Inicia juicio contra soldado que filtró documentos a Wikileaks

lunes, 3 de junio de 2013 · 22:45
MÉXICO, D.F. (apro).- Hoy inició el juicio contra el soldado Bradley Manning, acusado de filtrar unos 700 mil documentos clasificados de Estados Unidos a Wikileaks. El proceso arrancó en la base militar de Fort Meade, Maryland, tras mil 100 días de arresto. Ataviado con su uniforme, Bradley, de 25 años, llegó a la base militar de Maryland a las 9:45, hora local, para comparecer ante la jueza Denise Lind por la filtración de documentos militares y diplomáticos entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, antes de ser detenido. El gobierno de Estados Unidos lo acusa de 22 cargos pero, según informó en febrero pasado David Coombs, abogado de Manning, sólo se declarará culpable de 10 de ellos. Uno de los cargos que le imputa la administración de Barack Obama es el de “ayuda al enemigo”, por el que el soldado podría enfrentar cadena perpetua si se le declara culpable. Está previsto que el juicio finalice en agosto, con vistas de lunes a viernes durante los próximos tres meses. La duración del proceso se deba al hecho de que la fiscalía ha citado a más de 140 testigos. Para la primera jornada del juicio formal, la fiscalía llamó a testificar a dos investigadores y al compañero de habitación de Manning durante su despliegue en Irak, donde fue detenido en mayo de 2010, cuando supuestamente puso a disposición de Wikileaks los miles de cables del Departamento de Estado y datos de las guerras de Irak y Afganistán. Por ello, la fiscalía que representa al Gobierno de Estados Unidos, buscará que se declare culpable a Manning de ayuda al enemigo y sea condenado a cadena perpetua. La parte acusadora intentará probar que Manning conscientemente hizo uso inapropiado de información clasificada y la puso a disposición de Wikileaks, a sabiendas de que ponía en riesgo la seguridad nacional y podría ser utilizada por enemigos como la organización terrorista Al Qaeda. Entre los testigos que serán llamados a declarar, los fiscales incluirán a 24 cuyas declaraciones tendrán que ser protegidas bajo secreto. Se trata de diplomáticos, responsables de inteligencia, militares y otros funcionarios estadunidenses de alto nivel. Durante el inicio del juicio, decenas de manifestantes se dieron cita en la mañana a las puertas de la base de Fort Made para exigir que se le exculpe y se le premie por haber dado a conocer la realidad de la guerra en Irak.

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