Cae uno de los implicados en linchamiento de dos policías del Edomex
MÉXICO, D.F. (apro).- La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) dieron a conocer la detención de uno de los implicados en el linchamiento y muerte de dos policías en el pueblo de San Andrés Tlalamac, municipio de Atlautla.
En conferencia de prensa, el jefe de la Policía, Damián Canales, y el procurador general, Alejandro Gómez, anunciaron que en las próximas horas habrá más detenidos.
“Ayer las circunstancias no estaban para complicar las cosas. Hay imágenes, hay muchos videos, que nos van a poder ayudar, inclusive hay gentes que graban en el momento mismo que están haciendo las agresiones”, dijo el mando policiaco.
Damián Canales aseguró que “no habrá impunidad” y que se aplicará “todo el peso de la ley” contra los responsables de los hechos violentos que ayer cobraron la vida a dos policías estatales y un civil, dejaron lesionados al menos a otros nueve uniformados y dañaron una patrulla.
Los policías fallecidos fueron Edwin Ulises Gordillo Moisen, jefe de turno del grupo táctico Fuerza de Acción y Reacción de Amecameca, y Hugo Martínez Pablo, del grupo táctico de Ixtapaluca. El civil y presunto talamontes clandestino muerto fue identificado como Israel Balderas Rosales, de 42 años.
Las autoridades informaron que tienen evidencias para demostrar que habitantes de San Andrés Tlalamac se dedican a la tala clandestina, además de acusarlos de homicidio, lesiones y daños, entre otros delitos.
“Para que quede bien claro: estamos en un estado de Derecho y vamos a hacer que prevalezca la ley. Nadie por encima de ella. Y vamos a dar pruebas contundentes de esta situación”, afirmó el titular de la SSC.
Según la versión de la autoridad, ayer los talamontes fueron sorprendidos por un operativo de la policía estatal y la Protectora de Bosques (Probosque). Al querer escapar, los uniformados les dispararon. Uno murió y el otro quedó lesionado.
Luego de los disparos, decenas de pobladores se reunieron en el pueblo y detuvieron a los policías, los llevaron a las oficinas de la delegación, donde los golpearon con palos.
Más tarde unos 200 elementos antimotines llegaron para rescatar a sus compañeros, lanzaron gas lacrimógeno con el fin de dispersar la turba y cuando pudieron llegar al poblado sacaron a sus compañeros.
Sin embargo, cuando personal médico les iba a dar los primeros auxilios, los policías ya estaban muertos.
Estos hechos de violencia se presentaron apenas un día después de que el gobernador mexiquense Eruviel Ávila, dio posesión a Alejandro Gómez al frente de la PGJEM el pasado lunes 26.