Abu Ghraib: Más allá del horror (II y última)
Poco después de las cuatro de la madrugada del 4 de noviembre de 2003 llegó un nuevo prisionero a Abu Ghraib y lo metieron directamente en el emplazamiento duro Acababa de empezar el turno de día y el sargento Tony Díaz sustituía a Hydrue Joyner como policía militar a cargo del bloque de Inteligencia Militar Jeffery Frost también estaba allí Los estadunidenses que llegaron con el preso nuevo, un interrogador y su intérprete, iban vestidos de negro y se identificaron como hombres de OAG (Otras Agencias Gubernamentales) "Gente de la CIA", en opinión de Frost El prisionero llevaba un saco de arena sobre la cabeza Tenía las manos esposadas a la espalda y vestía solamente una camiseta, sin pantalones, sin ropa interior, sin zapatos ni calcetines "Estaba bastante destrozado Nos dijeron que se había resistido al arresto", dijo Frost Díaz añadió: "Respiraba muy fuerte Además, se le oía el corazón, le latía con fuerza Pero todo iba bien, el hombre hablaba mientras lo traían Estaban interrogándolo" Los policías militares no hicieron preguntas "No era asunto nuestro quién fuera esa persona lo que hubiera hecho ?afirmó Díaz Lo único que hicimos fue tramitarlo" No hubo papeleo, por supuesto, ya que se trataba de un prisionero fantasma Tramitado significaba quitarle la camisa, registrarlo, meterlo en un overol y hacerlo desfilar hacia la ducha de la sección lB, donde el interrogador de la CIA dispuso que los policías militares le ataran las manos esposadas por detrás a una ventana, en una postura de horca palestina Entonces los policías militares se retiraron a instancias del interrogador (?) Una hora después, o tal vez hora y media, Díaz y Frost estaban tomando café cuando salió el interrogador de la ducha y les pidió ayuda El prisionero no respondía a las preguntas y el interrogador lo quería con las manos colgadas de un barrote más alto para aumentar su incomodidad Los policías militares entraron y Díaz alzó al hombre mientras Frost cambiaba las esposas de sitio Entonces Díaz lo soltó y el prisionero se inclinó hacia adelante (?) El interrogador, que había tomado asiento, continuó haciendo preguntas sin cesar mientras miraba a los policías militares maniobrando con su silencioso prisionero A continuación les pidió que pusieran las manos todavía más alto Esta vez fue Frost quien cargó con su peso (?) Dijo: "Caray, este tipo es bastante bueno haciéndose el muerto, porque seguro que yo estaría chillando como un cerdo" Todo el mundo se rió (?) Cuando las esposas estuvieron reajustadas, Frost soltó el peso Díaz contó que el interrogador no dejó de hacer preguntas "Nosotros pensábamos: ?Uf, esto no está nada bien? ?dijo Díaz Yo me acerqué un poco, intentando escuchar su corazón No oí nada" Mandó a un policía militar a buscar agua fría y, cuando llegó el cubo, salpicó al prisionero El hombre ni se inmutó "Entonces fue cuando levanté la capucha ?dijo Díaz?, y le vi la cara por primera vez La tenía destrozadísima: ojos enormes y morados, cardenales por todas partes" Dijo que se dirigió al interrogador: "Señor, éste está muerto, y el interrogador respondió: ?¿En serio? No puede estar muerto?" Cuando se extendió el rumor de la muerte por la cadena de mando de Abu Ghraib, se inició una procesión de oficiales hacia la ducha de la sección lB Los hombres de la CIA se negaron a llevarse a su prisionero destruido cuando se marcharon, y nadie sabía qué hacer con el cadáver de alguien que oficialmente no existía ni siquiera estando vivo (?) Llamaron a los médicos para que limpiaran el cuerpo, le vendaran las heridas abiertas y lo metieran en una bolsa de cadáveres llena de hielo Limpiaron la ducha con lejía, cerraron con cremallera la bolsa de cadáveres y la dejaron en un rincón, echaron el cerrojo a la sala y escribieron una nota en el registro del bloque de celdas: "No se puede usar la ducha