Aún no se sabe si es posible infectarse al mismo tiempo de influenza y covid-19: Ssa

jueves, 17 de septiembre de 2020 · 22:48
CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Ante el inicio de la temporada invernal que empieza a principios de octubre y termina a finales de marzo, con la eventual aparición de la influenza, se va aplicar un algoritmo en todas las entidades del país para que todos los resultados negativos a covid-19 sean ingresados a un estudio ampliado viral para conocer qué tanto puede generar problemas en la población la presencia de aquel virus con el SARS-CoV2, señaló el director General de Epidemiología, José Luis Alomía Zegarra. Esto, agregó, es para saber cuál será su magnitud y cuál su afectación en función de la presentación clínica y de la evolución de los casos, indicó en la conferencia de prensa vespertina para actualizar la cifras de recuperados, contagiados y fallecidos por covid-19. Recordó que el país está cerrando la etapa de verano en el hemisferio norte, el hemisferio sur está en invierno y con la pandemia de covid-19. Entonces, con la información recibida, principalmente de Sudamérica, se podrán analizar las eventuales sinergias o afectaciones comunes o potencializadoras que pudiera estar generando la coinfección o la corcirculación de los virus de influenza y SARS-CoV2. “Es un dato que no se ha evidenciado completamente si uno puede infectarse de ambos virus porque finalmente están circulando y pueden estar en vías respiratorias o si, en algún momento, alguno de ellos tendría mayor oportunidad o mejores condiciones para desarrollar la enfermedad que, en este caso, sería covid-19 o influenza”, especificó. Hasta el momento, explicó, lo que se ha visto en el hemisferio sur es que la influenza tampoco ha circulado de manera importante, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pero se están preparando para la temporada invernal en México. Señaló que la temporada invernal inicia la primera semana de octubre y dura seis meses, es decir, el último trimestre de 2020 y primer trimestre de 2021, aunque, basado en la vigilancia epidemiológica, prácticamente, en los últimos 15 años en materia de influenza, la mayor cantidad de transmisión del virus de influenza se da, normalmente, a partir de la primera quincena de enero y tiene su pico máximo a fines de enero y febrero. “Eso no limita la vacunación, dado que es una enfermedad que sí cuenta con una vacuna que, al menos, nos permite evitar, si no la enfermedad como tal, sí la presentación grave de la misma, y en población vulnerable”, como son las mujeres embarazadas, los diabéticos, los pacientes con enfermedad grave respiratoria y los hipertensos, expuso. De hecho, comentó que unos primeros lotes de vacuna ya llegaron y están siendo analizados por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la instancia que, en su momento, analiza todos los lotes que van llegando al país. “Desde hace dos meses y medio atrás se estuvieron haciendo las preguntas de que la campaña de vacunación e influencia iniciara antes. En su momento se comentó que esto no era posible, no porque no se contara con los recursos en el país, tanto financieros como humanos para poder llevar a cabo la campaña, sino que esto tiene que ver directamente con la oferta y, por lo tanto, la proveeduría nacional de la vacuna”, indicó. Y explicó que existe un esquema que empieza desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el tipo de vacuna, en este caso, cómo se va a componer, cuáles son los tipos o subtipos de influenza que van a integrar la vacuna y cómo entran a los procesos de producción, por las empresas que, a nivel nacional, proveen de la misma. Por eso, agregó, no iba a ser posible adelantar de manera importante o sea digamos semanas o meses la vacunación como tal y como comentaba dado que la mayor circulación normalmente la podemos ver en los meses precisamente de enero y febrero no representa un riesgo importante a nivel poblacional o no cubría el hecho de adelantar la vacunación una protección inmediata para evitar la cocirculación. “La vacunación se va a llevar a cabo en los tiempos definidos y en los que normalmente se programan año con año, como siempre la vacuna de influenza se prioriza a los grupos de riesgo. Habrá 35 millones de dosis este año”, indicó y comentó que hace un mes inició una estrategia enfocada a la Península, en tres entidades, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, porque la información de vigilancia epidemiológica ha desvelado que al menos en los 4 años son los estados donde inicia de manera más temprana la influenza. “La estrategia se enfocó a que todas las muestras que salían negativas de covid-19 pasaban al algoritmo de la influenza e inclusive los casos graves o defunciones al algoritmo ampliado del virus respiratorio, potenciales virus epidémicos y no se ha identificado una circulación importante en la Península, al menos todavía de influenza como tal. Esta estrategia tenía por objetivo definir la estrategia nacional que se va a implementar en las 32 entidades federativas, donde influenza forma parte de un virus a vigilar durante la temporada invernal”, apuntó. Respecto a los comentarios vertidos en los medios sobre la aplicación de pruebas rápidas a pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Alomía Zegarra aclaró que no se trata de las rechazadas por la OMS y la Secretaría de Salud, sino pruebas PCR que se hacen a los pacientes cuando están en el cuidado de los médicos y las enfermeras para comprobar si está o no contagiado del virus SARS-CoV2. “Estas pruebas point of care son PCR y también las denominan rápidas porque tienen la ventaja de que su resultado se da en minutos”, comentó el funcionario de la Secretaría de Salud.

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