Carlos Bolado revisa el caso Colosio

lunes, 16 de enero de 2012 · 11:31
Sesenta millones de pesos costará la película sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio que ayer domingo empezó a rodar Carlos Bolado. Basada en el informe poco conocido de la fiscalía del caso (y que aborda tanto la hipótesis del complot como del asesino solitario), se mezcla con la ficción del personaje encargado de investigar el crimen, Andrés Vázquez, quien mientras más se acerca a la verdad más se juega la vida. “Reeducarnos para no olvidar”, dice el director, es el propósito de esta historia dramática en sí misma “pero interesante y entretenida”. MÉXICO, D.F. (Proceso).- El cineasta Carlos Bolado comienza este domingo 15 el rodaje del thriller político Colosio, historia de un asesinato (título provisional) en torno al magnicidio del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Luis Donaldo Colosio a la presidencia de México en 1994, justo cuando este partido cumplía sesenta años en el poder de manera ininterrumpida. El guión es de Hugo Rodríguez y Bolado. Narra la investigación de un militar experto en inteligencia (comisionado para esta misión por personal del círculo más cercano al Presidente de la República) sobre el asesinato del político, recientemente citado por Peña Nieto, candidato del mismo partido a la Presidencia, al utilizar algunas de sus frases. Es una producción de México (Alebrije Cine y Video), España, Francia y Colombia, encabezada por Udachi Productions, LLC. Intervienen los actores Enoc Leaño (Colosio), Odiseo Bichir, Daniel Giménez Cacho, Luis Ernesto Franco, Kate del Castillo, Dagoberto Gama, Tenoch Huerta, Marco Pérez, Gustavo Sánchez Parra, José Sefami, Harold Torres y José María Yazpik, entre otros. Bolado, realizador de los filmes Bajo California, Promises, Sólo Dios sabe y Tlatelolco (este último sobre el movimiento estudiantil del 68 aún sin estrenarse), manifiesta a este semanario que “a partir del atentado a Colosio, las relaciones de poder se transformaron, el país cambió, canjeó nuestra forma de relacionarnos con los hechos políticos, con la actividad económica y social, creo que todavía no tenemos clara conciencia de ello”. Sigue con más detalle: “Solemos tener como sociedad una memoria corta, sufrimos amnesia histórica. Es necesario reeducarnos para no olvidar. Es probable que el deterioro político y social que vivimos en el 94 tenga un paralelo con lo que podemos vivir en este 2012.” La sinopsis dice: “Es el año de 1994 en México, un año turbulento desde su inicio. Una rebelión indígena cimbra al país. Tres meses más tarde el candidato del partido en el gobierno es asesinado después de un mitin en Tijuana. El país está consternado. Nadie sabe quién está detrás, todo apunta a una conspiración. “Andrés Vázquez, un experto en inteligencia, es comisionado para llevar a cabo una investigación secreta y en paralelo a la investigación oficial. “Pero otro experto agente, el Gordo, ha recibido la orden de eliminar a todos los testigos y desaparecer las evidencias del asesinato del candidato. “Conforme ordena las piezas del intrincado rompecabezas, Vázquez se va acercando a la verdad, pero también poniendo cada vez en más peligro su vida y la de sus seres queridos.” Una invitación –¿Cómo surge este proyecto cinematográfico? –se le pregunta al director veracruzano, nacido en 1964. –Lo trae la productora Mónica Lozano desde hace más de diez años. Nosotros trabajamos el guión con base a la información que ha surgido del caso. Incorporamos mucha información de la fiscalía encabezada por Luis Raúl González Pérez, publicada a finales del año 2000. En el proceso de edición de Tlatelolco, invité a Mónica Lozano a ver una copia de trabajo y allí ella me ofreció dirigir el largometraje. “Es un proyecto emocionante y por supuesto acepté…” –¿Cuál es la finalidad de la película? –Toda película tiene en esencia el objetivo de ser vista. En este sentido intentamos crear una obra dramática que en sí misma sea interesante y entretenida. Pero el tema de fondo, el marco en el que se desenvuelve, es una de las dos fechas más determinantes de nuestra historia cercana, 1968 y 1994. –En este momento, ¿qué caso tiene rodar una historia sobre el asesinato de Colosio? –Es una invitación a la reflexión. Es una revisión de un momento histórico determinado. Pero también es una reflexión sobre el papel del individuo frente a poderes que le son inmensamente superiores. Nuestro investigador es un hombre del sistema. Ha trabajado para él y ha tenido algunos problemas en el pasado, pero nunca como en este caso, donde llega a meterse en las entrañas del poder. La impunidad que como hombre del sistema ya conocía, se vuelve contra él. En el momento en que lo hace, queda determinada su suerte. –¿Qué tan difícil ha sido crear el guión con un tema tan polémico, escondido y sin solución concreta? –Sí, es un tema polémico. Siempre llevará polémica porque nos afecta a todos. Tenemos que manejar un equilibrio entre la historia de ficción y la documentada, la historia “real” por decirlo de alguna manera. No nos planteamos construir un documental y hacer valer una visión específica de un hecho histórico concreto. ¡Nos instalamos en el mundo de la ficción! Es la historia de Andrés, un personaje que tiene sus propios objetivos en la vida. Tiene un hijo y una pareja que lo quieren y lo necesitan. Involucrarse en esta investigación marca su destino