Ahora Salazar Mendiguchía se declara en "desobediencia civil"

domingo, 15 de abril de 2012 · 15:57
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El exgobernador preso en Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía se declaró hoy en “desobediencia civil” y rechazó acudir a una diligencia judicial, como protesta en contra de la justicia que asegura le ha impuesto su sucesor en el cargo, Juan Sabines Guerrero, por lo que asumirá –dijo– las consecuencias que ello implique. En una tercera carta enviada desde el penal en menos de una semana, hoy Pablo Salazar arremetió de forma directa en contra de Sabines Guerrero, a quien dirigió varios adjetivos para descalificar su proceder. Este domingo a las 11:00 horas se realizó el desahogo de la diligencia de declaración preparatoria en el Juzgado 1º Penal del Distrito Judicial Tuxtla- Cintalapa en el penal de El Amate, a la cual el exmandatario no se presentó. “Por tratarse de un eslabón más de la despiadada e inhumana persecución del represor Juan Sabines, por no creer en los órganos de procuración y administración de justicia sometidas bajo su tiránico control, y por no prestarme al juego político de este demencial gobierno, tomé la decisión de no presentarme a rendir mi declaración preparatoria, y solamente rendirla por escrito sin presentarme en el juzgado, en un acto consciente de desobediencia civil. Asumo las consecuencias de mi determinación y mantendré mi defensa en otras instituciones en las que sí creo”, dijo Salazar en su misiva. Pablo Salazar calificó de “patético” y “arrogante” a su sucesor en el cargo. Dijo que tiene “una ceguera y sordera incurable” pues “no es posible que no haya uno solo de sus amigos –si los tiene– que le diga que muy pronto él estará de este lado ante el cúmulo de evidencias de su escandalosa corrupción. No falta mucho”. “No es posible que la suma de todos sus miedos le siga diciendo que un solo hombre desde la cárcel, con ocho procesos encima, virtualmente incomunicado por teléfono, con restricciones a su visita –por demás violatoria de sus garantías– y segregado, le puede echar a perder o enredar su ya de por sí enredado juego sucesorio”, dijo el exmandatario preso en Chiapas desde el pasado 7 de junio del 2011. Salazar dijo no entender cómo Sabines puede considerarlo a él como una persona que pueda “desestabilizar” el estado de Chiapas, cuando el propio  Sabines ha pregonado que es el más seguro, el más gobernable, el número uno en todo. “¿A qué temer entonces en una entidad también gobernada por un estadista de la talla de Sabines? Es insostenible que a poco más de siete meses de que, al fin concluya su locura, me siga culpando de todo los males, y ahora, de todo lo que se cimbra bajo sus pies de barro, y que bien sabe, ya no podrá controlar ni con represión ni con dinero”, expresó Salazar. Para Salazar, “Sabines no es ni ha sido valiente. Sólo es un hombre valiente aquel que es capaz de dominar sus miedos y lo que en Chiapas hemos padecido es la paranoia sexenal de su gobernante. Paranoia, por cierto, que vive su fase terminal”. Salazar hizo un llamado a los chiapanecos para que, según él, no se dejen engañar, ni intimidar: “Resiste, ya falta menos. Estoy encarcelado por una sola razón: los miedos y rencores de Sabines. Que no le busquen”. Pablo Salazar enfrenta ocho procesos penales. Cada uno se le ha ido acumulando tras cada embestida contra Sabines que hace desde su blog, su cuenta de Twitter y las entrevistas que concede a medios y periodistas.

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