‘Gringo viejo’, el ‘best seller’ de la Revolución Mexicana

miércoles, 11 de noviembre de 2015 · 18:49
MÉXICO, DF (apro).- En el marco del 87 aniversario del nacimiento del escritor Carlos Fuentes (Panamá, 1928-Ciudad de México, 2012), y a 30 años de la publicación de su libro Gringo viejo, Georgina García Gutiérrez, Hernán Lara Zavala y Silvia Lemus disertaron sobre la trascendencia de la novela que, en su lanzamiento en 1985, logró un alto índice de ventas en la ciudad de Nueva York. Basada en la vida del periodista y escritor Ambrose Bierce, la obra de Fuentes (que fue llevada al cine por el argentino Luis Puenzo con las actuaciones de Gregory Peck y Jane Fonda) cuenta la historia de un escritor y columnista estadunidense que lo abandona todo para cruzar la frontera e introducirse a México para unirse a las fuerzas de Pancho Villa. “En 1913, el escritor norteamericano Ambrose Bierce se despidió de sus amigos con una carta en la que se declaraba viejo y cansado. Quería morir y elegir cómo. La enfermedad y el accidente le parecían indignos; en cambio, ser ajusticiado ante un paredón mexicano… En el mes de noviembre cruzó la frontera hacia México, que estaba en plena Revolución, y no se volvió a saber de él. La Enciclopedia Británica aventura que pudo ser asesinado en el sitio de Ojinaga (enero de 1914), pues un documento de la época consigna la muerte en esta batalla de ‘un gringo viejo’”. Así se presenta la novela en la contraportada de la edición de 229 páginas realizada por Alfaguara, editorial que junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) organizó la mesa en conmemoración del natalicio de Fuentes, “el primer autor mexicano best seller en Nueva York”. Los participantes de la mesa, según información del propio INBA, coincidieron en que Gringo viejo es “una novela fantástica, poética y provocadora sobre la Revolución Mexicana, la identidad y las fronteras geográficas y sentimentales”. Es también el personaje central, que “vino a México a morirse” –se lee desde las primeras páginas–“ … aunque él no lo dijo, todos entendimos que estaba aquí para que lo matáramos nosotros, los mexicanos. A eso vino. Por eso cruzó frontera, en aquellas épocas en que muy pocos nos apartábamos del lugar de nuestro nacimiento”. Durante la mesa, la especialista en la obra de Fuentes, Georgina García Gutiérrez, académica del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), contrastó que se trate de una novela “bella, poética, artística”, pero también “de horror y misterio”. Y recordó que el escritor mexicano tardó más de veinte años en concluirla, empezó en 1964 y terminó en febrero de 1985. “Se trata de un texto con un lenguaje poético, perfección formal y con una obsesión por la belleza literaria que ha gustado mucho, sobre todo fuera de México, quizá porque en otros de sus muchos aciertos explora la convivencia de gringos y mexicanos.” Y añadió: “Es una obra de lenta maduración, y muy cuidada, a través de la que Carlos Fuentes modifica radicalmente la novela de la Revolución, que ya no es testimonio de lo vivido, sino de lo imaginado. Se trata de una novela que propone la resolución de un misterio, por lo cual es una obra mágica, innovadora y transgresora, porque está situada en la frontera con Estados Unidos.” Para el también escritor y académico de la UNAM, Hernán Lara Zavala, Gringo viejo es una de las mejores novelas de Fuentes, a la par que consideró que tiene “tintes existencialistas” y refleja la visión de los extranjeros sobre México y la Revolución Mexicana. No sólo “habla de cruzar la frontera con México sino también una frontera interior, de búsqueda del destino que está en contrapunto con el anhelo de justicia, venganza, rencor y odio de otro protagonista del libro: el general Tomás Arroyo.” Enfatizó que la partida de Fuentes es la huida de Bierce a México en busca de su propia muerte, “una especie de eutanasia existencialista, ya que desea morir fusilado por Pancho Villa y eso se ve en una cita del libro: ser libre en México es mejor que suicidarse”. La viuda de Carlos Fuentes, Silvia Lemus, hizo ver que en esta obra el autor reflejó el “amor” y la “admiración” que tenía por Estados Unidos: “Carlos tenía una gran admiración por los estadunidenses, por su intensidad, energía y su sentido del humor, por lo cual no tenía ningún odio por ellos, ya que incluso tenemos una hija que nació en Washington.” La mesa fue moderada por Ricardo Cayuela, director editorial para México, Estados Unidos, Centroamérica y Cuba, de Penguin Random House Grupo Editorial, y participó Marcela González, directora de Alfaguara y Taurus, quién leyó un texto de Pedro Ángel Palou. El Canal 22 dedicará este día parte de su programación nocturna a Fuentes. A las 20:00 horas retransmitirá el programa Tratos y retratos, en el cual Lemus entrevistó al escritor. A las 21:00 proyectará la conferencia “Cómo escribí algunos de mis libros”, que será retransmitida a la 1:30 horas.

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