de la investigación sorprendió a la prensa chiapaneca, ya que hasta ese momento nadie recordaba a Flor de María como periodista, mucho menos como trabajadora de algún medio de comunicación de Tapachula, donde presuntamente radicaba, aunque la organización Reporteros sin Fronteras la tiene ubicada como una "periodista muerta en el ejercicio de su profesión" Sin embargo, una de sus mejores amigas, Sara Morales Miranda, admite que desconocía a qué se dedicaba Zapata Ledesma en Tapachula, aunque aclara que era una mujer comprometida con el periodismo El 7 de julio de 1992, el Departamento de Información y Divulgación del Ejército guatemalteco dio a conocer que una mexicana había muerto durante un combate con miembros de la guerrilla guatemalteca De acuerdo con la necropsia, Flor de María murió como consecuencia de un balazo que recibió en pleno rostro, a poca distancia; aunque mostraba evidentes muestras de tortura infligida durante 4 o cinco días previos a su muerte Desde Cuernavaca, Morelos, en entrevista, Sara Morales Miranda, confía en que los culpables del asesinato sean castigados, como una manera de honrar la memoria de su amiga Niega que Flor de María fuera guerrillera; sin embargo, agrega que aun en el caso de que así hubiera sido, merecía un juicio y no ser asesinada "por un puñado de gorilas analfabetos y brutales" "Nosotros nos enteramos porque salio una pequeña nota en las páginas interiores de La Jornada, creo que el 8 de julio (de 1992), después de eso fue que comenzamos las gestiones ante el gobierno de Guatemala para que devolvieran su cuerpo; el gobierno mexicano, no hizo absolutamente nada", recuerda Morales Miranda, amiga de la periodista asesinada Comenta que ella y un grupo de amigos comunes de Flor María tocaron "muchas puertas" en las oficinas del gobierno federal, incluso llegaron al Congreso de la Unión para solicitar apoyo de los diputados "Nos entrevistamos con un panista que era presidente de la Comisión de Derechos Humanos, de apellido Orduña; con Diego Fernández de Cevallos, entonces diputado; con Fernando Ortiz Arana, que si mi memoria no me falla, era el coordinador de la bancada priista; con Rosalbina Garabito, coordinadora parlamentaria del PRD", narra Morales Miranda Los legisladores le sugirieron al grupo de amigos de Flor María que hicieran uso del recurso llamado "memorial de particulares" que consiste en que cualquier persona, en su carácter de ciudadano, acuda a la máxima tribuna a hacer alguna solicitud a los legisladores Recuerda Sara que en ese entonces estaban reparando San Lázaro y la Cámara sesionaba en otro lugar de la Ciudad de México, en el Centro Médico En aquella carta que amigos y familiares entregaron a la Cámara de Diputados --registrada en el diario de los debates del 13 de julio de 1992--, se les exigió a los legisladores que solicitaran al gobierno guatemalteco información precisa sobre la forma en que ocurrió el deceso, pues según sus elementos ese crimen les pareció "oscuro" Señala que en el marco de esa campaña mediática se comenzó a hacer presión y fue cuando intervino el gobierno mexicano, el diputado Jorge Orduña intervino personalmente y habló con funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores; fue así como el cónsul en Guatemala, Marco Antonio Tovar, inició las gestiones para la exhumación, a lo cual se había negado inicialmente el gobierno guatemalteco "Ernesto, el hermano de Flor y un amigo nuestro, Norberto Hernández, viajaron a Guatemala y estuvieron presentes en la exhumación; luego la trajeron a la Ciudad de México, el 31 de julio Ella había sido sepultada el 11 de julio en el cementerio general de Quetzaltenango", refiere Sara Morales Recuerda que posteriormente se le practicó la necropsia a Flor María y los datos revelaron que había muerto por un balazo en el rostro hecho a poca distancia, además de que mostraba huellas de una evidente tortura previa a su asesinato "No me acuerdo si lo dijo el Semefo, pero la tuvieron 4 o 5 días torturándola antes de matarla No te imaginas lo que esto me duele después de tantos años", recuerda Sara "Supimos que quienes la mataron fueron los kaibiles, un comando kaibil", indica Morales Miranda afirma que según la información oficial difundida por el ejército guatemalteco el cuerpo de Flor María fue encontrado en San Martín Zacatepequez, municipio que está al sur-occidente de Quetzaltenango, en la misma zona donde se encuentra el poblado Flores Costa Cuca, donde mataron a otro comunicador radicado en Tuxtla Gutiérrez, Ramón de la Mora Bueno Un informe elaborado en 1993 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) refiere que en febrero de 1992 el mexicano Ramón de la Mora Bueno, encargado del programa de radio de la Universidad Autónoma de Chiapas, que se desplazaba a Quetzaltenango para participar en un seminario sobre radiofonía auspiciado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo de América Latina (CIESPAL) fue asesinado en el municipio de Colomba Costa Cuca "El Ejército informó que se trataba de un guerrillero Luego de exhumado su cadáver el médico forense verificó que presentaba señales de tortura y su rostro estaba deshecho Este hecho mereció la intervención de la cancillería mexicana para lograr una investigación completa de las circunstancias de su muerte", señala el informe de la CIDH A 15 años de la muerte violenta de Flor María, Sara dice que no ha podido dormir en los últimos días desde que el caso de su mejor amiga ha sido removido por la Fiscalía General del Estado de Chiapas para esclarecer su asesinato "Me queda claro que una manera de honrar la memoria de mi amiga es que se castigue a los culpables Yo no creo que ella haya sido guerrillera, puede ser, pero no lo creo; y en el hipotético caso de que lo hubiera sido ¿Acaso no merecía un juicio? la guerra también tiene reglas y aún en los casos de aquellos guerrilleros que se ha comprobado que el Ejército guatemalteco asesinó, los familiares han sido indemnizados, aquí no creo que se trate de dinero, sino de que los culpables sean castigados, esa es mi motivación", agrega "Trabajaba en el IMSS ella hacia una cierta labor de comunicación en el IMSS, pero no era lo que quería, pidió su cambio para Chiapas y se mudó para allá, buscando ejercer su profesión; era una mujer muy inteligente y comprometida con las causas de los jodidos, quería cambiar este país, hacerlo mejor y más vivible (sic)", recuerda Sara Admite que desconocía para qué medio de comunicación trabajaba su amiga en Chiapas, pero aclara que Reporteros Sin Fronteras la tiene registrada como una "periodista muerta en Guatemala en el ejercicio de su profesión" Flor María "fue una mexicana valiente, inteligente, sensible a los problemas sociales, periodista honesta, esa, mi amiga a la que le fue arrebatada la vida por un puñado de gorilas analfabetos y brutales", señala "A veces todavía me parece ver a lo lejos su figura, su pelo, en alguna de esas muchachas que se le parecen Ojalá un día se investigue quiénes la mataron; lo veo difícil después de tanto tiempo y conociendo a las autoridades mexicanas y la impunidad que priva en el Ejército guatemalteco", concluye

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