El Huesped

jueves, 11 de septiembre de 2008 · 01:00
MEXICO, D F, 10 de septiembre (apro)- La cinta coreana El huésped (The Host, Corea del Sur-2006), retoma el género de terror al estilo de obras como Godzila y King Kong, para crear un extraño híbrido: una sátira divertida e inteligente sobre la histeria colectiva, el "hombre ordinario", los medios de comunicación, la ecología, el gobierno y Estados Unidos Todo comienza cuando una sustancia química llamada Formoldeido es vertida en las aguas del río Han, lo que engendra a una horrorosa y mortífera bestia que un día decide salir a la superficie para aterrorizar y comerse a quien se le ponga en frente Los protagonistas de la cinta son los Park, una familia humilde compuesta por Gang-du (Kang-ho Song); su hija Hyun-Seo (Ah-sung Ko); su padre Hie-bong (Hie-bong Byeon ), quien tiene una especie de tienda-restaurante; su hermano Nam-Il (Hae-il Park), y su hermana, una gran tiradora con arco, Nam-Joo (Du-na Bae) La solidez de la familia es puesta a prueba cuando el monstruo se lleva a la pequeña Hyun-seo Así, la familia hará hasta lo imposible por recuperar a su amada niña, mientras el gobierno no parece tener respuesta alguna, más que llevar a todo el mundo que estuvo cerca de la bestia a cuarentena, y en consecuencia se lo deja todo a los medios de comunicación para que éstos lo expliquen y a la intervención de Estados Unidos En esta crisis, la familia Park es sólo una víctima: sin deberla ni temerla y casi sin explicación alguna, es llevada a cuarentena, donde quedará a merced de una serie de doctores llenos de indiferencia Gracias a una llamada telefónica que recibe Gang-du, se genera la posibilidad de que Hyun-seon esté con vida Nadie está dispuesto a escucharlos Pero la victimización no es sostenible, pues la torpeza de los Park genera una complicidad conveniente, donde los únicos culpables parecen ser ellos mismos Por momentos, la cinta se llena de acción, persecuciones y sustos constantes Otras veces se convierte en una comedia del absurdo, y otras más, parece ser un cinta arthouse lenta, con composiciones fotográficas preciosistas tirándole al gris más que a una atmósfera colorida (aunque a veces es difícil decir qué parte fue decisión estética y que otra se debió a limitaciones técnicas) Los cambios anteriores la convierten en un bicho raro que pareciera no estar sujeto a convención alguna, lo cual es bueno para el director (Joon-Ho-Bong) y guionistas, pero no tanto para el espectador, que deberá sufrir algunas inconsistencias en el guión que hacen de la cinta una obra dispareja: a veces divierte y a veces aburre un poco Si bien El Huésped no llega a ser regañona, ni su discurso político intrusivo, deja en claro una cosa: ante estas monstruosidades de la naturaleza y otros horrores arquetípicos, estamos solos, tanto en lo colectivo, como en lo individual

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