MÉXICO, D.F., 12 de abril (apro).- El columnista michoacano Enrique Villicaña Palomares, quien fue secuestrado el pasado 5 de abril, apareció muerto el domingo.
Paralelamente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó su preocupación por la desaparición –la semana pasada-- de Ramón Ángeles Zalpa, reportero del diario Cambio, de Michoacán, y urgió al gobierno de Felipe Calderón a “hacer todo el esfuerzo” para localizar con vida al periodista.
La CIDH exhortó a las autoridades mexicanas a investigar la desaparición de Ángeles Zalpa y “a implementar medidas adecuadas de protección para comunicadores en riesgo”.
La Comisión resaltó que previo a su desaparición, Ángeles Zalpa publicó un reportaje sobre un ataque armado contra una familia indígena.
Asimismo, pidió “celeridad” en la investigación del caso e “impulsar medidas como el fortalecimiento de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, la federalización de los delitos contra comunicadores y la implementación de mecanismos permanentes de protección especializados”.
Antes, la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundales), informó que el domingo 11 en Morelia, Michoacán, fue localizado el cuerpo sin vida del columnista Enrique Villacaña Palomares, quien fue secuestrado el 5 de abril. El periodista fue ejecutado pese a que el rescate exigido por su liberación fue cubierto por sus familiares.
Fundales manifestó en un comunicado “su preocupación por el clima de hostigamiento e inseguridad que pesa sobre los periodistas en Michoacán y del resto de la República”.