MÉXICO, D.F. (apro).- El municipio de Tenancingo, Tlaxcala, se ha convertido en la “capital de la trata de personas”, con fines de explotación sexual y comercial.
En poco más de dos años, de 2011 a la fecha, se han presentado al menos 136 denuncias por trata de mujeres con fines de explotación sexual, a pesar de que el estado, uno de los más pequeños del país en cuanto a población y superficie, cuenta con un marco jurídico de política pública que obliga al gobierno a realizar trabajo de prevención, el problema es cada vez más grave.
Ahí, en ese minúsculo municipio, donde en medio de la pobreza extrema pueden verse fastuosas residencias, autos de lujo y personas enjoyadas, y donde el sueño de los pequeños es convertirse en lenón, opera una poderosa red de tratantes de mujeres que ha extendido sus tentáculos en 15 estados del país e, incluso, ya traspasó las fronteras.
Desde hace varios años, el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, ha denunciado una y otra vez que los tentáculos de dicha red llegan hasta Estados Unidos, concretamente a Nueva Jersey y Nueva York.
El pasado miércoles 1 de mayo, la Corte de Manhattan acusó a 13 personas por los presuntos delitos de tráfico sexual y transporte interestatal con fines de prostitución de decenas de mujeres.
Las jóvenes mexicanas eran llevadas a una zona rural de Nueva Jersey, donde las amenazaban para obligarlas a tener relaciones sexuales con 25 trabajadores agrícolas por día o las confinaban en prostíbulos sucios en Nueva York. Les pagaban muy poco, o nada.
Los proxenetas atraían a sus víctimas con una combinación de amenazas, abusos y promesas incumplidas de matrimonios y trabajos que se transformaban en una vida de esclavitud sexual.
Algunas lograban escapar pero sin estatus legal en Estados Unidos, sin amigos y familiares que les ayuden, sin oportunidades de empleo y traumadas por lo que sufrieron, a veces vuelven a la prostitución.
En México, según Emilio Muñoz Berruecos, director del organismo defensor de derechos humanos, las entidades donde más se reclutan mujeres para prostituirlas son Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla, Chiapas y Tlaxcala.
“Son las zonas marginales de éstas y otras entidades un espacio y el ambiente probable para el reclutamiento de mujeres”, subrayó.
En particular el fenómeno de la trata de personas en Tlaxcala, dijo, “es el efecto de la ausencia de una política pública nacional y particularmente estatal” de prevención.
“El impacto de Tlaxcala en el reclutamiento de mujeres es por lo menos en 15 estados, y la explotación de estas mujeres se da en 11 entidades federativas, incluida Tlaxcala y el Distrito Federal”, dijo.
Desde el punto de vista de las organizaciones civiles, añadió, no hay continuidad en esta materia por parte del gobierno estatal.
“Nosotros insistimos en que se debe establecer una campaña, no sólo mediática, sino donde participen los diversos organismos que conforman el Consejo estatal contra la trata de personas, por parte del gobierno, particularmente del sector educativo”, apuntó.
Sugirió, por ejemplo, darle información a las mujeres, de acuerdo con su grado escolar, sobre sus derechos y cómo deben ser tratadas, y a los hombres sobre lo negativo de la explotación sexual.
“Esto en la práctica no existe, aunque ya exista un marco jurídico de política pública que obliga al gobierno estatal a implementar este tipo de acciones preventivas”, fustigó.
Prueba de ello, abundó, es que sólo en lo que va de la presente administración, a cargo de Mariano González Zarur, la Procuraduría General de Justicia estatal ha recibido 132 denuncias por trata de personas con fines de explotación sexual.
Todavía peor son los resultados en cuanto a impartición de justicia ya que de los 132 casos, dijo Muñoz Berruecos, sólo se ha sentenciado a tres o cuatro delincuentes.