MÉXICO, D.F. (apro).- A un mes de empezar a difundirse el impacto de la sequía en la Sierra Tarahumara, el presidente Felipe Calderón realizó una gira por Sinaloa y Chihuahua, entidades donde se ubican las comunidades rarámuris. Custodiado por miles de policías federales y soldados, que fueron desplegados desde la ciudad de Chihuahua hasta Balleza, municipio enclavado en la mencionada zona serrana, Felipe Calderón, su esposa Margarita Zavala, el gobernador César Duarte y una enorme comitiva, hicieron entregas simbólicas de despensas y cobertores. Las comunidades rarámuris, sumidas en la pobreza de por sí, enfrentan los efectos de la sequía y heladas que han llegado a alcanzar en algunas áreas hasta cerca de 30 grados bajo cero, por lo que el mandatario, además de repartir despensas, inició la entrega de una cobija. Para posar ante las cámaras, Calderón descendió con la comitiva en una pista en medio del desierto, donde simuló entregar una despensa al gobernador de Chihuahua, César Duarte, tras lo cual, reanudaron la gira por las comunidades. Calderón también estuvo en Ahome, Sinaloa, donde supervisó la entrega de recursos por parte de la Marina; continuó en Chihuahua, donde, en Valle de Allende, arrancó un programa de Diconsa y siguió a Balleza, donde hizo entrega de apoyos. Entre algunos de los incidentes de la gira, Calderón expresó que la entrega de apoyos de Oportunidades se hacía a mujeres para que los hombres no se los gastaran en alcohol. Lo anterior, luego de que un beneficiario del programa “70 y Más” (de apoyo económico a ancianos), le dijo al presidente que en la zona “toman mucho”. “(los recursos se entregan a mujeres) para que el marido, entre otras cosas, no vaya y se lo tome”, dijo el mandatario, quien a continuación soltó que el alcohol y las drogas son dañinas. Calderón también inauguró una planta tratadora de aguas, en la laguna de La Juanota, donde los habitantes de la región podrán conseguir agua potable.