CIUDAD DE MÉXICO (apro-cimac).- Con el objetivo de garantizar la igualdad de género en los medios de comunicación, ONU-Mujeres presentó este martes el “Pacto de Medios”, una alianza con 35 empresas de radio, prensa y televisión de todo el mundo, entre ellas TV Azteca, que se ha caracterizado por crear y difundir contenidos discriminatorios, sexistas y con estereotipos de género.
La alianza que buscará fomentar los derechos de las mujeres en los contenidos y estructuras de las empresas mediáticas fue presentada en el marco del 60 periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés) que se realiza en Nueva York y que es uno de los foros internacionales más importantes en materia de igualdad.
Con este “Pacto de Medios” las empresas mediáticas se comprometen a defender los derechos de las mujeres y la igualdad de género a través de artículos editoriales; garantizar su inclusión como fuente de las historias; adoptar un código de ética periodística, y garantizar que las periodistas avancen en su profesión y ocupen puestos de decisión.
Si bien este pacto se presentó como una innovadora alianza, en realidad no es nueva, ya que en diciembre de 2013 la UNESCO y 82 medios, instituciones académicas y agencias de cooperación internacional crearon en Tailandia la Alianza Global de Medios de Comunicación y Género (GAMAG, por sus siglas en inglés).
En contraste, el “Pacto de Medios” es abanderado por ONU-Mujeres, el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas, South African Broadcasting Corporation, Good Housekeeping y TV Azteca, que a decir de investigadoras en materia de género y telecomunicaciones, esta última ha atentado contra los derechos de mujeres y niñas.
“Basta prender la televisión para observar que todos los contenidos de la televisora, desde las series de ficción, las telenovelas, los reality shows, los espacios informativos, los programas de debate y la publicidad, son discriminatorios y con estereotipos de género”, señaló en entrevista Aimée Vega Montiel, vicepresidenta de la Asociación Internacional para la Investigación de Medios y Comunicación, agrupación que forma parte de la GAMAG.
De acuerdo con la experta, desde hace tiempo el movimiento feminista, las investigadoras en comunicación y las periodistas han llamado a los organismos internacionales a construir alianzas con los medios, pero advirtió que ello no debería significar entregarles los logros de las mujeres que por más de 20 años han trabajado para colocar este tema como parte de los derechos humanos.
La también académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (Ceiich) de la UNAM destacó que si las mujeres no han avanzado desde 1995, cuando los países de la ONU crearon la Plataforma de Acción de Beijing –serie de acuerdos en materia de igualdad que dedica un capítulo a los medios y el género–, es por la resistencia de empresas como TV Azteca.
Al respecto, en el foro de la CSW realizado la semana pasada hubo una mesa donde participaron la directora general de ONU-Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka; la directora general de UNESCO, Irina Bokova, y la presidenta de la GAMAG, Colleen Lowe Morna, quien en su intervención advirtió sobre el riesgo de construir alianzas con los medios porque al final, dijo, lo único que les interesa es “lucrar” con el tema de la igualdad de género.
O sea que esta alianza preocupa porque TV Azteca nunca ha mostrado un compromiso con la igualdad de género, e incluso con teleseries como “Lo que callamos las mujeres” se revictimiza y hace eco de estereotipos femeninos, por lo que quizás la empresa ve esta oportunidad como un “negocio”, explicó Aimée Vega.
Agregó que la sección en México de ONU-Mujeres, que no consideró a medios públicos que apuestan por abrir espacios a temas de género, como Radio Educación o el Instituto Mexicano de la Radio, deberá monitorear que la televisora cumpla los compromisos, lo cual no es sencillo porque como entidad privada no hace pública su información ni la facilita a quienes investigan temas de comunicación.
La académica sostuvo que aun cuando en 2014 la empresa de Ricardo Salinas Pliego lanzó la fundación The Women’s Project, encabezada por Elisa y Francesca Salinas, nada cambió en la programación y en la empresa, pues siguen los mismos contenidos, y tampoco hay más mujeres en puestos de alta jerarquía.
Sobre este tema, la presidenta del Observatorio Ciudadano por la Equidad de Género en los Medios de Comunicación, Lourdes Barbosa Cárdenas, dijo en entrevista que con estos acuerdos se muestra que las entidades internacionales están convencidas de acercarse a las empresas comerciales, porque suponen que así tendrán un efecto en los contenidos.
La también directora de la organización Mujeres en Frecuencia expresó que el pacto para la igualdad con una televisora que promueve la discriminación y la violencia contra las mujeres es una contradicción, una decisión desafortunada y hasta una “ofensa” para las personas del sexo femenino que han trabajado para posicionar el tema en la agenda internacional y para darle un enfoque de género a las leyes de telecomunicaciones y radiodifusión.
Según Barbosa Cárdenas, las empresas se trepan en el discurso feminista para obtener ganancias, por ello consideró “desafortunada” la apuesta de ONU-Mujeres de llevar como protagonista a una televisora de este perfil, lo que tendrá repercusiones negativas porque habrá un doble discurso que generará mayor confusión entre el público televidente.
En 1995 las periodistas feministas impulsaron que en la Plataforma de Acción de Beijing se creara el Capítulo J, con claros objetivos para que los medios de comunicación fueran aliados en la defensa de los derechos humanos de las mujeres, y a decir de las estudiosas de la comunicación es el apartado con menos avances durante las últimas dos décadas.
Por ello extrañó que ONU-Mujeres confíe en la promesa de que una de las empresas del duopolio televisivo en México va a cambiar sus contenidos, cuando los resultados del monitoreo que realiza la Asociación Mundial por la Comunicación Cristiana (WACC, por sus siglas en inglés) indican que las mujeres aparecen sólo en 13% de todas las noticias.