trágico. Y nuestro héroe tiene que luchar contra ese destino. Esto no quita que no tengamos que poner como telón de fondo nuestra propia interpretación de los hechos. Pero es parte del conjunto. Hay en la película aseveraciones que no compartimos pero que son el punto de vista de un personaje específico y como tal las tenemos que expresar. Los políticos actuales –Se incluyen políticos que aún viven, ¿quiénes son? Y ¿cree que haya una reacción de parte de ellos? Se habla que se incluye a Carlos Salinas y Manuel Camacho Solís… –Es inevitable que una historia como ésta no haga referencia a políticos del pasado y a algunos que aún están en activo. Se dedican al juego y ejercicio del poder y tienen influencia en el rumbo del país y, por lo tanto, en nuestras propias vidas. Unos se mencionan, otros salen en imagen y muchos otros son de ficción que pueden estar inspirados en uno o varios personajes que realmente existieron. Pero esto es común en todas las películas. Los nombres específicos no te los doy. Creo que parte del interés de esta historia será ver las distintas interpretaciones que pueden tener los espectadores a la hora de intentar reconocer a los personajes públicos que aparecen. –¿Cómo recreará a Carlos Salinas?, tengo entendido que lo hará un extra. ¿Quizá nadie quiso hacer este papel? –No, para nada. Muchos actores estarían interesados en interpretar a un hombre de Estado tan complejo y polémico. Lo que pasa es que la aparición de Salinas en la película es incidental y en imagen, por lo que el parecido físico es muy importante. Pero de hecho, no será un extra. Será un actor, y muy bueno por cierto. –¿La película seguirá la tesis de que Mario Aburto es el asesino solitario? –Realizar una película sobre un atentado para el que casi cada mexicano que conoce el hecho tiene una teoría particular de lo que pasó, es difícil. Como en todo magnicidio, hay alguien en la cárcel, hay un asesino confeso. Eso es un hecho. Después hay muchas hipótesis sobre otros participantes y asesinos intelectuales. En nuestra película varios personajes reflejan estas diferentes hipótesis. En cierta forma, tratamos de hacernos eco de muchas de las hipótesis que figuraban y aún se mantienen en el imaginario popular. Andrés, nuestro personaje principal, va construyendo el rompecabezas y generando una tesis propia. Pero en la película se muestran tanto la tesis del asesino solitario como la del complot. –¿Hay alguna información nueva que incluya en la película? –El informe de la fiscalía del año 2000 es muy extenso y exhaustivo. Tiene unas dos mil páginas más material fotográfico y gráficas. Es un documento muy poco difundido y bastante desconocido. Tomamos mucho de este informe más otros materiales. En la película hacemos eco de varias versiones y teorías. Todos estos señalamientos son un conjunto que provoca una visión global. Hay demasiadas coincidencias que nos hacen difícil pensar que fue obra del azar. Probablemente esta visión de conjunto, esta teoría de que hubo más de una posibilidad y que se crearon las condiciones para ello, sea nuestro rasgo más distintivo. “La espiral de violencia desatada con la muerte de Colosio no ha parado. El México de hoy es, en gran parte, consecuencia de lo que pasó en esa década.” –¿Qué opina de que Peña Nieto copie algunos de los discursos de Colosio? –Los políticos se especializan en hacer uso de todos los recursos a su alcance para llegar a sus objetivos. Es famoso “El fin justifica los medios”. Ellos van a utilizar la estrategia que más les convenga. Harán uso de figuras públicas e históricas. El asunto es la lectura que cada uno de nosotros hagamos de lo que ellos digan. Por último, informa que Tlatelolco se encuentra en postproducción, “ya terminando”: “Estrenaremos este año. Las causas del retraso son ajenas a mí. Pero no son políticas, si eso quieres saber. Usamos gran cantidad de material de archivo y encontrar los originales y los dueños de los derechos ha llevado más tiempo del esperado. Problemas que a veces enfrentan las películas.” Mónica Lozano y Hugo Rodríguez añaden a Proceso que “recrear este suceso histórico, darle dimensión, nos entusiasma y lo consideramos un compromiso con nuestra profesión”. Recuerdan que han retratado a México, “en general nuestra sociedad desde distintas perspectivas y géneros”, produciendo películas como Arráncame la vida de Roberto Sneider, Mundo maravilloso de Luis Estrada, El atentado de Jorge Fons, El violín de Francisco Vargas, Voces inocentes de Luis Mandoki, El baile de San Juan de Francisco Athié, y El mural de Siqueiros de Héctor Olivera, etcétera, y Colosio, historia de un asesinato “nos permite continuar con esta invitación al espectador a conjuntarse con su realidad y reflexionar sobre ella”. Sobre los 60 millones que constará el filme, comentan: “Las películas de época son más caras que la media. Concretar un financiamiento de este tamaño lleva trabajo y tiempo. Pero el tema es tan atractivo que es una tentación para cualquier inversionista. Tenemos aportaciones de España, Francia y Colombia, más el financiamiento nacional y las aportaciones de empresas de bienes y servicios. Mantenemos nuestra base de socios, nuestros aliados en la producción de todos nuestros proyectos y se suman algunos nuevos. Por suerte, nuestra solidez y seriedad nos da espacio para levantar proyectos de esta envergadura.”

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