"El pueblo ya no quiere limosnas, lo que quiere es justicia": AMLO
En su mensaje ante una multitud que se concentró en la explanada de este histórico edificio, el candidato de la izquierda también dijo tener información y pruebas de que, en un cónclave del candidato priista Enrique Peña Nieto con los gobernadores del PRI, se les exigió una cuota de votos para la elección presidencial.
Y dio más detalles:
“Ahorita asignaron cuotas… al del Estado de México (Eruviel Ávila) le pidieron tres millones de votos”.
Luego subió el tono de voz para fustigar a los priistas:
“Están desatados entregando despensas, borregos, cochinos, marranos, puercos…”.
En opinión del tabasqueño esta estrategia de cooptación del voto, de la cual responsabilizó específicamente al PRI, no va a funcionar “porque el pueblo ya no quiere limosnas, lo que quiere es justicia”.
En una entidad donde la izquierda va dividida con tres candidatos a gobernador y con el PAN en el poder desde hace 20 años, López Obrador recordó que exfuncionarios del gobierno del estado admitieron abiertamente que hace seis años “aquí nos robaron 300 mil votos, lo dijeron, por eso ahora tenemos 450 mil registrados para cuidar el voto en todas las casillas del país”.
“Aquí se fueron con todo”, reiteró. Por ello, insistió en su llamado a cuidar las casillas y a vigilar el ejercicio del voto.
“Andaremos detrás de las casas donde van a repartir el dinero. Pídanles, díganles que no lo repartan, porque además de que es un delito, es un acto indigno, comprar la libertad de los ciudadanos, díganles que no actúen como esclavistas”, dijo el candidato a los asistentes a este mitin.
López Obrador fue el único orador en este acto, al que asistieron los tres candidatos a gobernador: Arnulfo Montes de la Vega (PRD), Ernesto Prieto (PT) y Enrique Eguiarte (Movimiento Ciudadano). También estuvieron candidatos a la alcaldía de la capital del estado, donde los tres partidos tampoco lograron alcanzar la coalición.
A la explanada de Granaditas llegó López Obrador poco antes de las 13:00 horas. Entre el calor y la amenaza de lluvia, alcanzó a pronunciar un largo discurso, en el que desmintió las encuestas que posicionan a Enrique Peña Nieto con 15 puntos arriba en la preferencia del electorado.
“Peña Nieto va en picada; se está desinflando y nosotros vamos para arriba… las vueltas que da la vida”, pronunció entre gritos de “¡Presidente, Presidente!”.
Por supuesto, le dedicó unas palabras al expresidente Vicente Fox, quien apenas unas horas antes había rechazado la posibilidad de triunfo de la izquierda.
“Lo primero que hicieron los patrocinadores de Peña fue venir a ver a Fox para que cometiera la canallada de dar la espalda a su candidata… ahora resulta que el puntero soy yo, así que hay que hacerle caso a Fox, hay que apoyar al puntero”, insistió.
También reviró contra la “guerra sucia” y los mensajes que en su contra ha difundido el PAN y los ataques de la candidata Josefina Vázquez Mota. “(Los panistas) van a misa los domingos pero se les olvidan los mandamientos. El que miente no es buen cristiano, ¿o sí?”.
Anunció que de llegar a la Presidencia de la República, se convertirá en un guardián del dinero público y lo manejará con honradez para, entre otras cosas, incrementar cada año el presupuesto destinado a la educación con un promedio de 10 mil millones de pesos anuales, para garantizar la cobertura y el acceso a todos los jóvenes al nivel medio superior y al superior.
“No hace falta quitarle el dinero a los ricos para dárselo a los pobres –aseguró–; va a ser un cambio ordenado, tranquilo. Vamos a garantizar las libertades, no vamos a perseguir a nadie. No tenemos enemigos ni los queremos tener, tenemos adversarios pero ni con ellos queremos venganza. Justicia, sí”.
