MÉXICO, D.F. (apro).- Un día después de que una bolsa de comida podrida provocó una falsa alarma al expedir un olor extraño, que generó el inmediato desalojo de los trabajadores de Petróleos Mexicanos, el director de Operaciones de la paraestatal, Carlos Murrieta, sostuvo que la seguridad de los edificios del complejo administrativo en la Torre de Pemex "está totalmente cubierta".
Si el edificio no fuera seguro "no estaríamos ahí", dijo Murrieta en conferencia de prensa conjunta con otros funcionarios de la paraestatal, y aseguró que en pruebas realizadas en el edificio B1 se ha comprobado que existe un "nivel de explosividad cero".
Por su parte, el director corporativo de Administración, Víctor Díaz Solís, señaló que el personal que laboraba en el edificio B2 está en proceso de ser reubicado, y confió en que antes de que finalice febrero estarán trabajando en otro edificio.
Luego de mencionar que la operación de la paraestatal no se ha detenido ni un minuto, el funcionario manifestó que todas las indemnizaciones están en proceso de ser cubiertas y sólo cuatro casos están pendientes.
Pemex no escatimará ningún recurso en apoyo a las familias, pues "la parte importante de la paraestatal es el personal humano".
Sergio Martínez, subdirector de Servicios Corporativos de Pemex, informó que la paraestatal tiene 100 millones de pesos anuales para mantenimiento, y aseguró que no han tenido problemas con la Secretaría de Hacienda para la entrega de recursos.
Presencia de gas metano en explosión: perito
El perito de la empresa estadunidense SGS que participa en los peritajes de la explosión, Brian Dunagan, señaló que una acumulación relativamente pequeña de gas metano habría sido la causa de la explosión en un edificio de la sede central de Pemex, aunque aún no se ha determinado de dónde llegó al lugar del estallido.
En la conferencia de prensa, Dunagan detalló que una concentración de entre 5% y 10% de gas metano en el sótano en el que ocurrió la explosión habría sido suficiente para que una chispa o incluso electricidad estática (que se produce mediante el frotamiento de algunos materiales) provocara la explosión.
Con ese porcentaje de concentración, dijo, la gente no es capaz de notar la presencia del gas.
Acompañado de funcionarios de Pemex, Dunagan refirió que aún se trabaja en determinar de dónde pudo provenir el gas metano, lo cual todavía tomará un tiempo no determinado.
Fue una “explosión limpia", dijo por su parte Sergio Martínez, subdirector de servicios corporativos de Pemex, quien aceptó que tanto la válvula como el ducto de gas natural que fueron encontrados por la Procuraduría General de la República están fuera de los planos de la paraestatal, por lo que ya se realiza una investigación al respecto.