Los 'intereses de unos cuantos” han puesto en riesgo la salud pública de México: Alejandro Calvillo

miércoles, 28 de febrero de 2018 · 14:26
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La salud pública y la viabilidad de México están en riesgo “por los intereses de unos cuantos”, aseguró Alejandro Calvillo al presentar el documento “La Trama Oculta de la Epidemia. Obesidad, industria alimentaria y conflicto de interés”, que realizó junto con Agata Székely. De acuerdo con los autores, el contubernio entre instituciones y funcionarios con las grandes corporaciones de alimentos y bebidas está sacrificando la salud de la población que sufre las declaradas emergencias epidemiológicas de obesidad y diabetes. En un comunicado, la organización El Poder del Consumidor, que dirige Calvillo, precisó que el texto narra las diversas estrategias de la industria de bebidas y alimentos en México y en el mundo para bloquear políticas públicas que buscan prevenir y controlar el problema de la obesidad y sus consecuencias. “Este documento se presenta en un contexto en el que más de 70% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, al igual que más de un tercio de los niños y adolescentes. La situación es preocupante, ya que pone en riesgo la viabilidad del país no sólo por lo que le cuesta en términos financieros, sino también por un descenso en la productividad de las próximas generaciones”, puntualizó. Agata Székely y Alejandro Calvillo, agregó, realizan un recorrido periodístico sobre casos internacionales que muestran las estrategias de la industria de alimentos y bebidas, similares a las que ha utilizado la industria del tabaco contra la salud pública. Al ahondar en el caso mexicano, describen hechos ocurridos desde sexenios anteriores que ilustran el contubernio entre el gobierno y el sector privado en detrimento de la salud pública. Durante la administración que está a punto de concluir, subrayan, las instancias responsables de las regulaciones que podrían mitigar la obesidad --la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)-- bloquearon totalmente a los institutos nacionales de salud en la elaboración de dichas medidas. “Por varias décadas en México se ha permitido la libre entrada, producción, comercialización y promoción masiva de productos alimenticios que dañan la salud, y por ello actualmente se vuelve necesario reducir su consumo y debe ser blanco de diversas regulaciones”, sostiene el informe. Estas medidas, agrega, afectan los intereses de las grandes corporaciones, por lo que han desarrollado complejas estrategias para bloquearlas, como pagar campañas sin sustento o desviar la atención a la actividad física como única causa de la obesidad. Según El Poder del Consumidor, la investigación se extiende al caso del espionaje con el malware Pegasus contra un investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, el doctor Simón Barquera; el portavoz de la red Contrapeso, Luis Manuel Encarnación, y contra Alejandro Calvillo, director de la organización. Puntualiza: “El hecho ocurrió en un momento en el que se promovía el incremento al impuesto de bebidas azucaradas siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. El caso se enlaza con el proceso de la Alianza para el Gobierno Abierto que había llegado al acuerdo, en conjunto con academia y gobierno, de establecer dos objetivos de la mesa de obesidad en el Plan de Acción 2016-2018: reformar el etiquetado frontal de alimentos y bebidas, y establecer un marco normativo para evitar el conflicto de interés en todo el ciclo de la política contra la obesidad y la diabetes, desde el diseño hasta la evaluación, lo cual no ocurrió”. El documento concluye con la demanda de establecer “un proceso transparente de revisión y reelaboración de la política de prevención de la obesidad”, con la participación de los institutos y las academias, así como de expertos y organizaciones civiles libres de conflicto de interés. “Al momento hemos sido testigos de una Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes simulada, que retoma recomendaciones de organismos internacionales, pero en forma fraccionada y modificada para afectar en menor medida los intereses de la gran industria. Sin embargo, lo que no se visibiliza es que la salud pública y la viabilidad del país están en riesgo por los intereses de unos cuantos”, recalcó Alejandro Calvillo.

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