MÉXICO, D.F. (apro).- La jornada electoral de este domingo en el estado de Hidalgo, donde se renovarán 84 alcaldías, estuvo marcada por un clima de tensión. En las primeras horas del día, horas antes de abrir las casillas, los dirigentes del PAN y PRD denunciaron secuestros y agresiones a sus militantes, al parecer por parte de policías estatales y del PRI. Posteriormente, 16 personas fueron detenidas acusadas de presuntos delitos electorales, todas simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN), informó el procurador de Justicia estatal, Alejandro Straffon Ortiz. El funcionario agregó que los arrestos ocurrieron luego de que la Policía Estatal recibiera denuncias anónimas de presuntos “mapaches” electorales. A los detenidos, indicó, se les halló en posesión de documentación del Instituto Estatal Electoral (IEE), como listado nominal, por lo que la Mesa Especial para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) determinará si existe la comisión de delitos. Rechazó que estas detenciones tengan el objetivo de inhibir el voto entre los hidalguenses y que, por el contrario, son para garantizar el estado de derecho durante la jornada electoral. Dijo que los 16 detenidos, de acuerdo con sus primeras declaraciones, tenían la encomienda de operar en Mineral de la Reforma. El procurador señaló que en el último mes se han recibido 45 denuncias de todos los partidos con registro en la entidad, por presuntos delitos electorales. Tras la detención de los presuntos “mapaches”, el gobierno estatal instaló una mesa de diálogo, a la cual fueron convocados todos los partidos políticos, con el fin de suavizar el clima electoral. En la mesa de trabajo también estuvieron el secretario de Seguridad Pública de la entidad, Damián Canales Mena, y el procurador Straffon. La mesa se instaló después del mediodía y concluyó tres horas después, con el acuerdo de gobierno, partidos y autoridades policiales y de procuración de justicia de respetar las leyes en materia electoral. Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, estuvo en Pachuca para supervisar el comportamiento de los comicios, y denunciar agresiones en Ixmiquilpan y Tenancingo. Denunció que en La Huasteca operan grupos armados, y que hablaría con el gobernador de la entidad, Francisco Olvera, para que garantice la seguridad de la región, identificada como presunto centro de operación del grupo delictivo de Los Zetas. Dijo que cacharon “con las manos en la masa” a priistas repartiendo despensas a cambio del voto y que en breve presentarán las pruebas. Zambrano se trasladó al Estado de México para seguir la elección y dijo que “los priistas van a salir damnificados en esta elección”.