CIUDAD DE MÉXICO (apro). - De nueva cuenta, la calificadora internacional Moody’s enciende las luces de alerta, ahora por la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de que Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Energía asuman la construcción y supervisión de la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco.
Peter Speer, vicepresidente de la firma, estimó que ello eleva el riesgo de sobregiros de costos y retrasos que pudieran sumar más presión a las finanzas de Pemex y del propio gobierno federal.
El experto refirió que las empresas que iban a participar en la construcción de la nueva refinería consideraron que el proyecto costaría más de 8 mil millones de dólares y tomará más de tres años su construcción.
Esas consideraciones, dijo, sólo validan “nuestra preocupación” en cuanto a que los estimados del gobierno de México fueron “optimistas”.
Además, dijo que la nueva tarea que tendrán Pemex y la Sener suma una tarea más, a la de por sí ardua tarea de frenar la caída en la producción de crudo y mejorar la refinerías existentes.