ATUENDO: Los jíbaros

sábado, 11 de octubre de 2003 · 01:00
* "En el terrorismo todo se vale": Edgardo Codesal México, D F, 10 de octubre (apro)- Dispuestos a portarse como auténticos jíbaros, los presidentes de clubes de Primera División pretenden cortar de tajo las cabezas de Felipe Ramos Rizo y Edgardo Codesal, rompiendo la tregua establecida con ambos mientras resuelven sus diferencias en los tribunales civiles El apuro de los presidentes nace luego de que en una de las grabaciones ilegales hechas en la casa de Felipe Ramos Rizo, la señora Cucú Estévez, destituida el jueves como jefa de relaciones públicas de la Federación Mexicana de Futbol, dejó mal parada la posición de Álvaro Dávila, presidente del Morelia y gran amigo de la exfuncionaria, porque se insinuaba tráfico de influencias Cucú Estévez platicó del Morelia, más que de la FMF, en su charla amigable con Ramos Rizo y éste se refería al presidente, al entrenador y a los jugadores del Monarcas con una extraña cercanía La señora no salió de la FMF por incompetencia, en un área que evidentemente no domina, sino por transgredir sus obligaciones laborales con un afiliado de la Comisión de Arbitraje Aunque la plática no tenga nada de grave en materia de honradez, al menos sí revela la confianza que se tenían al hablar de futbol y, sobre todo, al tratar el tema del Morelia, uno de los dos equipos (el otro fue el Pachuca) que patrocinaron con 20 mil pesos la página de internet de Felipe Ramos Rizo Los dirigentes temen que en las siguientes grabaciones aparezca alguno de ellos en situación comprometedora No se preocupan por saber quién tuvo interés y dinero para hacer las grabaciones ilegales, sino para cuidar la espalda por si llegara algún ramalazo del temporal Mientras tanto, se hace más urgente cada vez la intervención enérgica del presidente de la Federación, Alberto de la Torre, para frenar a tiempo los problemas, en lugar de mantener la postura del avestruz, de esconder la cabeza en cuanto brote algún problema Las cabezas de Ramos Rizo y Codesal podrían rodar, pero nadie debe darse por sorprendido que los dueños del balón le pidan cuentas a Alberto de la Torre sobre su gestión o que, de plano, le insinúen la posibilidad de renunciar El juego va más lejos de cortar dos simples cabezas de gente relacionada con el arbitraje Cuando la turba pide sangre, hay que empezar la labor de degüello

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