México, D F, 30 de julio (apro)- Una compilación de Mabel Moraña e Ignacio Sánchez Prado sobre textos acerca del oficio del cronista Carlos Monsiváis, se recoge en un volumen de Ediciones Era y UNAM, El arte de la ironía: Carlos Monsiváis ante la crítica Ambos investigadores seleccionaron trabajos de ellos mismos, de John Kraniauskas, Sebastiaan Faber, María Cristina Pons, María Eugenia Mudrovcic, Brian Gollnick, Linda Egan, Norma Klahn, Jean Franco, Arturo Dávila, Ricardo Gutiérrez Mouat, José Ramón Ruisánchez, Marvin D?Lugo, Christopher Domínguez Michael, Evodio Escalante, Sergio Pitol, Margo Glantz, Adolfo Castañón y Juan Villoro La fotografía de portada es de Lourdes Almeida Señalan los editores en su contraportada: "Testigo crítico del acontecer cotidiano, Carlos Monsiváis es entre nosotros el principal exponente de ese género híbrido en el que literatura y periodismo se mezclan hasta confundir sus medios y sus fines Herederas de una tradición que tiene su origen en escritores como Guillermo Prieto o Salvador Novo, sus crónicas han registrado hasta el último detalle de las transformaciones de México a lo largo del último medio siglo Nada escapa a la penetración de su mirada ni a la ironía de sus interpretaciones: desde la evolución política del país hasta los usos y costumbres que devienen manifestaciones de la fe, desde los hombres y mujeres representativos hasta los procesos tumultuosos convertidos en rituales de la modernidad y la posmodernidad Todo fenómeno ocurrido en el país es, para Carlos Monsiváis, materia de análisis, de reconstrucción narrativa, de mordacidad estilística" El volumen, de 445 páginas, incluye una bibliografía Los editores dicen además: "No es extraño, pues, que durante las últimas década sus crónicas y relatos hayan sido objeto de atención por parte de colegas y especialistas, quienes han visto en ellos una renovación del lenguaje literario, una síntesis festiva de la historia de México y la perfecta simbiosis de un escritor con el espacio que habita Reunión de ensayos en torno a Carlos Monsiváis, éste libro es un panorama, un asedio, un acercamiento a su obra, una muestra de cómo el más crítico de nuestros escritores es percibido, a su vez por los ojos de la crítica" El Prólogo es también de Moraña y Sánchez Prado: "La obra de Carlos Monsiváis ocupa, hoy por hoy, uno de los lugares más visibles en el campo de la crítica cultural, dentro y fuera de América Latina Los lentes aguzados de la crónica, el documentalismo, la historiografía, el ensayismo, la biografía y otros, utilizados magistral e innovadoramente por Carlos Monsiváis, han logrado entregar una escritura que no es sólo diagnóstico de su época, sino también producto sintomático de ésta: un paradigma insoslayable para todo aquel que desee penetrar la racionalidad contaminada y exultante de la posmodernidad, los vericuetos paradójicos de la cultura popular el entramado de lo social y lo político, dentro y también más allá de los límites restrictivos de las instituciones nacionales "Los textos de Monsiváis realizan lo que pareció tanto tiempo imposible: la articulación de alta cultura y cultura de masas, historiografía y ficcionalización, mitos religiosos y rituales políticos Puede decirse que Monsiváis advierte fenómenos conspicuos de la cotidianeidad ciudadana que, sin embargo, han pasado en su mayor parte desapercibidos en sus múltiples facetas, o han sido minimizados por interpretaciones que han preferido manejarse dentro del espectro de producción y consumo de las élites, dejando fuera las manifestaciones espontáneas o elaboradas de la sensibilidad popular, los personajes marginales a la historia oficial, y las expresiones alternativas a través de las cuales se hacen presentes sujetos y agendas que no siguen las líneas demarcadas por la ideología dominante Para Monsiváis, lo social incluye, antes que nada, las situaciones-límite donde imaginarios y vivencias se mezclan e hibridizan transgrediendo fronteras de clase, raza o género Su visión de lo social se articula a partir de una noción de performance colectivo donde ludicidad y ética se encuentran en un diálogo festivo que no esconde pero sí disfraza su dramaticidad inherente, cotidiana "Sin eludir --sino más bien desafiando-- la dimensión política, la obra de Monsiváis interpela, cuestiona, provoca Pero su producción no se reduce a un repertorio limitado y previsible, que prolifera y se pluraliza en relevamientos y observaciones múltiples, donde la diversidad tanto de lo observado como de los puntos de observación --su inherente impureza-- está siempre representada como la principal protagonista de las interacciones sociales Podría decirse que para Monsiváis lo estético, es siempre, un síntoma ideológico, y al mismo tiempo una forma gozosa de transgredir, caotizar, (re) presentar, des-naturalizar el juego de identidades y otredades sociales impuesto por una modernidad que no ha acabado de interrogarse a sí misma sobre sus propias promesas incumplidas, vale decir, sobre sus deudas, sus perversiones, sus excesos "Sin embargo, hasta ahora, la escritura de Carlos Monsiváis, que podría ser estimada como uno de los artefactos discursivos más originales de las últimas décadas, ha logrado eludir el ser escudriñada ella misma por la crítica no sólo mexicana, sino transnacional Pocos estudios, algunos de indudable valor, han abierto una brecha en el asedio de las múltiples vertientes, conexiones y propuestas que informan la obra de Carlos Motiváis, pero muchos aspectos de la misma se resisten aún al análisis, como si el arte de la ironía, tan magistralmente dominado por éste autor, constituyera un estrategia defensiva que resguarda a quien la esgrime como instrumento de provocación y de análisis En efecto el estilo que ha delineado Carlos Monsiváis es, a no dudarlo, incisivo y puntual, y al mismo tiempo, paradójico, elusivo, polívoco Su lenguaje crítico al mismo tiempo exalta y relativiza el hecho que revela; apunta prioritariamente, a lo contingente, acotado mínimo, al tiempo que propone, como en un doble registro, una reflexión más honda y más difícil sobre la trascendencia del fenómeno, sus significaciones múltiples, a menudo insospechadas, y su incidencia profunda a distintos niveles de la vida social "Es justamente esta ambigüedad y esta perspicacia lo que desorienta, con frecuencia, a la crítica, lo que hace pensar que la obra de Carlos Monsiváis, que ha penetrado con agudeza los grandes planos y las frecuencias mínimas de la cultura contemporánea es, en sí misma, invulnerable, en la medida en que disfruta de la impunidad que le confiere su propio dominio de la materia cultural, de los lenguajes, símbolos y recursos que crean el entramado de lo popular, en todos sus niveles y torsiones