El Consejo Universitario aprobó el miércoles 27 la nueva Escuela Nacional de Artes y Cinematografía que sustituye al Centro de Estudios Cinematográficos. Para ello tuvieron que pasar 55 años, lo que para el maestro y crítico Jorge Ayala Blanco constituye una “hazaña épica” y un respaldo a la directora del CUEC Maricarmen de Lara, quien ha sido impugnada incluso por profesores y trabajadores. Ambas partes exponen aquí sus argumentos.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Pese a conflictos internos, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, en el marco de sus 55 años, se transformó en la Escuela Nacional de Artes y Cinematografía (ENAC).
Tras la unanimidad y aprobación del Consejo Universitario, que de manera paralela conllevó una propuesta por parte de Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados para reconocer a la UNAM por el mérito; y hasta la venta de un boleto conmemorativo por parte del STC Metro, el logro de la nueva escuela es, a decir de su directora María del Carmen de Lara Rangel, un sueño que da para objetivos aún más altos:
“Le brinda la oportunidad a la ahora ENAC de ampliar su oferta académica con maestrías y doctorados, de apostar por un nuevo diplomado de música para cine que un par de años bien podría volverse maestría, e incluso en un futuro de una Facultad de Artes y Cinematografía –avizoró–. Es una forma de sistematizar un conocimiento, como se hizo en su momento con la escuela de música y la actual ENAP, ahora Facultad de Artes y Diseño”, dijo en entrevista con Proceso.
–¿La transformación llega con retraso?
–Ya había habido avances por parte de los directores anteriores del CUEC, y a mí me correspondió el consolidarlo. En mi consejo está uno de los decanos y exdirectores, Mitl Valdez, quien me acompañó durante esta jornada, su labor fue indispensable; o Jorge Ayala Blanco, profesor decano que tiene la historia del CUEC en la piel. En realidad una transformación así no se construye sola, es logro de una comunidad.
Al respecto, el propio Ayala Blanco respaldó ante este semanario la labor de la directora:
“Considero que esta transformación del CUEC puede leerse de dos maneras: Por un lado, un espaldarazo del Consejo Universitario –la UNAM en sí misma– a la labor y proyecto que hemos desarrollado a lo largo de 55 años, y también como un espaldarazo a la gestión de Maricarmen de Lara al frente del CUEC, que logró algo que para mí es una hazaña epica porque conozco el laberinto y exigencias del nivel académico, fui dos veces consejero universitario. Y en menos de tres años hizo con apoyo de un equipo de primera, lo que se había planteado como imposible hace varias décadas.”
La creación de la ENAC es también la despedida de De Lara Rangel, quien llegó en mayo de 2015 a la dirección del plantel, y del cual se retira en medio de acusaciones por parte de trabajadores y profesores que datan del año pasado –difundidas por diversos medios de comunicación–, y de manera más reciente a través de una inserción pagada por parte del Colegio Independiente de Personal Académico (CIPA) del CUEC que se publió en la edición 2210 de este semanario, con el titulo “Crisis en el CUEC; indiferencia de las autoridades de la UNAM”, en donde se mencionan links y hacen referencia a documentos de pruebas.
Las acusaciones
Dicha inserción acusa hostigamiento e intimidación laboral, el despido de 40 profesores y trabajadores, y hasta “conflicto de intereses” como profesora, tutora e integrante del Comité Académico de la Maestría en Cine Documental, a la cual tuvo acceso para cursar maestría, y hasta la compra de productos a una empresa con presunto favoritismo por asociarse al secretario técnico Enrique Ojeda.
Al respecto el cineasta Carlos Mendoza, profesor en la ahora ENAC, director del Canal 6 de Julio y también miembro del CIPA que firmó dicha inserción, dijo en entrevista:
“Los últimos dos años ha habido decenas de despedidos, sobre todo mujeres, no obstante que De Lara dice ser feminista. Hemos dirigido cartas a la rectoría y otras a Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural, documentando la actitud de autoritarismo. Hay un caso grave que atenta contra los derechos humanos: el año pasado Catalina Cruz, quien dio una entrevista a La Jornada en línea, casi en seguida fue despedida.
