Presume Ebrard educación cívica de los capitalinos

miércoles, 18 de mayo de 2011 · 01:00

MÉXICO, DF, 18 de mayo (apro).- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, presumió que los capitalinos han mejorado su educación cívica en acciones como respeto a los peatones, recoger heces de sus mascotas o manejar sobrios, según los resultados del programa Ciudad de México, Capital Ciudadana.
    Se trata de un método diseñado por Antanas Mockus, presidente de la organización Corpovisionarios por Colombia y exalcalde de Bogotá, quien entregó un reconocimiento a Ebrard Casaubón por los avances logrados.
Con el programa se trabajó en el mejoramiento de diez conductas o hábitos de los habitantes y transeúntes del Centro Histórico.
    Estas son: depositar la basura en su lugar, no tirar chicles en las calles, recoger las heces de mascotas, no hacer pintas o grafitis, manejar sobrios, utilizar cinturón de seguridad, respetar a los peatones, a las mujeres y las zonas destinadas a discapacitados y cuidar el agua.
    Según Ebrard, disminuyó la incidencia de los malos hábitos entre la gente que vive o transita por el primer cuadro de la ciudad y consideró que pese a que las tareas de un gobierno se enfocan a reaccionar ante situaciones de emergencia, “promover cultura ciudadana a través de pequeñas acciones es la base para crear comunidad y sentar nuevas bases”.
    Según los resultados del programa, presentados por el titular del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal, Luis Wertman Zaslav, unos 50 mil capitalinos modificaron su conducta cívica en el prime cuadro de la ciudad.
    Confió en que la estrategia alcance mayores y mejores resultados, por lo que llamó a los habitantes de la ciudad a “trabajar día a día en la transformación de la cultura cívica”.
    En su opinión, aunque parezcan asuntos minúsculos, acciones como no tirar los chicles en la calle hablan de la cohesión, el respeto y el grado de comunidad en cada ciudad.
“La densidad de chicle por metro cuadrado es inversamente proporcional al grado de comunidad en una sociedad”, ejemplificó.
    A través de 240 acciones pedagógicas, talleres e intervenciones de cambio cultural que se llevaron a cabo en los últimos siete meses, el gobierno capitalino contó con el apoyo de 70 empresas e instituciones “socialmente responsables” del ámbito privado, público y académico.
    Ebrard Casaubón sostuvo que en el Distrito Federal, que representa 8% del territorio nacional, la concentración de más de 14 millones de personas genera problemas complejos. Por eso, dijo, es necesario promover el respeto entre todos y no la lucha por el espacio y las oportunidades.
    Habló por ejemplo del programa Ecobici que, afirmó, ha mostrado cómo los ciudadanos pueden comprometerse con cambios positivos y ahora los automovilistas muestran más respeto hacia quienes prefieren trasladarse en vehículos no motorizados.
    También dijo que hubo una reacción “muy importante” de las personas hacia las acciones del programa, lo que muestra que “sí se puede”.
    De acuerdo con el programa, ahora se recoge tres veces más basura de los contenedores del Centro Histórico porque la gente la coloca en su lugar, al igual que los chicles, por lo que en lugar de 70 chicles tirados por metro cuadrado, ahora sólo hay 24 tan sólo en la calle de Madero.
    Sobre la recolección de heces de mascotas, afirmó que sólo en la calle de Regina se disminuyó la presencia de excremento en 34%, mientras que con la elaboración de ocho grafitis artísticos que no invaden espacios no autorizados, se evitó que esas pintas se realizaran en espacios públicos o privados.
    Sobre el uso del cinturón de seguridad, comentó que se reguló a 15 mil 187 conductores y 22 mil 751 automovilistas y transeúntes fueron conminados a respetar a peatones y señalamientos.
    Asimismo, en cuanto a la atención a mujeres en el transporte y en la vía pública, según el programa se atendió a 355 víctimas y victimarios con los que se trabajó una estrategia de protección para las primeras y un proceso de reflexión con los segundos.
    En cuanto a las zonas especiales para discapacitados, se entregaron 454 “infracciones pedagógicas” al mismo número de automovilistas que bloquearon las rampas de acceso.
    Se realizaron asimismo “duchas pedagógicas” en espacios públicos para mostrar que con 31 litros de agua una persona puede bañarse, lavarse las manos y rasurarse, y no con 150 litros, que es el promedio que utiliza cada persona regularmente.

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