Michoacán

Michoacán 2021

Por parte de Morena, existen dos candidatos serios, el senador Cristóbal Arias Solís y el actual alcalde de Morelia, Raúl Morón.
miércoles, 30 de diciembre de 2020 · 13:25

CIUDAD DE MÉXOICO (apro).- Este próximo 6 de junio, en Michoacán habrá elecciones para gobernador, diputados federales y locales, y ayuntamientos. En esta entidad tiene sus raíces el cardenismo y el calderonismo, no hay empero punto de comparación. Ni en sus mejores días el calderonismo pudo conquistar la gubernatura y la mayoría de las diputaciones federales. El actual gobierno de Silvano Aureoles ha sido de claroscuros. Por un lado, ha promovido iniciativas modélicas en materia de publicidad oficial y en reducir la abultada burocracia. Por otro, la animosidad de Aureoles con el presidente López Obrador no se tradujo en beneficio de la mayoría de los michoacanos. Con todo, Silvano es un hombre inteligente y de una gran capacidad de trabajo, que no se le puede regatear.

En los indicadores de bienestar Michoacán está debajo del promedio nacional, pero no en una situación crítica, de acuerdo con datos del INEGI globalmente medido (shorturl.at/szKQ7). Hay algunos rubros, sin embargo, que están en semáforo rojo: El acceso a servicios de salud, donde está en el último lugar nacional comparado con las demás entidades federativas del país; en educación se ubica en el antepenúltimo lugar; en tasa de mortalidad infantil y en tasa de incidencia delictiva se encuentra en el penúltimo sitio de la tabla. Pero en otros aspectos, como la percepción de inseguridad, llama la atención que se ubique a la mitad del ranking, lo que da cuenta de que la inseguridad objetivable se ha internalizado en los michoacanos. Aun así, se aprecia poco probable que un candidato distinto al de Morena y sus aliados pueda obtener el triunfo para gobernar la entidad, porque se ha optado por una falsa vía al entrar en conflicto reiterado y directo con el presidente López Obrador.

Los gobernadores de Oaxaca y Estado de México, ambos del PRI, han ido por una ruta del disenso concertado, lo que ha generado mejores resultados para sus habitantes. En este contexto, de acuerdo con la más reciente encuesta de El Financiero, Morena tiene la mayor parte de las preferencias electorales (shorturl.at/ptFTW). Esa potencial ventaja puede ampliarse o reducirse dependiendo del candidato. Por el lado de la alianza opositora sólo la candidatura de Alfonso Martínez Alcázar, exalcalde de Morelia, podría representar elecciones competidas. Alfonso ha sido probablemente el mejor presidente municipal de la capital del estado (y además independiente, lo que es todo un caso inédito) que ha tenido en la historia contemporánea. Aun así, requeriría de una intensa campaña de posicionamiento en los 113 municipios del estado, o al menos en las principales cabeceras municipales. Algo que no se aprecia fácil; antes bien, sinuoso y complicado.

Por parte de Morena, existen dos candidatos serios, el senador Cristóbal Arias Solís, quien conoce la entidad a la perfección y ha jugado un papel estelar desde que Cuauhtémoc Cárdenas fue gobernador en el sexenio 1980-1986, quien hizo una gran labor para la inmensa mayoría de la población. Cristóbal es un hombre con firmeza en el fondo y suavidad en la forma, además de sus amplias credenciales profesionales y democráticas. Acaso por ello sus malquerientes –ante la falta de argumentos y datos duros, que de haberlos ya los hubieran hecho públicos-- le han endilgado violencia de género, lo que nunca --hay que decirlo-- se ha probado en tribunales y persiste, sobra decirlo, la presunción de inocencia. De esta suerte, esa especie es parte de la guerra sucia para un fuerte contendiente a gobernar Michoacán.

El otro candidato es el actual alcalde de Morelia, Raúl Morón, a quien no conozco personalmente, pero quienes sí lo conocen en el círculo de tomadores de decisiones en la 4T se expresan positivamente de él. Sin desdoro de Morón y acaso por un prejuicio mío por el reconocimiento que le guardo al anterior alcalde, Alfonso Martínez, creo que Cristóbal Arias sería el candidato ideal de Morena para gobernar la entidad. Se le reprocha su cercanía con el coordinador de la bancada de ese partido en el Senado de la República, Ricardo Monreal, quien es visto con recelo por una gran parte de la 4T y como un mal necesario.

No se sabe, advierto, que Cristóbal tiene toda una carrera propia y es ampliamente conocido positivamente en Michoacán por méritos propios. Gobernar Michoacán no es una tarea fácil. Una parte de la entidad se encuentra en manos de distintos grupos delincuenciales, la presencia disruptiva de la CNTE es también un riesgo para la gobernabilidad de la entidad. Lo solía ser la propia Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, que hoy el rector Raúl Cárdenas Navarro ha podido focalizar sus disensos internos y sabe que parte de su quehacer es llevarse bien con el gobernador en turno, sea del partido que fuere, para bien de la propia UMSNH. Cristóbal tiene los alcances para resolver los problemas presentes e introducir cambios en beneficio de la inmensa mayoría de los gobernados que requiere un gobernante con templanza, con autoridad moral y con propuestas de solución a los retos que tiene la entidad. La pugna por la candidatura para gobernar Michoacán ha dejado un flanco débil, el ayuntamiento de la capital, donde Alfonso Martínez tendría amplias posibilidades de triunfo bajo el sello de la alianza opositora o de algunos partidos de ella.

@evillanuevamx

ernestovillanueva@hushmail.com

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