CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, afirmó que en el bloqueo de la autopista México-Pachuca, en San Juanico, fue identificado un grupo de infiltrados violentos  y se trabaja en su identificación. De acuerdo con el funcionario, los presuntos infiltrados no pertenecían a las mesas de diálogo establecidas con habitantes de San Juanico tras la violenta irrupción de policías capitalinos a esa comunidad. Esos sujetos, dijo, fueron los más violentos, “agrediendo con bombas molotov, piedras, palos, diferentes objetos a elementos de la Policía Federal”. El funcionario federal, dijo que ese grupo violento se quedó como responsable del bloqueo, pero reiteró que “estas personas de ninguna manera pertenecen a la comunidad”. En entrevista en el programa Despierta con Carlos Loret de Mola, Castilla Craviotto indicó que el operativo de la PF para liberar la autopista terminó con saldo blanco y explicó que la agrupación no intervino antes porque se debían considerar “los efectos secundarios” de la intervención. “Recordemos que había mesas de diálogo en curso, había funcionarios retenidos”, dijo. La corporación, dijo, debía esperar las “condiciones óptimas” para realizar el operativo, desbloquear la autopista y evitar daños adicionales. Reconoció y lamentó que el bloqueo se extendiera por 19 horas en la autopista México-Pachuca, y refirió que desde temprano recibieron instrucciones del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, de monitorear la situación y levar a cabo el operativo en el momento que fuera posible para desbloquear la vialidad. Intercambio de información Manelich Castilla señaló que la Policía Federal ya intercambia información con instancias de la Ciudad de México y del Estado de México para realizar el análisis del material e iniciar las carpetas de investigación correspondientes. “Estamos en esta etapa, vamos a poner lo que tenemos sobre la mesa de la Fiscalía y esperamos que esto dé para iniciar las carpetas de investigación”, comentó. Ayer, a incursión violenta de la policía capitalina contra ciudadanos del municipio de San Juan Ixhuatepec, en Tlalnepantla, Estado de México, derivó en un bloqueo de 19 horas en la autopista México-Pachuca, además de saqueos, patrullas quemadas, caos vial y afectación a miles de habitantes y trabajadores de la zona metropolitana. Alrededor de las 19 horas, casi un día después de los hechos, elementos de la Policía Federal –respaldados por policías de la Ciudad de México– retiraron el cerco que mantenía un reducido grupo de personas, algunas encapuchadas. Los uniformados lanzaron gas lacrimógeno, mientras que los manifestantes realizaron detonaciones, presuntamente de armas de fuego, y lanzaron piedras, palos y botellas de vidrio.