“Otro significativo fue la intervención agresiva en la Maestría de Cine Documental –de la cual soy fundador–, y que terminó en la aceptación de la diectora como alumna, pues su proyecto fue aceptado por la Secretaria Académica de su equipo, Sandra Loewe. ¿Acaso eso no es un conflicto de intereses? Este es el ejemplo perfecto de la situación que atraviesa el CUEC.”
–Son diversas acusaciones a pesar de que ya termina su periodo
–Creemos que el CUEC está pasando por la peor crisis de su historia en todos los niveles. Estando De Lara las autoridades no quisieron hacer nada, imagínese ahora que formalmente ya se va, aun así sabemos que está tratando de colocar a gente que favorezca sus intereses.
La directora
Al respecto De Lara Rangel respondió a Proceso que dichas acusaciones sólo son “mentiras y calumnias”:
“Es un intento de desprestigio absurdo, dicen que despedí a cuarenta trabajadores y profesores. ¡Quisiera que lo demostraran! Hay una comisión dictaminadora que es la que decide las contrataciones, yo no. Lo que dejé claro es que se debía cumplir con las horas completas como profesores. Una cosa es que algunos formen parte de un sindicato independiente al CUEC y quieran cobrar tiempo completo sin trabajar las horas poniendo de pretexto su labor en dicho sindicato, y así no son las cosas, y lo dije de frente, y fue por eso que me acusaron de hostigamiento y acoso laboral. Por lo visto desconocen los sistemas de contratación y reglamentos en la UNAM.
“También cuestionaron mi permiso como profesora en la UAM a la par de mi labor como directora del CUEC, cuando la misma UAM les contestó que tengo un permiso sin goce de sueldo, y está firmado por el rector.”
–Aluden conflicto de interses al haberse postulado en la Maestría de Cine Documental.
–Todo director o profesor tiene derecho de seguir aprendiendo y formándose. Cuando llegué al CUEC me di cuenta de que había profesores que no tenían licenciatura y apoyé a que veintidós de ellos obtuvieran su licenciatura por trayectoria.
“Por mi parte, desde hace tiempo quería estudiar una maestría, no me inscribí nunca –aunque era mi derecho–, porque tenía que darle prioridad al CUEC… Me dijo Volpi (el año pasado) que se podía ver mal, que me esperara a que no estuviera en el cargo.”
–Aun así ¿no le parece un conflicto de intereses?
–No, porque había un cuerpo colegiado, lo que no quise es poner a la institución en conflicto, pero no quiere decir que no tenga la capacidad y menos el derecho a seguir estudiando. No te juzgas tú, juzga un cuerpo colegiado, jamás me iba a regalar una maestría.
–¿Lamenta terminar su ciclo con esas acusaciones?
–Lo que es lamentables es que un puñado de gente quiera tersgiversar la información, que digan que autoricé compras de una empresa con participación del secretario técnico Enrique Ojeda, cuando es una empresa que se ocupaba desde que estaba Armando Casas. Las mentiras son lo que son lamentables.
Aún sobre las acusaciones, la semana pasada comenzó a circular en redes sociales una carta, misma que también se publicó en El correo ilustrado de La Jornada, en la que 94 intelectuales, cineastas y escritores defienden la actuación de De Lara Rangel frente al CUEC, en cuya misiva se lee:
“Conocemos a María del Carmen de Lara Rangel desde hace muchos años y podemos dar fe de que es una persona de probada transparencia, incapaz de cometer los actos de corrupción, discriminación y favoritismo de los que se le acusa.”
Entre los firmantes aparecen las actrices Natalia Beristain y Julieta Egurrola, las escritoras Carmen Boullosa y Elena Poniatowska, los cineastas Alfonso Cuarón, Bertha Navarro y Víctor Ugalde, la feminista Marta Lamas, y el nuevo titular de Radio Educación Gabriel Sosa Plata.
“Yo ya terminé un ciclo en el CUEC dejando ahora una Escuela Nacional de Artes y Cinematografía, y me siento satisfecha”, finalizó De Lara.
Este reportaje se publicó el 31 de marzo de 2019 en la edición 2213 de la revista Proceso