Nuevo Aeropuerto, la consulta incómoda para Texcoco
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador informó hoy las características generales de la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Entre el 25 y 28 de octubre se realizará la consulta en 538 municipios del país, en donde se instalarán mesas de votación. El ejercicio lo realizarán organizaciones civiles y el conteo de los sufragios estará bajo la responsabilidad de la Fundación Arturo Rosenblueth, asociación creada en 1978.
Esta fundación, dirigida actualmente por Enrique Calderón Alzati, participó en la consulta por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el 21 de marzo de 1999. Este instituto se orienta más hacia la informática, la tecnología y la computación nacional, pero ganó un gran prestigio entre organismos civiles al mantenerse ajena a los tradicionales grupos financiados por corporaciones privadas o fundaciones estadunidenses.
Según Calderón Alzati, aún se están elaborando las preguntas. No será únicamente una opción binaria al estilo de “¿Prefiere usted el nuevo aeropuerto en Texcoco o en Santa Lucía?”. Más bien, según la Fundación, un comité técnico elabora las posibles consideraciones que sin duda incluirán la posibilidad de convertir el NAIM en un proyecto concesionado a la inversión privada, sin inversión pública.
La reacción de políticos, cúpulas empresariales, técnicos e ingenieros que están a favor de mantener el proyecto del NAIM ha sido de contundente rechazo a la consulta.
“Es una vacilada”, ha reiterado el exdirigente nacional panista Damián Zepeda. En entrevista radiofónica, Calderón Alzati le respondió directo al cuadro anayista: “Señor, la democracia no es una vacilada”.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), responsable de la elaboración del proyecto de Texcoco, ha mantenido un silencio sepulcral ante la consulta. Sin embargo, es evidente que ha movilizado a los sectores de los constructores, los ingenieros y las empresas involucradas para insistir que “no hay más ruta que Texcoco” y en el modelo que actualmente se presenta.
Este mismo jueves, la Asociación Foro Jurídico convocó a una asociación de controladores de tráfico aéreo para argumentar que es imposible un aeropuerto en Santa Lucía. Prácticamente señalan que se pueden provocar accidentes entre aeronaves porque estas instalaciones, administradas por las autoridades militares, no están en condiciones para dar un servicio civil.
La información que aportan los defensores del proyecto de Texcoco se revela cada vez más como sesgada, incompleta o sospechosamente contradictoria. Veamos aquí algunos ejemplos:
- En la relación de preguntas y respuestas que envió el ingeniero Javier Jiménez Espriú a la gerencia del proyecto (Parsons) de Texcoco se informó que al 30 de junio de 2018 el avance global del proyecto era de 31 por ciento. En un video difundido el pasado lunes 8, Andrés Manuel López Obrador afirmó que el avance, según las autoridades, es de sólo 20%.
- En el mismo reporte entregado a Jiménez Espriú se informó que al 30 de junio de este año, el saldo de la aportación de la Fibra E es de 9 mil 662 millones de pesos, que sumados a los 29 mil millones darían más de 38 mil millones de pesos. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que la situación financiera actual de los bonos de la Fibra E son de 30 mil millones de pesos. ¿Por qué esa diferencia?
- El financiamiento adicional para financiar el NAIM es de 88 mil millones de pesos, casi una cuarta parte del costo total que ya se elevó a 285 mil millones de pesos (cuando Enrique Peña Nieto anunció el proyecto mencionó que el costo sería menor a los 170 mil millones de pesos). Nadie ha explicado con certeza por qué se elevó tanto el costo total entre 2014 y 2018.
- Todo el tema del impacto hídrico y medio ambiental del proyecto de Texcoco es contradictorio y opaco. Los promotores de Texcoco insisten en que “el exlago de Texcoco no se pierde” y que para garantizar la “seguridad hídrica” del Valle de México se realizó un Proyecto Hidráulico de la Zona Oriente del Valle de México acorde con un plan que es de 1994-2010, anterior a la puesta en marcha del NAIM. Sobre el futuro del lago Nabor Carrillo, insisten en que “no dejará de ser un cuerpo de agua permanente”. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) respondió que existen cinco nuevas lagunas, cuyos resultados nadie conoce a ciencia cierta.
- El 7 de octubre de 2016, Parsons manifestó que es necesario “reubicar fuera del polígono del NAIM la tubería de gas existente propiedad de FENOSA, así como el requerimiento de contar con las líneas externas que suministrarán de gas natural el NAIM”. En otras palabras, había un gasoducto en estos terrenos.