Los brazos del SNTE

sábado, 10 de octubre de 2009 · 01:00

La fortaleza y capacidad de movilización del magisterio se apoya en la sólida estructura organizacional de su sindicato y en la tolerancia y complicidad de las distintas autoridades educativas que abdican de su responsabilidad al ceder los principales puestos directivos a los cuadros sindicales Los líderes sindicales utilizan esta circunstancia para controlar a sus agremiados y usarlos en tareas políticas, ajenas a su actividad educativa, como la promoción del voto y la organización de campañas electorales Desde la estructura orgánica de la autoridad educativa federal y estatal, los líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) controlan arbitraria y discrecionalmente el proceso de ingreso, ascenso y salida de los maestros, lo que les permite someter y movilizar, para los más diversos fines, a más de un millón 200 mil profesores sindicalizados Los controles laborales que tienen a su disposición los dirigentes sindicales van desde el manejo discrecional y político de las plazas hasta los bonos, premios y otros estímulos, como créditos y prestación privilegiada de servicios médicos, cambios de zona, jubilación, desarrollo dentro de la carrera magisterial y protección para sus miembros disciplinados Buena parte de su eficacia obedece al enquistamiento de sus miembros en la estructura educativa: maestros sindicalizados o allegados a la presidenta nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo, detentan la subsecretaría de Educación Básica y Normal en la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la dirección nacional del ISSSTE; las secretarías de Educación en al menos 11 de los 31 estados; más de medio centenar de subsecretarías; cientos de direcciones y el 100% de los inspectores y supervisores de zonas escolares y directores y subdirectores de escuelas de todo el país En paralelo, el sindicato cuenta con un representante por cada Unidad de Servicios Educativos Descentralizada (oficinas regionales de algunas autoridades educativas estatales), zona escolar, municipio y escuela, de tal manera que los "cuadros sindicales" dentro de la autoridad educativa formal y la estructura sindical se coordinan, entrecruzan y vigilan mutuamente para asegurar el control de la organización La Secretaría de Educación de Nuevo León es un botón de muestra de lo que sucede en los estados: personeros de la dirigencia ocupan dos de las cuatro subsecretarías (las de Educación Básica y de Recursos Humanos) y dos de las cinco direcciones que dependen directamente del secretario, así como los 12 jefes de las oficinas regionales de la dependencia Además manejan direcciones estratégicas como la de Carrera Magisterial, donde tienen a un exsecretario de conflictos, y siete de las nueve direcciones o coordinaciones de la Subsecretaría de Educación Básica En el Estado de México, "cuadros sindicales" ocupan la Dirección General de los Servicios Educativos Integrados y cuatro de sus seis direcciones y coordinaciones Por si fuera poco, la sección 36 designó a los titulares de Educación Elemental (primaria y preescolar), Educación Secundaria y Servicios de Apoyo, y Educación Superior Y a las estructuras sindical y de autoridad educativa dominadas por el magisterio hay que agregarle la del Partido Nueva Alianza (Panal) Lo anterior se desprende del Monitoreo ciudadano del apego a la normatividad por parte de actores no estatales (no partidistas y no gubernamentales) a partir de un estudio de caso específico: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), realizado por Alianza Cívica durante el pasado proceso electoral en Coahuila, Estado de México, Nuevo León y Sonora Este es un extracto del reportaje que sepublica en la edición 1719 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 11 de octubre

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