XALAPA, Ver. (apro).- De nueva cuenta, el exdirector nacional del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares, lanzó sus baterías contra el gobernador Javier Duarte, de quien dijo “tiene mucho lodo y pocos sesos”.
Luego de responsabilizar al priista de filtrar a los medios de información sobre sus propiedades en fraccionamientos exclusivos de Boca del Río y Alvarado, el excandidato del PAN al gobierno de Veracruz señaló que Duarte de Ochoa carece de capacidad, experiencia política y “esfuerzo” para resolver los problemas que aquejan a la entidad en materia de seguridad, finanzas, empleo y pobreza.
Cuando un periodista le preguntó sobre la cantidad de inmuebles y negocios que pertenecen a él y a su familia, Yunes Linares se negó a responder y de plano cortó de tajo los cuestionamientos en ese sentido.
El exfuncionario foxista desvió el tema al asegurar que en el pasado informe de gobierno, Javier Duarte gastó alrededor de 150 millones de pesos en publicidad, y aseguró que el mandatario estatal sigue obsesionado con la rivalidad que nació durante el proceso electoral de 2010.
“Ofender a las personas a quienes se consideren adversarios, y lo podemos ser en terreno electoral, no conduce a nada positivo, sino que Veracruz vaya a una situación cada vez más negativa, como lo hemos visto”, puntualizó.
Miguel Ángel Yunes reapareció en esta capital para asistir al informe anual de labores del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, en un hotel de la zona norte de la ciudad, donde se sentó al lado de Carlos Brito Gómez, exlíder estatal del PRI y guía moral de varios secretarios del gabinete de Javier Duarte.
Horas después del evento protocolario y conocidas las declaraciones del panista, desde una cuenta de Hotmail con el remitente “Miguel Ángel Yunes Linares” se aludía a que el neopanista regresaría al PRI y como premio sería incrustado en el gabinete de Enrique Peña Nieto.
En dicho correo, el autor anónimo escribió: “Regreso al lugar de donde nunca me fui. Mis convicciones, mi ética y mis ambiciones me hacen regresar al partido de mis amores. Se acabará en unas horas el sexenio y el poder panista, ahora busco seguir pegado a la ubre. Nunca me fui del PRI. Tengo que ver cómo mantengo mi carísimo ritmo de vida, así como mantener mis mansiones. Me reuní otra vez con mis amigos priistas”.