Golpe a la canonización de Juan Pablo II

martes, 29 de octubre de 2013 · 09:45
La justicia de República Dominicana busca al polaco Josef Wesolowski, nuncio apostólico en ese país y en Puerto Rico, a quien se acusa de abusar sexualmente de menores de edad y de crear una red de pornografía infantil de la cual se han encontrado 87 mil fotografías y decenas de videos. Aunque el Vaticano ya lo destituyó, no ha podido parar el escándalo, agigantado por la presunta cercanía de Wesolowski con Karol Wojtyla. Fue éste quien lo ordenó sacerdote y lo nombró obispo. En los hechos estas revelaciones sobre el nuncio empañan la canonización de Juan Pablo II.   La canonización del Papa Juan Pablo II, programada para abril de 2014, empieza a ser muy cuestionada por la protección que éste le dio a su compatriota polaco Josef Wesolowski, el nuncio apostólico en República Dominicana y Puerto Rico destituido en agosto pasado por sus actos de pederastia, en los que involucró a un amplio sector del clero caribeño. Cuando todavía era arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla ordenó sacerdote a Wesolowski, el 21 de mayo de 1972. En el año 2000, ya como Papa, lo consagró como obispo a fin de impulsar su carrera eclesiástica. Al llegar como nuncio al Caribe, en marzo de 2008, Wesolowski se alió con el sacerdote Alberto Gil Wojciech –también polaco y radicado en República Dominicana– para abusar sexualmente de menores de edad y crear una red de pornografía infantil de la cual, hasta ahora, se han encontrado 87 mil fotografías y decenas de videos. Todo este material gráfico fue realizado por los religiosos polacos, quienes pagaban a los niños por posar desnudos, modelar con ropas femeninas y realizar actos sexuales frente a sus cámaras. Además, el hoy exnuncio involucró en sus prácticas a varios seminaristas, diáconos y sacerdotes de esa zona isleña. Algunos ya fueron cesados y otros están en proceso de investigación canónica, así como civil. “Estamos ante un monstruo, no ante un sacerdote”, declaró a la prensa el magistrado dominicano Bolívar Sánchez, quien en ese país lleva la investigación del caso, pero hasta el momento no ha logrado capturar a los polacos prófugos. Este es un caso sin precedente a escala mundial, pues nunca antes un diplomático vaticano había protagonizado un escándalo sexual de tal magnitud, que además pone en entredicho la canonización de un Papa.   (Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1930, ya en circulación)  

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