de lB hasta que saquen al OAG" La noche anterior (a la de la muerte del prisionero) un agente de la División de Investigación Criminal llamado Ricardo Romero, habitual del bloque de Inteligencia, había traído a un prisionero de quien sospechaban estaba implicado en la muerte de un compañero de división de Romero () Yo tenía instrucciones del jefe Romero () Sus palabras fueron: "Haz que su vida sea un infierno durante los próximos tres días y averigua su nombre" Graner había apodado Gilligan al prisionero antes de someterlo al tratamiento de siempre: gritos, EF, la caja de raciones de comida para sostener o subirse encima No le quitó la capucha a Gilligan y, normalmente, lo habría mantenido desnudo Sin embargo, dijo, "hacía un frío de los mil demonios aquellas noches" Así que Graner había recortado un agujero en una manta de la cárcel y había cubierto al recluso con ella como si fuera un poncho Aquello lo hizo por lástima La segunda noche, Gilligan estaba de pie encima de su caja, esta vez en la ducha de la sección lA, y Graner le gritaba con su mejor voz de instructor de los marines (?) Frederick fue a la ducha y supervisó la escena Graner estaba tomándose un descanso y Gilligan estaba de pie sobre su caja Frederick se fijó en unos cables eléctricos sueltos que colgaban de la pared detrás de Gilligan "Los cogí y toqué uno con otro para asegurarme de que no tenían corriente ?declaró Cuando lo hice y no pasó nada, até un nudo de lazo en el extremo y se lo puse, creo, en el dedo índice Y allí lo dejé" Frederick dijo que Javal Davis y Harman entraron en la ducha mientras lo hacía, y a continuación alguien ató un cable a la otra mano de Gilligan y le puso un tercero bajo la garganta "Recuerdo a Davis diciendo no sé qué sobre dónde estaba el enchufe, o algo así", dijo Frederick Pero Harman aclaró: "Eso se lo dije yo También le dije que no se cayera, que se electrocutaría si caía al suelo" "Yo sabía que no iba a electrocutarse ?dijo ella?, así que en realidad no me preocupaba O sea, eran sólo palabras No había ninguna acción real Habría sido más feo si de verdad saliera electricidad de los cables y pudiera haberse electrocutado No le hicimos ningún daño físico" Todo el asunto de la falsa electrocución no duró más de 10 o 15 minutos, lo justo para una sesión fotográfica Tan pronto como estuvieron los cables sujetos a Gilligan, Frederick dio un paso atrás, ordenó a Gilligan que separara los brazos rectos a los lados del cuerpo, como si fueran alas y sacó una fotografía Al momento sacó otra, idéntica a la primera: el hombre encapuchado, con su poncho, descalzo sobre su caja con los brazos extendidos, con los cables enganchados a los dedos (?) Tres minutos más tarde, Harman realizó un encuadre similar (?) Esa es la imagen que se convertiría en la más conocida, más reconocible y más reproducida de toda la guerra (?) Poco después de la sesión con Gilligan alguien se fijó en que salía agua por debajo de la puerta de la ducha, en la sección 1B Graner cogió la llave y Harman lo acompañó a ver qué ocurría "El tipo que habían matado, bueno, empezó a derretirse ?dijo ella Llevaba allí horas, y el hielo que tenía encima se estaba fundiendo del todo" Con las manos enfundadas en guantes quirúrgicos de látex de color azul turquesa, se acercaron y abrieron la cremallera de la bolsa (?) Había bolsas para hielo de plástico traslúcido tapando al prisionero muerto del cuello para abajo, pero era visible su cabeza vapuleada y cubierta de vendajes Tenía la boca entreabierta como si estuviera a mitad de una frase Harman, la aspirante a fotógrafa forense, lo enfocó desde diversos ángulos, con distintos niveles de ampliación, mientras Graner fregaba el suelo Cuando éste había terminado, le sacó una foto a ella posando con el cadáver, agachada para entrar en el plano, luciendo su mejor sonrisa y extendiendo el pulgar de una mano enguantada (?)