MONTERREY, N.L. (apro).- Los restos humanos que fueron abandonados en el exterior de los tres penales estatales corresponden a una sola persona, que era un capo cuyo cadáver fue sustraído de una funeraria en Nuevo Laredo, reveló hoy el vicefiscal de Ministerios Públicos, Luis Enrique Orozco. Sin mencionar el nombre del presunto delincuente, ni el grupo criminal al que pertenecía, dijo que los análisis forenses revelan que las heridas que presentaba antes de que fuera despedazado coinciden con las que le infirieron a la persona que pereció de manera violenta y que hoy sería sepultada. “La información que tenemos documentada es que, en apariencia, esos restos corresponden a una persona, todavía no confirmamos 100%, sin embargo es importante decir que la información que tenemos en este momento es que en días pasados, en otro estado de la República falleció por causas violentas una persona”. “Su cadáver estuvo en el Semefo (Servicio Médico Forense) del estado donde falleció. Luego fue entregado a sus familiares para su inhumación programada para hoy, pero ayer su cadáver fue sustraído de la funeraria donde estaba depositado, por un grupo armado. Y el hallazgo de los restos coincide con esto. Por lo menos las heridas pre mortem, practicadas en la necropsia coinciden con el cadáver sustraído”, dijo Orozco. Versiones de prensa señalan que la persona descuartizada es Luis Reyes, El Rex, integrante de Los Zetas. El muerto había sido detenido en prisión en el estado donde falleció, dijo. Por la madrugada de este miércoles fueron encontradas cerca de las entradas de los reclusorios de Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, hieleras que contenían partes del cuerpo humano, lo que hacía suponer que se trataba de varias personas descuartizadas. Junto a los contenedores había cartulinas con mensajes dirigidos a las autoridades de reclusorios locales. Por su parte, el secretario de Seguridad pública, Aldo Fasci dijo que los mensajes encontrados junto a los despojos contenían mensajes relacionados con el manejo de los centros penitenciarios, aunque al analizar el contenido concluyeron que se trata, más bien, un mensaje que tiene como propósito llamar la atención sobre la persona a la que pertenecían los restos. Mencionó que los autores de esta exhibición tienen como intención “calentar la plaza”, como se le menciona en el argot policiaco a los intentos de los criminales de generar inestabilidad en algún lugar donde operan.