MÉXICO, D.F. (apro).- A nombre de su partido y de los grupos parlamentarios en las cámaras de Diputados y Senadores, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, envió un mensaje al presidente de Estados Unidos, Barack Obama y al primer ministro de Canadá, Stephen Harper: “¡México no está en venta! ¡México está de pie para defender su soberanía!”, dijo. En cinco puntos, el perredista se refirió al encuentro que sostendrán este miércoles en Toluca, Estado de México, los mandatarios mexicano, estadunidense y canadiense, a propósito de los 20 años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “En diciembre pasado, el Congreso de la Unión decidió reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para quitar al Estado mexicano la propiedad absoluta sobre la totalidad de nuestros recursos energéticos, mediante un régimen que permite la inversión privada en toda la cadena de hidrocarburos y de electricidad, y que desaparece el papel estratégico de estas áreas fundamentales para la seguridad”, dijo. Zambrano agregó que la reforma energética no contó con el voto aprobatorio de los legisladores perredistas porque pone en riesgo la soberanía nacional. Por eso, resaltó que el PRD pide la realización de una consulta popular para que la ciudadanía decida si quiere que las modificaciones constitucionales en el sector se abroguen o queden firmes. “Es un derecho consagrado en el artículo 35 fracción VIII de nuestra Constitución y hemos exigido que se respete”, indicó. Para este fin, agregó, se realizó la solicitud respaldada por dos millones de firmas de militantes, la sociedad civil, profesionistas, académicos, artistas y del ámbito religioso. Zambrano recordó a los presidentes citados que el tema de la reforma energética no está agotado, “es capítulo abierto y el pueblo de México tendrá la última palabra en las elecciones federales de 2015”. También resaltó que están pendientes de aprobación las leyes secundarias que regularían las modificaciones constitucionales en materia energética y pudieran estar sujetas al contenido del TLCAN. “Por lo mismo –aclaró– todas las inversiones privadas que pudieran realizarse antes de las elecciones de 2015 no tendrían ninguna seguridad jurídica, estarían en riesgo. Y es nuestro elemental deber y responsabilidad advertirlo”. El líder perredista consideró que México necesita una reforma energética profunda, por lo que su partido propuso “los ejes fundamentales sobre los cuales deberían darse la modificación de Pemex y de la CFE”. Por eso, dijo, han decidido participar en la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética, con los siguientes preceptos: “El petróleo y los demás hidrocarburos son y deberán seguir siendo propiedad de la nación. La producción del petróleo y gas debe realizarse de manera sustentable y garantizar la seguridad energética de México y de las futuras generaciones. El Estado debe garantizar el abasto de los combustibles que requiere la economía nacional. “Pemex debe ser el principal productor de petróleo y CFE el principal generador de energía en el país y ambas deben convertirse en verdaderas empresas productivas, dotadas de plena autonomía presupuestal y de gestión. Las actividades petroleras y de energía eléctrica deben realizarse en paz y con respeto a la propiedad de la tierra de las comunidades y de los campesinos, así como de respeto a los derechos laborales y al medio ambiente. “El Congreso de la Unión debe aprobar y supervisar los contratos que el gobierno realice con las empresas petroleras. Todas las inversiones deberán asegurar un importante contenido de componentes nacionales”, apuntó.