Veracruz

Denuncian por tortura y extorsión a funcionarios cercanos al titular de la SSP de Veracruz

Un empresario denunció que fue detenido, torturado y extorsionado por policías estatales tras fungir como intermediario en la venta de un vehículo, que resultó ser robado, a la asistente del titular de la SSP de Veracruz
martes, 19 de enero de 2021 · 16:25

XALAPA, Ver. (apro).- El secretario técnico de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz (SSP), Carlos Eslava Buitrón, y la asistente del titular de SSP, Ivana Alejandra León Vargas, fueron denunciados de los delitos de robo, tortura, lesiones, amenazas y privación ilegal de la libertad en agravio del microempresario, José Osorio del Campo.

Las denuncias, contenidas en las carpetas de investigación 4124-2020 y 644-2020, fueron presentadas ante la Fiscalía General del estado y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

Sin embargo, la denuncia presentada en septiembre del 2020 se encuentra estancada en ambas instancias porque, asegura la víctima, ambos funcionarios son cercanos al Secretario de Seguridad Pública (SSP), Hugo Gutiérrez Maldonado.

El afectado es José Osorio del Campo. En su denuncia, de la cual Proceso tiene una copia, el afectado narra que en septiembre de 2020 se desplazaba en su vehículo, un Mercedes Benz, en Pedregal de Las Ánimas cuando fue interceptado en la calle Artículo 123 por las patrullas SP-3470 y SP-3467 de la SSP de Veracruz.

“Sólo escuché que por radio los policías pedían instrucciones: ‘¡A dónde lo llevamos, al cuartel de San José o a El Lancero?’ Tuve mucho miedo”, narra.

Sus temores no eran infundados. El 27 de octubre de 2020, en el cuartel policiaco de San José, en Xalapa, murió el comerciante Gustavo Ortiz Hernández, de 35 años de edad.

Sus familiares denunciaron que “murió golpeado por los policías” y llevaron su ataúd frente al Palacio de Gobierno de Veracruz. La Fiscalía continúa investigando las causas de la muerte.

Y el 3 de mayo pasado, el rapero y grafitero Carlos Navarro Landa, de 33 años de edad, ingresó a los separos, y un día después murió en las celdas del cuartel. La SSP emitió un comunicado en el que aseguró que Navarro murió “de un infarto”.

Además, la academia de policía de El Lancero fue donde se torturó y quemó con descargas eléctricas al cantante de La Voz México, Gibrán Martiz, en enero de 2014. Luego, su cuerpo apareció con impactos de bala en la carretera Huatusco-Conejos.

Con esos antecedentes, el temor de José Osorio era entendible. En su denuncia, asegura que fue llevado a un cuarto pestilente, lleno de colchonetas y con un olor muy fuerte a humedad.

Ahí comenzaron a golpearlo policías estatales frente a los dos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

“Me pidieron que me hincará, me asfixiaron en varias ocasiones, me golpearon en las costillas, en el cuerpo. Dos policías fueron los que más se enseñaron, mientras otro más grababa la golpiza con una cámara de video. Quienes me torturaban le pedían a Carlos Eslava instrucciones de cómo continuar la golpiza, dirigiéndose a él como ‘jefe’”.

De acuerdo con la querella 644/2020, José Osorio del Campo fue intermediario para que Ivanna León, asistente del titular de la SSP, Hugo Gutiérrez, comprará un vehículo Audi Q5 a Mario Rivas Soto, quien a su vez contactó con un tercero, Iván Zúñiga, para cerrar la venta.

Seis días después, la camioneta de lujo salió con reporte de robo, por lo que la funcionaria Ivanna León le exigía a José Osorio, mediante tortura policíaca, que le regresará el importe total de la camioneta.

“Me tenían en el cuartel de San José y que por sus huevos le tenía que pagar lo que le había costado la camioneta. El Mercedes lo tenían en un corralón en custodia de SSP, me hicieron endosarles la factura bajo amenazas de muerte. Me dijeron que me iban a dejar en claro quiénes eran ellos”.

En el cuartel de San José, José Osorio se enteró que sería puesto a disposición de un juez por el delito de posesión de un vehículo robado, para lo cual le “sembraron” una Dodge Caravan blanca de modelo antiguo.

José Osorio ingresó al penal de Pacho Viejo un par de días, sin embargo, por el Informe Policial Homologado (IPH) mal estructurado y con una deficiente integración de la carpeta de la Fiscalía, Osorio fue liberado por la jueza Mónica Segovia al día siguiente.

“La jueza, en la etapa de control de detención, muy rápido detectó que era ilegal mi detención, por lo que ordenó mi libertad”, manifiesta Osorio, quien recuerda que pensó que ahora tendría que venir una lucha legal para recuperar su vehículo y conseguir un abogado. La pesadilla apenas empezaba.

“Estando en los separos de la Policía Ministerial de Las Trancas me visitó, Carlos Eslava, fue al medio día del 23 de septiembre, y me dijo textualmente: ‘Déjate de pendejadas, nos vas a pagar lo que pagó Ivanna por la camioneta y una lana más (sic), ya que gracias a mi intervención no te mataron los policías. Esta te la pasamos y tú sabes si se la cobras a Iván Zúñiga o la pagas tú”.

El empresario, José Osorio del Campo señala que en este infierno que ha estado viviendo hay otro personaje clave en la historia, Grecia Alvarado Absalón –también incluida en la denuncia 4124-2020–, quien un tiempo fue su inquilina en un departamento y es amiga cercana de Ivanna León; de hecho, fue ella quien presentó a Osorio del Campo con la asistente del titular de SSP.

“En los últimos meses en que no he podido tener paz, e indagando por qué me pasó esto: Grecia Alvarado ya había estado metida en problemas de similar índole, tal parece que Grecia fue la que me puso el dedo (sic) con los policías”.

En noviembre pasado, la amenaza de Carlos Eslava se cumplió. Tras varias intimidaciones de elementos policiacos que lo seguían, José Osorio les entregó 40 mil pesos en efectivo en un café de la avenida Maestros Veracruzanos, cerca de la sede del Congreso local.

Osorio del Campo recuperó su vehículo Mercedes Benz el 30 de diciembre, tras una larga tramitología con el corralón, Tránsito del Estado y la propia Fiscalía. Lo vendió hace unos días y se compró otro. Sin embargo, tras la venta, las intimidaciones policíacas han regresado.

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