CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los participantes de México y Estados Unidos acordaron bloquear recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para combatir la epidemia de obesidad, denunció la Alianza por la Salud Alimentaria.
Esa medida, que favorece a la gran industria de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, viola convenios y tratados internacionales que establecen que la protección a la salud debe estar por encima de cualquier interés comercial, subrayó en un comunicado.
Destacó que información recibida por organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria, proveniente de varias fuentes, confirma que existe una iniciativa presentada por el jefe del grupo de negociadores de Estados Unidos, Jamieson Greer, que establece la prohibición para tener etiquetados frontales de advertencia en alimentos y bebidas no saludables, como los que recomienda la OPS y que se han establecido en Chile y Ecuador y se proponen en Canadá, Perú, Uruguay, Brasil y México.
En la práctica, agregó, esta propuesta pondría un obstáculo a la implementación de una de las políticas que ha traído más beneficios para combatir el sobrepeso y la obesidad, enfermedades que en México se han declarado emergencias epidemiológicas.
De igual manera, precisó que los etiquetados frontales de advertencia han recibido el respaldo de la OPS, la OMS, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), entre otros organismos académicos internacionales, como una de las medidas más necesarias y efectivas para enfrentar la epidemia de obesidad.
El comunicado de Alianza por la Salud Alimentaria sostiene que los etiquetados de advertencia establecidos en Chile y Ecuador, y los propuestos en Canadá y Brasil, marcan una tendencia global que ha surgido desde América Latina y a la que se ha sumado Canadá, que afecta los intereses de las grandes corporaciones de ultraprocesados y bebidas azucaradas.
“Estas empresas, a través de sus principales cabilderos, pretenden establecer en la renegociación del TLCAN que este tipo de etiquetados frontales de advertencia NO puedan ser utilizados en América del Norte, bloqueando así una medida fundamental para combatir las epidemias de obesidad y diabetes y la única regulación que existe para que los consumidores puedan acceder a información útil sobre la presencia de los ingredientes críticos en estos productos, como lo son los azucares, el sodio y las grasas saturadas, que son la causa principal de las enfermedades no transmisibles”, subraya.
Y recalca que ante la imposibilidad de frenar el avance de esta regulación en naciones como Chile y Ecuador y que se discuta actualmente en países como Brasil y Canadá, la gran industria busca bloquear esta propuesta en América del Norte a través de la renegociación del TLCAN.
De esta manera se pondría un obstáculo a la propuesta avanzada en Canadá de un etiquetado de advertencia y la posible resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra del etiquetado frontal establecido por la industria en México, agrega.
“La intención de establecer en la renegociación del acuerdo comercial de América del Norte una prohibición para el establecimiento de un etiquetado frontal en alimentos y bebidas que advierta a los consumidores que los productos presentan altos contenidos de azúcar, sodio o grasas saturadas, excede los límites de un acuerdo comercial violando el derecho a la salud”, puntualizó Julio Salazar, asesor jurídico de El Poder del Consumidor.
Remató: “Esta propuesta no sólo va contra la Constitución mexicana que establece que no pueden celebrarse acuerdos que contravengan los derechos humanos reconocidos en la propia Carta Magna, también contraviene los tratados internacionales en materia de derechos humanos y la jurisprudencia existente en los propios acuerdos comerciales que han dado primacía al derecho a la salud sobre los derechos comerciales”.