Bellas Artes

Rina Lazo: Primer mural de una mujer en Bellas Artes

Por unos meses el Palacio de Bellas Artes albergará las entrañas del inframundo maya. Sucederá de la mano de la pintora Rina Lazo Wiechers (1923-2019), quien se convertirá así en la primera mujer muralista que entrará al máximo recinto cultural del país.
sábado, 30 de abril de 2022 · 13:57

Dos hechos artísticos de relevancia ocurrirán esta semana en el ámbito de las artes plásticas: la presencia durante tres meses del mural Xibalbá, el inframundo de los mayas, última obra que Rina Lazo realizó y que al término de su exhibición podría irse al acervo del museo Mexic-Arte de Austin, Texas, Estados Unidos. Además, la proyección de un video donde se rescata la historia de las escenografías pintadas por José Clemente Orozco para los ballets de las hermanas Nellie y Gloria Campobello.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Por unos meses el Palacio de Bellas Artes (MPBA) albergará las entrañas del inframundo maya…

Sucederá de la mano de la pintora Rina Lazo Wiechers (1923-2019), quien se convertirá así en la primera mujer muralista que entrará al máximo recinto cultural del país.

Se trata de Xibalbá, el inframundo de los mayas, última creación de la artista de origen guatemalteco y miembro de la Escuela Mexicana de Pintura en la que prácticamente trabajó hasta el último día de su vida.

A inaugurarse este martes 26 de abril en la Sala Internacional –primer piso–, el lienzo de 2.70 metros de alto por 5 metros de ancho quedará abierta al público un día después y durante tres meses.

La pieza, de la cual dio cuenta Proceso en varias ocasiones, se remonta a la infancia de la discípula de Diego Rivera, quien relató al reportero Armando Ponce que cuando era niña y vivía en su natal Guatemala, su madre la llevó a unas cuevas en la zona arqueológica de Cobán, en donde se narraba el inframundo maya (Proceso 2244 y 2314), de donde se inspiró.

Entrevistada vía telefónica, la arquitecta-restauradora Rina García Lazo, hija de la artista y de Arturo García Bustos –alumno de Frida Kahlo–, detalló sobre la historia:

“Ese mural lo trazó hace mucho, quizá 2010, y lo dejó en lápiz por mucho tiempo –cuando mi papá falleció en 2017 ella deja de pintar prácticamente un año–. Fue hasta los últimos años de su vida que lo trabajó a color. A la distancia, viendo fotografías del proceso, me impacta cómo en los últimos tres meses prácticamente terminó el mural, trabajó hasta la última semana en que falleció.”

Lazo Wiechers recibió a lo largo de su carrera diversas distinciones, como la Medalla al Mérito por 30 años de docente del INBAL; en 2004, la Orden del Quetzal, el más alto honor de Guatemala; y en 2018, la Presea en Artes Visuales por parte del Museo Mexic-Arte de Austin, Texas, EU, que se entregó a la artista “por logros de toda una vida en las artes y la cultura”. Este recinto es el que adquiriría Xibalbá, el inframundo de los mayas.

Sin embargo, García Lazo informó que aunque la idea original era mostrar el mural en Bellas Artes para después partir al recinto texano, al día de hoy aún no hay certeza de esto último:

“Cuando Sylvia Orozco, directora del Mexic-Arte venía a México, siempre visitaba la casa-estudio de mis papás, había una relación estrecha, en ocasiones traía alumnos, en una de esas visitas surgió la idea de que el mural fuera a Mexic-Arte. Sin embargo, nunca hubo nada escrito, quiero seguir el deseo de mi madre, pero aún no hay certeza.”

Sobre el valor de la obra, el antropólogo, arqueólogo e historiador guatemalteco-mexicano Carlos Navarrete Cáceres, amigo cercano de Lazo Wiechers, dijo que se trata de un “mural gemelo” del Venerable abuelo maíz que realizó en 1995 en el Museo Nacional de Antropología, donde también hizo una réplica de las pinturas de Bonampak.

“Lo conocí en proceso varias veces y después terminado platicamos mucho, es un mural al que Rina le invirtió mucho tiempo, y que se puede remontar al Venerable abuelo maíz de Antropología que sería la parte viva del Popol Vuh…

“Menciono el mural de Antropología porque ahí plasmó del mundo antiguo al contemporáneo, de la creación del hombre hecho de maíz al comercio y las creencias indígenas sobre el maíz. Plasma la ceiba, cuyas raíces penetran al mundo inferior, por donde al entrar los antepasados se convierten en lechuzas y tecolotes, la ceiba como eje del mundo inferior al mundo que habitamos.

“Y ahora en el inframundo maya plasma el reino tenebroso, la contraparte del sol, de lo vivo, platicamos mucho sobre los dioses, fue interesante porque en el inframundo las entradas son las cavidades de la tierra, las grutas, cenotes, cuevas, todo lo que penetra son las puertas del inframundo. Ella en su mural se pinta, acompañada de Ah puch, dios de la muerte, quien la guía también hacia ese camino.”

–¿Estamos hablando de un complemento de Venerable abuelo maíz?

–Yo diría más bien un mural gemelo, la contraparte de lo vivo donde rige el sol a la parte donde rige la oscuridad. Otro aspecto importante es su énfasis en el eclipse, el sol que oscurece y alumbra al mundo inferior, la oscuridad está muy bien representada con el ‘sol negro’, el sol que se oculta.

El historiador precisó que no se puede hablar de algún personaje central en Xibalbá…, y que la obra es toda una alegoría de cómo se vive en el inframundo.

Por su parte, Dina Comisarenco, curadora del concepto curatorial de Xibalbá, el inframundo de los mayas en el MPBA y especialista en la obra de Lazo Wiechers, fue quien reveló algunos elementos técnicos de la misma, además de enfatizar que se trata de “la primera muralista mujer que expone una de sus obras murales en Bellas Artes, lo cual abre una ventana para muchas posibilidades”, explicó que la obra es digna de atención y reconocimiento “debido a sus características iconográficas” y “de una belleza extraordinaria por el colorido que logró y la composición”.

Abundó:

“Es interesante precisar que casi toda la obra mural de Rina tiene que ver con mitos y rituales del mundo maya, la desarrolló como los capítulos de un texto, y el último coincide con la representación del inframundo que culmina antes de fallecer. Y ahí está ella de pie, transformándose en esqueleto, así que el mensaje final me parece positivo porque tiene que ver con esa planta de maíz que plasma y que parece que vuelve a emerger. Rina salió victoriosa en este viaje porque ella misma está trascendiendo a través de su obra.”

–¿Es la oportunidad para que esta obra se quedara en Bellas Artes?

–Sería una opción extraordinaria, de momento Xibalbá… es un paso importante.

La curadora afirmó que de manera paralela a la exposición se abrirá un micrositio web y se anunciará un ciclo de conferencias. Además de que, in situ, habrá material didáctico de consulta.  

Reportaje publicado el 24 de abril en la edición 2373 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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