Ópera Prima: "Nos vemos, papá" o la pérdida del padre

viernes, 1 de febrero de 2013 · 12:28
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Lucía Carreras terminó de filmar su ópera prima Nos vemos, papá en noviembre de 2011 y se proyecta en los cines desde el viernes 18, por lo cual para la realizadora todo fue viento en popa: “La idea la tenía desde hace 10 años. Pero Machete Producciones la arropó en 2008 y todo fue muy rápido. La rodamos en 2010 y la finalizamos en 11 meses. Hay largometrajes que se esperan dos o tres años para salir a los cines comerciales, pero mi película se terminó y participó en la novena edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. Luego se fue a otros festivales internacionales, como el de Kerala, India, y Karlovy Vary, República Checa. Y se estrena aquí en el momento adecuado.” Cecilia Suárez interpreta a Pilar, quien vive sola con su papá, pero un día al regresar del trabajo lo encuentra muerto. La vida continúa y ella convive con el fantasma de su padre. Enajenada por el dolor, su vida se debatirá en la encrucijada entre la realidad y el deseo. –¿Cómo le fue en los festivales? –se le pregunta a Carreras. –Ha sido muy distinto el recibimiento en cada país, donde más gustó y sorprendió fue en India, resultó como un hit. En mi Facebook puse que el filme había encontrado un pedacito de amor en el sur de esa nación, en Kerala. La amaron varones de 20 años. Fue muy sorpresivo. En realidad es una película que divide opiniones: a quien le gusta, le gusta demasiado, y a quien no le gusta, no le gusta nada. Al principio pensé que era para mujeres, pero como creador, cuando haces algo y es honesto, conecta con quien tenga que conectar, y no puedes trabajar pensando “voy a llegarle a tal público”. A decir suyo, desde pequeña ha tenido cuestionamientos respecto de la muerte, de la pérdida: “Tal vez no soy una persona muy hábil para lidiar con la pérdida en general. Me acuerdo que de niña cada vez que me despedía de alguien lloraba. Pensaba: ‘Y si es la última vez que veo a esa persona’. Mi papá vivía en Guadalajara, pero viajaba mucho a México (sigue vivo y no tengo una relación con él), entonces una vez lo despedí en el aeropuerto, y cuando me separé de él, me pregunté: ¿Qué voy a hacer el día que se muera?, y ahí dije que a la mejor sería más fácil negar la muerte de mi padre. Pensé que eso era bueno para contar una historia, para explorar qué pasa con un personaje que decide negar la muerte del padre. “Ahí empecé a trabajar el guión. Ese fue mi punto de partida y en el camino se encuentra uno con posibilidades dramáticas muy interesantes, por ejemplo cómo el resto de la familia vive lo que está pasando ella y cómo la casa representa un espacio de relación. Pero mi punto de partida siempre fue el dolor ante la muerte, el qué hacer con esta ausencia que es definitiva.” –Pero existen otros temas, como la soledad y la situación de la mujer, ¿verdad? –Sí. Me gusta mucho trabajar a los personajes en su soledad, no personajes solitarios. Eso da la oportunidad de explorarlos más. Y la cuestión de la mujer está en todos mis textos (realizó el guión de Año bisiesto, de Michael Rowe). Retrato a la mujer tal cómo es, con sus dolores, locuras, virtudes y formas de ser. También los hombres en esta cinta son distintos. –¿Hay alguna influencia del filme Párpados azules (2007), de Ernesto Contreras, que también protagoniza Cecilia Suárez? –Hay como hermandad, porque yo tenía el guión de Nos vemos, papá antes que Párpados azules, pero siento que Ernesto y yo tenemos una búsqueda parecida y cuidamos que no fuera una repetición de Párpados azules. Son películas muy distintas y el personaje es opuesto. –¿Qué ofrece esta narrativa cinematográfica? –se le pregunta. –Es una contraposición de muchas otras películas que se están viendo en la pantalla grande. Es alejarnos un poco de lo doloroso social, la pobreza, la violencia, en fin, que se padece en el país y en el mundo. Yo quise ofrecer una cinta desde lo emocional, desde algo más personal, que se refiere más a la intimidad que vivimos dentro de nuestras casas. Contiene otro tipo de dolor. “Además, 2013 es un año donde hay mucho cine mexicano. Espero que el espectador diga: allí hay una película mexicana y vienen más; abogo para que vayan a ver todos los largometrajes nacionales, los cuales viajan por el mundo. Y en el extranjero nos adoran y nos ganamos premios. Y como nos redujeron el presupuesto de cultura, hay que ver cine, teatro, en fin. El público debe ser nuestro cómplice. Si nuestro público no nos pide, no tenemos forma de que el gobierno apoye, no sólo con el dinero, ojo, sino con la legislación, que es lo que estamos peleando como número uno.” Destaca: “Necesitamos un cambio de legislación para tener mejores condiciones de financiamiento, exhibición, en fin. Deseo que el público se dé la oportunidad y vea el tipo de cine que se hace, porque tiene ideas muy cerradas por lo que ha visto, y creo que el cine mexicano ya no es eso.” También actúan Moisés Arizmendi, Arturo Barba, Marcelo D’Andrea, Gabriela de la Garza y Verónica Langer.

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