Movimiento Rupestre: ruina y congruencia

viernes, 24 de octubre de 2008 · 01:00
México, D F-Por dormirse al conducir, en agosto pasado un taxista casi avienta a la muerte al músico Armando Palomas, quien ahora sufre el marasmo del reposo en cama En consecuencia, los ingresos de este artista independiente son, catastróficamente, nulos; su gremio trata de paliar el dolor y cobijarlo, pero lo cierto es que, al menos económicamente, poco le pueden ofrecer En solidaridad con su compañero de gremio, la comunidad de roqueros independientes organiza periódicamente conciertos en beneficio de Palomas El sábado 18 de octubre fue el más reciente El resultado: 5 mil pesos recabados para la recuperación del convaleciente Además de esfumarse su capacidad de ganarse la vida, Armando Jiménez, o Armando Palomas, como es conocido en el medio musical, debe acatar celosamente las órdenes de los médicos, que aún le pronostican un diagnóstico reservado De cualquier forma, para un alma roquera, el reposo se convierte en plaga "(?) Y, de todos modos, no voy a cambiar mi manera de vivir, no pienso dejar mis vicios, ni se me antoja ser un hombre de bien", confiesa Palomas en su sitio oficial Los escasos 5 mil pesos recabados en el concierto Palomeando corresponden a los 71 seguidores del movimiento rupestre que pagaron su boleto para asistir a la tocada, celebrada en el mítico foro Alicia La comunidad de adeptos al movimiento atraviesa por su propia crisis Armando Rosas -- precursor del género, al lado de Rockdrigo González, Jaime López, Rafael Catana, Fausto Arellín, por citar algunos-- cuenta que los seguidores de los rupestres dejaron la juventud roquera para abrazar la vida familiar Un hombre con la barriga un tanto desparramada cargando en hombros a un niño de unos 6 años de edad bien puede servir de estampa para ejemplificar el comentario de Rosas Esos 71 roqueros que asistieron al Alicia pasarían en la calle como ciudadanos comunes y corrientes Por sus atuendos simples, se intuye que algunos apenas salieron de trabajar Pocos se han ataviado de las típicas chamarras de cuero, playeras negras, pelo engomado, pantalones rotos o cualquier atuendo propio de un toquín En cambio, prevalecen los peinados formales, las chamarras lisas, pantalones de vestir y camisas cuadriculadas Han pasado dos décadas desde que la comunidad de roqueros rupestres resucitó al rock nacional De las tocadas en estacionamientos, de la construcción de la leyenda de Rockdrigo González y del fenómeno lírico de Jaime López Cada músico tomó su rumbo y, de alguna forma, abandonó el espíritu colectivo Ahora, a Catana y compañía los une la amistad, el compañerismo, y, sobre todo, su convicción de permanecer como músicos independientes, de no ceder a las disqueras, de experimentar con los sonidos al cansancio, de viajar por todo el país con los mínimos recursos, de vivir como pordioseros del rock La noche del sábado, el veracruzano Catana, cuyas letras dibujan igual a la carbonera de la frontera que a las crónicas urbanas del Distrito Federal, fue el responsable de manifestar el reclamo político "Los autores independientes nos rascamos con nuestro dinero", inició Hizo una pausa en el canto de historias ficticias para recordar una real, la de Palomas Describió el accidente e intentó hacer conciencia en los fans de la delicada situación de salud de su colega, quien, cuando menos, pasará 2 años en cama Catana sacó su teléfono celular, apretó el botón de altavoz y pasó al aire una llamada de Palomas El músico, con animoso humor, trató de levantar el ánimo de los seguidores con rimas en contra de los artistas pop, se mofó de Belanova, por ejemplo El ambiente del Alicia parecía el de una cafetería al medio día Los roqueros apenas si se movían, la mayoría descansó su espalda contra las paredes y el resto, se acarameló con su pareja Así, expectantes, oyeron a Palomas y, al final, sólo atinaron a aplaudirle Por el escenario desfilaron: Fausto Arellín, Rafael Catana, Armando Rosas y Gerardo Enciso También participó, aunque no estaba en el programa, Francisco Barrios, El Mastuerzo, a quien el gremio trata con desdén "Es un gandalla", describen quienes lo han tratado Enciso, complaciente, cerró el concierto Una y otra vez regresó a petición de sus fans Cuando por fin se determinó a guardar la guitarra, Catana y compañía hicieron cuentas Sabían que la taquilla era magra, pero aún así no desaprovecharon la oportunidad para mentar madres por el escaso dinero recabado Su coraje amainó con las cervezas que sus admiradores les invitaron, en solidaridad Los rupestres las bebieron y después aceptaron un aventón a sus casas "Es el precio de ser independiente", diría Catana

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